En respuesta a la guerra comercial y la escalada militar de Estados Unidos contra China, las autoridades chinas advirtieron de que la relación entre las dos mayores economías del mundo está 'descarrilando.'

'Los países occidentales, liderados por Estados Unidos, han implementado una contención, un cerco y una supresión total de China, lo que ha traído graves desafíos sin precedentes para el desarrollo de nuestra nación', dijo Xi.

El martes, el nuevo ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, siguió con la advertencia de que, a menos que Estados Unidos cambie de rumbo, 'seguramente habrá conflicto y confrontación'.

'Si Estados Unidos no pisa el freno, sino que sigue acelerando por el camino equivocado, no habrá barandilla que pueda evitar el descarrilamiento y seguramente habrá conflicto y confrontación'.

En el último año, Estados Unidos ha iniciado una campaña múltiple para ahogar el crecimiento económico de China mediante la guerra comercial, armar a Taiwán como parte de su refuerzo militar en el Pacífico y azuzar una campaña racista y xenófoba para demonizar a China entre la población estadounidense.

Estas acciones de poder 'blando' se volvieron cinéticas el mes pasado, cuando Estados Unidos derribó lo que China afirmaba que era un globo de investigación no maniobrable que había sobrevolado Estados Unidos, con el telón de fondo de una histeria mediática incesante que acusaba a China de espionaje.

En respuesta a las declaraciones de los funcionarios chinos, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, replicó que 'no hay nada en nuestro enfoque de esta relación bilateral tan importante que deba llevar a nadie a pensar que queremos un conflicto'.

Las declaraciones públicas de Kirby están en total desacuerdo con la doctrina militar estadounidense real, que pide a Estados Unidos que se prepare, en palabras del último documento estratégico de la OTAN, para una guerra a gran escala con 'competidores de igual nivel' armados nuclearmente.

El documento estratégico de la OTAN, publicado el 30 de junio, afirma que 'desplegaremos toda la gama de fuerzas ... para una lucha de alta intensidad y multidominio contra competidores con armas nucleares'.

El pasado octubre, Biden afirmó que Estados Unidos se encuentra en medio de una 'década decisiva' en la que el país debe 'ganar la competición del siglo XXI'.

En marzo del año pasado, Biden declaró que el mundo está al borde de un 'nuevo orden mundial' y que 'tenemos que liderarlo'.

En enero, el general Mike Minihan, jefe del Mando de Movilidad Aérea, envió una carta a sus subordinados en la que afirmaba: 'Mi instinto me dice que lucharemos en 2025', y les instaba a poner en orden sus 'asuntos personales' para prepararse para un conflicto con China.

Si bien la doctrina del 'conflicto de grandes potencias', iniciada por primera vez en 2018 con la estrategia de defensa nacional de la administración Trump, se ha puesto en práctica en gran medida sin conocimiento público, cada vez más los medios de comunicación estadounidenses comienzan a hablar abiertamente del potencial de una 'guerra de dos frentes' entre Estados Unidos y la OTAN, por un lado, y China y Rusia, por el otro.

En un largo artículo titulado 'Estados Unidos aún no está preparado para la era del conflicto de 'grandes potencias' con China y Rusia, Michael R. Gordon, el notorio propagandista que difundió falsas afirmaciones sobre las armas de destrucción masiva iraquíes, documenta los juegos de guerra que está llevando a cabo el ejército estadounidense para preparar una guerra con China:

Cuando el think tank de Washington Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales organizó el año pasado un juego de guerra que simulaba un ataque anfibio chino contra Taiwán, la parte estadounidense se quedó sin misiles de crucero antibuque de largo alcance en una semana.

El artículo de Gordon continuaba

Si un conflicto con China diera a Rusia la confianza para emprender nuevas acciones en Europa del Este, Estados Unidos y sus aliados tendrían que librar una guerra en dos frentes. Tanto China como Rusia son potencias nucleares. La acción podría extenderse al Ártico, donde Estados Unidos va por detrás de Rusia en rompehielos y puertos, mientras Moscú parece dispuesto a acoger la ayuda de Beijing en la región.

En su respuesta a las declaraciones de funcionarios chinos, Kirby continuó: 'No apoyamos la independencia de Taiwán. Hemos sido muy claros al respecto. Tampoco queremos que se cambie unilateralmente el statu quo al otro lado del estrecho'.

Kirby era muy consciente de que pronunció estas palabras tras la aprobación el año pasado de la Ley de Autorización de la Defensa Nacional, que por primera vez establecía disposiciones para que Estados Unidos armara directamente a Taiwán, al que durante décadas había tratado como parte de China, poniendo así fin a la política de una sola China.

En febrero, el Wall Street Journal informó de que Estados Unidos planea cuadruplicar el número de tropas estacionadas en la isla y entrenar directamente a las tropas taiwanesas en territorio estadounidense.

La semana pasada, el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre la Competencia Estratégica entre Estados Unidos y el Partido Comunista Chino celebró su primera audiencia, en la que el presidente del comité, Michael Gallagher, declaró: 'Se trata de una lucha existencial sobre cómo será la vida en el siglo XXI, y están en juego las libertades más fundamentales'.

El miércoles por la mañana, el comité celebrará otra audiencia, esta vez destinada a promover la falsa afirmación de que el COVID-19 fue creado por científicos en China. La audiencia invitará como testigo estrella a Nicholas Wade, un notorio defensor de la pseudociencia racista, que afirmó la 'adaptación genética de los judíos al capitalismo', y cuyo trabajo fue aclamado por el antiguo Gran Mago del KKK David Duke.

(Publicado originalmente en inglés el 7 de marzo de 2023)