Español
Perspectiva

Arrendador de Illinois asesina a niño palestino-estadounidense: el producto de la propaganda del imperialismo estadounidense

Familiares de Wadea Al-Fayoume sacan su ataúd de la Fundación Mezquita a la carroza fúnebre en Bridgeview, Illinois, 16 de octubre de 2023. [AP Photo/Nam Y. Huh]

Un niño palestino-estadounidense de seis años fue asesinado el sábado en los suburbios de Chicago a manos de un adulto mayor obviamente trastornado pero instigado por la propaganda antimusulmana y antipalestina que ha saturado la prensa estadounidense. Este ataque barbárico es una muestra del impacto de la campaña inaudita de apoyo al genocidio contra el pueblo de Gaza emprendida por el Gobierno estadounidense, el Partido Demócrata, el Partido Republicano y la prensa corporativa.

El asesinato se llevó a cabo de la forma más salvaje. Joseph Czuba, un arrendador de Plainfield Township, en el condado de Will, 65 km al suroeste de Chicago, atacó al niño y a su madre, de 32 años, en el apartamento de la planta baja que le alquilaban. Él vivía en el piso de arriba.

Tras una discusión en la puerta del piso, en la que la madre, Hanaan Shahin, expresó su deseo de paz en Oriente Próximo, Czuba empezó a gritar maldiciones contra los musulmanes mientras entraba por la fuerza, empuñando un cuchillo de tipo militar de 30 cm, mientras la madre llamaba al 911.

Wadea Al-Fayoume, de 6 años [Photo: Hela Yousef]

Czuba apuñaló al niño, Wadea Al-Fayoume, 26 veces y a su madre una docena de veces. La señora Shahin sobrevivió a sus graves heridas huyendo al baño, pero su hijo trágicamente no sobrevivió. Shahin permanece en estado grave en un hospital local. Cuando llegó la policía respondiendo a la llamada al 911, Czuba estaba sentado en el suelo delante de la casa.

En un mensaje de texto enviado a su marido desde la unidad de cuidados intensivos del hospital, Shahin dijo que el arrendador “tocó la puerta y, cuando ella abrió, intentó asfixiarla y procedió a atacarla con un cuchillo, gritando: 'ustedes musulmanes deben morir'“.

La familia de Wadea lo enterró el lunes, según la costumbre musulmana (y judía) que exige el entierro lo antes posible tras la muerte. Debido a sus heridas, la madre no pudo asistir. Antes de la ceremonia, el tío de Wadea, Yousef Hannon, habló en una rueda de prensa y declaró: “No somos animales, somos humanos. Queremos que la gente nos vea como humanos, que nos sienta como humanos, que nos trate como humanos, porque eso es lo que somos”.

Hannon se refería claramente a las declaraciones del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que calificó a la población de Gaza de “animales humanos” para justificar la política de cortar el suministro de alimentos, agua y electricidad al minúsculo territorio, donde 2,2 millones de palestinos viven bajo los bombardeos en alfombra israelíes y la amenaza inminente de invasión.

Hannon emigró de Cisjordania en 1999 y ha trabajado como maestro de escuela en la zona, que cuenta con una numerosa población palestina. Su hermano, el padre de Wadea, emigró en 2011 y su madre en 2014. Wadea nació en 2017 y era ciudadano estadounidense.

Ahmed Rehab, director ejecutivo de la rama de Chicago del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR, por sus siglas en inglés), declaró en la rueda de prensa: “Este es un día pesado que esperábamos que nunca llegara. Como se suele decir, los ataúdes más pequeños son los más pesados”.

Hablando de Wadea, continuó: “Era un niño de seis años, amaba todo”, dijo Rehab sobre el niño, basándose en la descripción de su padre. “Amaba a todo el mundo, amaba sus juguetes, amaba cualquier cosa con una pelota, baloncesto, fútbol, amaba colorear, amaba columpiarse, amaba a sus padres, amaba a su familia y a sus amigos, amaba la vida, y esperaba tener una vida larga, sana y próspera”.

“No tenía ni idea de estos grandes problemas que están ocurriendo en el mundo, pero le hicieron pagar por ellos”, dijo Rehab. La organización nacional CAIR escribió en X (Twitter): “La retórica islamófoba y el racismo antipalestino que difunden los políticos, los medios de comunicación y las redes sociales deben cesar”.

La oficina del alguacil del condado de Will dijo en un comunicado el domingo que “los detectives pudieron determinar que ambas víctimas de este brutal ataque fueron atacadas por el sospechoso debido a que eran musulmanes y al actual conflicto de Oriente Próximo que involucra a Hamás y a los israelíes”.

Tras este asesinato, se produjeron las habituales declaraciones de horror e indignación por parte de los políticos capitalistas estadounidenses que han estado difundiendo la propaganda proisraelí que presenta a los palestinos como demonios con rostro humano. El gobernador multimillonario de Illinois, J. B. Pritzker, calificó el asesinato “nada menos que maldad”, una descripción vacía que encubre las verdaderas causas del ataque, que no corresponden a la psique de Czuba, sino a la sociedad que lo produjo e impulso.

La Casa Blanca ha emitido algunos párrafos diciendo que el presidente Biden y su esposa Jill están “consternados y repugnados” por las noticias. “Este horrendo acto de odio no tiene cabida en Estados Unidos y contradice nuestros valores fundamentales”, dijo el presidente estadounidense.

La semana pasada, Biden pronunció un discurso en el que describió las acciones de los palestinos que atravesaron las rejas de la prisión al aire libre en la que habitan como “maldad pura”. Al utilizar este lenguaje deshumanizador para describir a los palestinos, Biden se hizo eco del lenguaje de Gallant y del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

En su discurso, Biden dio a Israel carta blanca para que ataque la población civil de Gaza, declarando: “Como todas las naciones del mundo, Israel tiene derecho a responder, y de hecho tiene el deber de responder, a estos despiadados ataques”. Israel ya ha matado a más de 2.000 palestinos en el actual conflicto. Con el bloqueo al suministro de alimentos, agua y energía, y ante la posibilidad de una invasión total, el número de víctimas mortales no hará sino aumentar.

En una entrevista en “60 Minutes” durante el fin de semana, Biden dijo que la incursión de Hamás del 7 de octubre “es tan consecuente como el Holocausto”. Entre 1939 y 1945, la “Solución Final” de los nazis exterminó a seis millones de judíos, aproximadamente el 40 por ciento de la población judía mundial de la época.

La incursión de Hamás del 7 de octubre, que causó aproximadamente 1.000 muertos israelíes, fue la acción de personas oprimidas que habían escapado de un campo de prisioneros al aire libre. Comparar esto con el Holocausto es una grotesca calumnia antipalestina que no puede sino alentar el tipo de acciones violentas que tuvieron lugar en Illinois.

Hay dos portaaviones estadounidenses estacionados en el Mediterráneo oriental, pero no se están preparando para un conflicto con Hamás, que no tiene barcos ni aviones, sino para una guerra con Hezbolá en el Líbano, con Siria o con Irán. En tales guerras, las bajas podrían llegar a millones de personas, incluyendo decenas o cientos de miles de niños.

En Estados Unidos, los medios de comunicación y los políticos de ambos partidos han fomentado una campaña que tacha de antisemitas a quienes se oponen al genocidio de Israel contra los palestinos. Se ha atacado a estudiantes y grupos de estudiantes en los campus universitarios, y se han divulgado identidades individuales.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) y el FBI han puesto en el punto de mira a palestinos y mezquitas para interrogarlos, y hay informes de que se ha retenido a personas durante días sin que pudieran ponerse en contacto con un abogado.

El asesinato de Wadea Al-Fayoume es solo el más terrible de toda una serie de ataques fascistas desencadenados por la guerra israelí contra el pueblo palestino. Miles de amenazas de muerte han sido enviadas por teléfono o por Internet a organizaciones musulmanas, mezquitas e individuos árabes estadounidenses.

En la zona de Detroit, donde vive la mayor población árabe-estadounidense de Estados Unidos, un hombre de Farmington Hills fue detenido tras preguntar en Internet por alguien que quisiera “ir a Dearborn y cazar palestinos”. Dearborn, un gran suburbio de Detroit con una enorme planta automotriz de Ford, tiene mayoría musulmana y un alcalde y jefe de policía árabe-americano. En Nueva York, un pasajero de autobús que llevaba turbante y mascarilla para protegerse del COVID fue agredido por alguien que intentó quitarle el turbante por la fuerza.

No se trata de incidentes al azar, sino más bien el producto de una campaña deliberada dirigida desde las más altas esferas del aparato de seguridad nacional para azuzar el fanatismo antimusulmán y movilizarlo en apoyo de una intervención militar estadounidense en Oriente Próximo para la cual no hay apoyo popular.

La entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial condujo al internamiento de más de 125.000 estadounidenses de origen japonés, cuyos derechos democráticos en virtud de la Constitución de Estados Unidos fueron pisoteados por orden ejecutiva de la Administración de Roosevelt. Con una fuerza aún mayor, las políticas de guerra de la Administración demócrata de Biden, respaldada por los belicistas republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado, exigen la demonización primero de los rusos y ahora de los palestinos. Las campañas similares contra los ciudadanos y empresas de China como TikTok indican el objetivo final del imperialismo estadounidense.

La clase obrera debe oponerse a todos estos esfuerzos para socavar la oposición popular a la guerra y dividir a la clase obrera en función de la religión, la raza y la nacionalidad. Los trabajadores de Estados Unidos y de todo el mundo deben exigir el fin inmediato del asalto a Gaza y oponerse a la campaña antipalestina y chovinista que se está utilizando para justificarlo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 17 de octubre de 2023)

Loading