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Perspectiva

El fantasma del socialismo recorre el Congreso de EE.UU.

Un fantasma recorre el Congreso: el fantasma del socialismo.

La semana pasada, mientras el Congreso estadounidense discutía la aprobación de miles de millones de dólares en armamento para la guerra contra Rusia y comenzaba a negociar recortes sociales antes de que expire el techo de la deuda, la Cámara de Representantes dedicó tres días a discutir y adoptar una resolución que denuncia el socialismo y promete revertir todas las conquistas sociales de la clase trabajadora global en el siglo que siguió a la Revolución rusa de 1917.

La prensa presenta la aprobación de la resolución meramente como un ardid propagandístico de los republicanos ultraderechistas, pero es mucho más que eso. Al dedicar una porción importante de la agenda legislativa a condenar el socialismo, el Congreso estadounidense está mostrando el temor en la clase gobernante de que se esté gestando un poderoso movimiento socialista en la clase obrera que oriente la ola cada vez mayor de huelgas y luchas sociales en una dirección revolucionaria.

La resolución de tres páginas, intitulada “Denunciando los horrores del socialismo”, recita el siglo de mentiras sobre el socialismo promulgadas por los emigrados blancos rusos, Hitler y la Sociedad John Birch.

El presidente entrante de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy de California recibe el mazo del líder de la minoría, Hakeem Jeffries de Nueva York en el plenario, Capitolio federal, 7 de enero de 2023 [AP Photo/Andrew Harnik]

La aprobación fue contundente, incluyendo 328 votos a favor y 86 en contra. Los republicanos votaron 219-0 a favor y fueron acompañados por una mayoría de 109 demócratas que votaron a favor, con 86 en contra.

La resolución comienza así: “La ideología socialista necesita una concentración del poder que ha colapsado una y otra vez en regímenes comunistas, un gobierno totalitario y dictaduras brutales”.

Afirma absurdamente que “decenas de millones murieron en la Revolución bolchevique”, omitiendo que la Revolución rusa puso fin a la carnicería imperialista de la Primera Guerra Mundial y que fueron las 14 potencias capitalistas que invadieron Rusia para tumbar la revolución las que desencadenaron una larga y sangrienta guerra civil.

La resolución dice que el socialismo es responsable “del asesinato de más de 100.000.000 de personas en todo el mundo”, una cifra inventada que incluye de forma reveladora las bajas alemanas de la invasión nazi de la Unión Soviética.

La realidad es que el sistema capitalista es responsable de la muerte y el sufrimiento social a escala masiva. Solo el siglo veinte fue testigo de dos guerra mundiales imperialistas que resultaron en las muertes de 20 y 60 millones de personas y un Holocausto en el que fueron exterminados 10 millones de personas. Las guerras imperialistas en Corea, Vietnam, Argelia, Angola, Irak, Kosovo, Afganistán, Libia, Siria, y demás dejaron a millones más muertos.

El sistema capitalista es responsable de las muertes de 20 millones debido a la pandemia de COVID-19, mientras que cientos de millones se enfrentan a la amenaza real de morir de hambre cada día. Además de esto, miles de millones podrían morir debido a la escalada militar encabezada por EE.UU. contra Rusia, que tiene armas nucleares.

En un reconocimiento defensivo del interés popular cada vez mayor en el socialismo, la resolución intenta mancharlo vinculándolo al Gran Terror estalinista de 1936-39 y los Estados policiales estalinistas de Corea del Norte y Camboya, así como los Gobiernos nacionalistas burgueses en la mira del imperialismo estadounidense como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

La resolución concluye vinculando inequívocamente las reformas sociales más modestas con el socialismo: “Mientras que Estados Unidos fue fundado sobre la creencia de la santidad del individuo, al cual se opone fundamental y necesariamente el sistema colectivista del socialismo en todas sus formas: Por tanto, cabe plantear... El Congreso denuncia el socialismo en todas sus formas y se opone a la implementación de políticas socialistas en Estados Unidos de América”.

Esta es una declaración política de guerra contra la clase obrera y los programas socialistas conquistados en un siglo de luchas sociales.

Antes de que se votara la resolución el jueves, el Comité de Normas de la cámara baja rechazó una enmienda propuesta por los demócratas que hubiera clarificado “que la oposición a la implementación de políticas socialistas en Estados Unidos no incluye los programas federales como Medicare y la Seguridad Social”, según The Hill.

Esto no previno que los demócratas se unieran a sus “colegas” ultraderechistas republicanos para votar a favor de la resolución. Al hacerlo, los demócratas han acogido la premisa subyacente de la ofensiva republicana que se avecina para recortar los programas sociales en nombre de reducir la “deuda”, como lo han hecho repetidamente por 50 años.

No es ninguna sorpresa que los dirigentes demócratas desempeñaran un papel protagónico en impulsar la medida, incluyendo al líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, y la expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Ambos declararon previamente que nunca harían ninguna concesión a los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, por sus siglas en inglés), que constituye una facción del Partido Demócrata y actualmente tiene a cinco miembros en el Congreso.

La aprobación de la resolución desmiente la afirmación del DSA de que el Partido Demócrata puede ser convertido en un instrumento de reformas sociales. Esta resolución, apoyada por toda la cúpula demócrata de la Cámara de Representantes y una mayoría de toda la bancada demócrata representa un compromiso del partido a oponerse a cualquier política que distribuya la riqueza hacia abajo o afecte de cualquier forma el patrimonio de los ricos.

El DSA dedicó las primeras semanas del Congreso 118º apoyando y legitimando a los líderes demócratas que aprobaron la resolución contra el socialismo.

El mes pasado, todos los congresistas del DSA votaron 15 veces para apoyar a Hakeem Jeffries como presidente de la Cámara de Representantes. La diputada del DSA, Alexandria Ocasio-Cortez explicó que apoyaba a Jeffries y que su voto buscaba demostrar que “los demócratas estamos unidos”. Esto fue presentado como algo necesario para enfrentar a los republicanos, pero el resultado es que los demócratas y los republicanos están unidos contra el socialismo.

Algunos políticos respaldados por el DSA incluso votaron a favor de la resolución, incluyendo a Ro Khanna, un codirector nacional de la campaña presidencial de Bernie Sanders en 2020. El DSA describió a Khanna en una reciente guía para votantes como “un aliado fiable en la lucha global contra el fascismo” y un oponente del “dinero corporativo”. Concluye: “Recomendamos que los votantes lo reelijan”. Toda la delegación demócrata del estado de Nevada, donde los miembros del DSA lideran el partido, votaron a favor de la resolución.

Al tiempo en que la conducción del Partido Demócrata orquestaba la aprobación de la resolución contra el socialismo, también promovió a varios congresistas del DSA a cargos de alto perfil.

El lunes, Ocasio-Cortez anunció que se encontraba “extasiada” y “emocionada” de haber sido elegida por los líderes demócratas a la segunda posición más alta del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes. El propio Jeffries dijo el jueves que nombraría a Ilhan Omar, quien es respaldada por el DSA, a un puesto de liderazgo en el Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes, después de que los republicanos emprendieran una caza de brujas para expulsarla del Comité de Asuntos Exteriores.

No hay nada inconsistente sobre la decisión de la élite política de elevar el perfil del DSA mientras denuncia el socialismo. La amenaza del socialismo no proviene de una organización procapitalista como el DSA y su base en la clase media acaudalada. Por el contrario, la clase gobernante depende de los servicios críticos ofrecidos por el DSA para atrapar la oposición social y darle un tinte “izquierdista” falso a sus políticas derechistas.

Lo que la teme la clase gobernante es que el movimiento en auge de la clase obrera, que se ha manifestado en una serie de huelgas poderosas en EE.UU. y el aumento de huelgas y protestas sociales a nivel mundial, se libere del dominio de las burocracias sindicales, asuma un carácter autoconsciente y socialista, y prevenga los planes de intensificar la guerra contra Rusia y pagar la guerra por medio de recortes a sus condiciones de vida.

Esto no ocurrirá automáticamente. Exige una intervención consciente del movimiento socialista mundial, que representa únicamente el Comité Internacional de la Cuarta Internacional y sus Partidos Socialistas por la Igualdad en todo el mundo.

(Publicado originalmente en inglés el 3 de febrero de 2023)

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