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Joaquín Rodrigo, el famoso compositor español ha muerto

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Joaquín Rodrigo, el aclamado compositor español que ha popularizado la guitarra como instrumento clásico de concierto, murió el 6 de Julio en Madrid a la edad de 97 años.

A Joaquín Rodrigo se le recuerda más que nada por su Concierto de Aranjuez que compuso en 1939, la primera obra compuesta específicamente para guitarra. Esta clamorosa composición nació de un encuentro que tuvieron en Paris Rodrigo y el guitarrista Regino Sainz de la Maza. La obra se estrenó en Barcelona en 1940 y fue interpretada por Regino Sainz de la Maza y la Orquesta Filarmónica de Barcelona. Esta obra es la más conocida e influyente de la música española del siglo veinte y desde entonces se han hecho innumerables grabaciones. Entre los miles de músicos y compositores que se inspiraron en sus evocativas e inolvidables cualidades, se encuentra el trompetista de jazz, Miles Davis, quien grabó una versión en disco hace casi 40 años en su álbum “Esbozos de España”.

La obra representa la ciudad de Aranjuez a finales del siglo 18 y las Cortes de Carlos IV y Fernando VII. Según Rodrigo explicó en 1974: “El nombre se basó en el famoso sitio real a la orilla del rio Tajo, cerca de Madrid, en la carretera de Andalucía y algunos perciben la sombra de Goya en sus notas musicales, llenas de emoción melancólica. Su música parece revivir la esencia de una Corte del siglo 18, donde la distinción aristocrática se mezcla con la cultura popular. En su melodía persiste el perfume de magnolias, el canto de los pájaros y el susurro de las fuentes. El Concierto de Aranjuez, una síntesis de lo clásico y lo popular en forma y emoción, yace soñando bajo el follaje del parque que rodea el palacio barroco, y sólo trata de ser tan ágil como una mariposa y tan preciso como el pase de una capa de matador.”

Las obras de Rodrigo se formaron con una mezcla de las composiciones barrocas para la vihuela (el instrumento tipo laúd que precede a la guitarra), las tradiciones folklóricas del flamenco y su propia formación clásica. Antes de Rodrigo empezar a producir sus composiciones para la guitarra, la única música clásica disponible para los maestros guitarristas, tal como Andrés Segovia y otros, era las adaptaciones de obras escritas para el piano por Bach y otros compositores clásicos.

Joaquín Rodrigo nació en Sagunto, Valencia, el 22 de Noviembre de 1901. El mérito más notable de Rodrigo es que a la edad de tres años un ataque de difteria le dejó ciego. Ningún tratamiento médico o cirugía pudieron mejorar su condición y luego el glaucoma le cegó completamente. Rodrigo comentó más tarde, muy objetivamente y sin rastro de amargura, que su ceguera le condujo a la música.

Sus padres le ingresaron en un colegio para niños ciegos en Valencia y a los 8 años ya estudiaba solfeo, piano y violín en Braille bajo la dirección de algunos de los mejores músicos de España. El profesor de armonía y composición de Rodrigo fue Francisco Antich y más tarde estudió con los maestros Enrique Gomá y López Chavarri. La familia de Rodrigo empleó a Rafael Ibañez como su tutor y más tarde compañero, secretario y copista, quien cultivó el interés del niño por la literatura.

Hacia los años 1920, Rodrigo ya era un pianista de primera categoría, conocía las composiciones más importantes de esos tiempos y era capaz de interpretar las obras más difíciles de Ravel, Stravinski y otros compositores. Sus primeras composiciones serias para piano, violonchelo y violín datan de 1923. Su primera obra para orquesta, Juglares, tuvo su estreno en 1924 . Esas primeras obras están caracterizadas por un delicado lirismo, un atrevido colorismo orquestal y un vocabulario armónico evocador de otro famoso compositor español del siglo 20, Enrique Granados.

En 1927, Rodrigo decidió seguir los pasos de otros compositores españoles como Manuel de Falla, Isaac Albeniz y Joaquín Turina y viajó a Paris. En Paris estudió con Paul Dukas y pronto trabó amistad con Manuel de Falla, compositor del ballet El Sombrero de Tres Picos. También conoció y se enamoró de Victoria Kamhi, una joven turca estudiante de música y se casaron en 1933. Desde entonces hasta su muerte en 1997, Kamhi colaboró con Rodrigo en todos los aspectos de su trabajo.

Pocos de aquellos que han disfrutado el optimismo y la belleza poética del Concierto de Aranjuez saben que fue compuesto en las más difíciles condiciones. Según escribió Kamhi en su biografía, la joven pareja se encontraba en una tremenda pobreza, ella estaba encinta y Rodrigo cayó enfermo con un absceso en un ojo.

El Concierto le dio una fama casi instantánea en España y cuando se estrenó en Madrid le llevaron en hombros por toda la ciudad. También solucionó muchas de las dificultades financieras que tenía la joven pareja. A Rodrigo le ofrecieron un puesto en el Departamento de Música de Radio Madrid y le nombraron director de Arte y Propaganda de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos de España).

Rodrigo se dedicó a la enseñanza durante muchos años, usando una máquina especial para escribir música en Braille o dictando a sus asistentes y continuó componiendo hasta la década de sus 80 años. Rodrigo recibió varias condecoraciones durante su vida, entre ellas el prestigioso premio para las artes Príncipe de Asturias, en 1996.

El poeta español Gerardo Diego describió acertadamente a Rodrigo como compositor de paisajes acústicos, ya que su música evoca lugares, monumentos y terrenos. Algunas de las muchas obras orquestrales famosas escritas por Rodrigo incluyen: Fantasía para un Gentilhombre, Concierto Andaluz, Concierto Madrigal, y muchas más. Además de Aranjuez compuso más de 26 obras para guitarra. También compuso ballets, música para películas, canciones, zarzuelas, piezas vocales y muchas obras para piano y orquesta. Después de Regino Sainz de la Maza, los grandes intérpretes de la música de Rodrigo fueron Narciso Yepes y José Romero, quienes colaboraron con él estrechamente. El guitarrista más destacado que interpretó el Concierto de Aranjuez recientemente, fue Paco de Lucía.

Durante toda su vida, que abarcó casi todo el siglo 20, Rodrigo se dedicó a desarrollar las diferentes formas de la música española, popular y clásica. El sensacional éxito internacional del Concierto de Aranjuez es testimonio de su contínua vitalidad y de su lugar en el patrimonio musical del siglo veinte.