El brutal ataque contra el eurodiputado socialdemócrata Matthias Ecke en Dresde muestra hasta qué punto ha progresado el terrorismo de extrema derecha en Alemania.

El político del Partido Socialdemócrata (SPD), de 41 años, que vuelve a presentarse como candidato al Parlamento Europeo, fue atacado y golpeado hasta el punto de ser hospitalizado por cuatro jóvenes a última hora de la noche del viernes cuando colocaba carteles electorales en el distrito de Striesen, en Dresde, Sajonia. Sufrió graves lesiones en la cabeza y tuvo que ser operado. Poco antes, se sospecha que el mismo grupo atacó e hirió a un trabajador de la campaña del Partido Verde de 28 años.'

Todo indica que los atacantes eran miembros de la extrema derecha. Un testigo lo confirmó. La policía mantuvo un perfil bajo. Aunque un joven de 17 años acompañado de su madre se puso en contacto con ellos la noche siguiente y confesó el delito, no comentaron el móvil de la agresión. Liberaron al adolescente, diciendo que no había peligro de que se escondiera. Al parecer, se había negado a dar los nombres de sus cómplices. Según informes de prensa, la policía sigue buscando a personas desconocidas.

El ataque contra Ecke fue precedido por un aumento significativo de la violencia de la extrema derecha. Solo en Sajonia, el año pasado se produjeron 248 ataques instigados por la ultraderecha, un 21% más que en 2022. Al menos 380 víctimas se vieron afectadas. El hecho de que los políticos del partido del canciller Scholz, el SPD, también estén siendo brutalmente atacados demuestra que los matones de la extrema derecha no se detendrán ante nada.

El Sozialistische Gleichheitspartei (Partido Socialista por la Igualdad, SGP) condena el ataque contra Ecke. En un vídeo grabado al lado de una concentración en la Puerta de Brandeburgo de Berlín, Gregor Kahl, que se presenta como candidato del SGP a las elecciones europeas, dice: “El SGP condena en los términos más enérgicos el violento ataque de la extrema derecha contra Ecke y los miembros del Partido Verde. El hecho de que los fascistas puedan actuar de manera tan agresiva muestra hasta qué punto ha progresado el peligro fascista en Alemania”.

El ataque al político del SPD plantea la pregunta: ¿Cómo se ha podido llegar a esto?

La responsabilidad política del comportamiento arrogante de la extrema derecha recae en los partidos gobernantes: el SPD, los Verdes y los Demócratas Liberales (FDP), que forman el gobierno federal en Alemania, y los Demócratas Cristianos (CDU), los Verdes y el SPD, que forman el gobierno estatal en Sajonia. Ellos han encubierto y fortalecido a la extrema derecha, han adoptado en gran medida sus políticas y han normalizado la barbarie social.

El gobierno federal está invirtiendo enormes sumas de dinero en armamento para que Alemania vuelva a estar 'preparada para la guerra'; y está trabajando en Ucrania con un régimen de ultraderecha que prohíbe los partidos socialistas y rinde culto a los colaboradores nazis, e insiste en derrotar militarmente a Rusia, incluso si eso significa arriesgarse a una guerra nuclear. El gobierno alemán toma medidas brutales contra cualquiera que proteste contra el genocidio de los palestinos en Gaza. En cuanto a la política de refugiados, ha adoptado completamente la política de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Y en términos de política social, está trabajando con los sindicatos para reducir los salarios reales y las prestaciones sociales, mientras que la riqueza de los ricos se dispara.

En este clima de reacción social y política, los herederos políticos de Hitler ahora prosperan. También pueden presentarse como la única oposición porque el Partido de la Izquierda, que ostenta el cargo de primer ministro del estado vecino de Turingia, apoya la política del gobierno en todos los temas clave. Y, al igual que la escisión del Partido La Izquierda Sahra Wagenknecht Alliance (BSW), compite con la AfD por defender la política anti-refugiados más reaccionaria.

Sajonia ha sido conocida durante mucho tiempo como un semillero de violencia derechista bajo el régimen de la CDU, en el que el SPD ha servido como socio de coalición durante 10 años. Un rastro de escándalos de extrema derecha atraviesa a la policía y el poder judicial. El trío de asesinos fascistas de Clandestinidad Nacional Socialista (CNS) pudo operar desde aquí sin ser molestado durante años. Cuando una multitud de integrantes de la extrema derecha causó estragos en Chemnitz en 2018, no solo era el jefe del servicio secreto interno, Hans-Georg Maaßen, quien perdió su cargo como resultado, sino también era ministro presidente Michael Kretschmer (CDU), quien todavía está en el cargo.

Ahora, los principales representantes del SPD y de los Verdes expresan su indignación por el ataque a Ecke y piden que se refuerce a la policía. La ministra federal del Interior, Nancy Faeser, convocó a una conferencia especial de ministros del Interior estatales para el martes con el fin de discutir 'medidas duras'. El líder del partido SPD, Lars Klingbeil, insta a una 'respuesta inequívoca del Estado constitucional'.

Sin embargo, el establecimiento de un estado policial no debilita a los extremistas de derecha, sino que los fortalece. La policía misma está infiltrada por redes de extrema derecha. Los agentes de policía de Sajonia reciben su bautismo de fuego cuando golpean a manifestantes de izquierda en Leipzig. En algunos casos, también trabajan directamente con la extrema derecha.

El domingo se llevaron a cabo manifestaciones de solidaridad con Matthias Ecke en Dresde y Berlín. Según los organizadores, asistieron alrededor de 3.000 personas en Dresde y 1.000 en Berlín. Eran principalmente dirigentes y miembros del SPD y del Partido Verde y personas cercanas a ellos.

Entre los oradores en Dresde se encontraban la presidenta del SPD, Saskia Esken, el ministro de Economía de Sajonia, Martin Dulig (SPD), y la vicepresidenta del Bundestag (parlamento federal), Katrin Göring-Eckardt (Verdes). Los representantes de la CDU, como el exministro del Interior de Sajonia y a nivel federal, Thomas de Maizière, también asistieron a la manifestación.

Entre los oradores en Berlín se encontraban el presidente del SPD, Lars Klingbeil, el secretario general del SPD, Kevin Kühnert, los copresidentes del Partido Verde, Ricarda Lang y Omid Nouripour, la política del Partido Verde y activista de Fridays for Future, Luisa Neubauer, así como los ministros presidentes de Sajonia y Renania del Norte-Westfalia, Michael Kretschmer y Hendrik Wüst (ambos de la CDU).

Los oradores lanzaron frases vacías sobre la 'unidad de todos los demócratas' y culparon a la AfD por la creciente violencia, pero no pronunciaron ni una sílaba sobre su propio papel reaccionario. Con sus políticas de extrema derecha y dictatoriales, han creado la base para la ultraderecha y han construido deliberadamente a Alternativa para Alemania (AfD) y las redes fascistas para reprimir cualquier oposición a su política proguerra y a los devastadores recortes sociales. Esto no cambiará ni siquiera después del ataque a Ecke.

Sólo la construcción de un movimiento independiente de la clase obrera internacional que combine la lucha contra el fascismo con la lucha contra la guerra, la desigualdad social y por un programa socialista puede detener el peligro de la extrema derecha. Este objetivo está en el centro de la campaña electoral europea del Sozialistische Gleichheitspartei.

(Publicsdo originalmente en inglés el 6 de mayo de 2024)