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Suben desmesuradamente los despidos en la economía de Los Estados Unidos

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Según un informe publicado por el Departamento de Relaciones Laborales, las empresas estadounidenses eliminaron casi 200,000 empleos durante las semanas anteriores al 11 de septiembre. La cantidad de empleos que fue eliminada a finales de agosto y a principios de septiembre—casi el doble de lo que la mayoría de los analistas esperaban—indica que EE.UU ya había entrado en una recesión antes de los ataques del 11 de septiembre, los cuales han profundizado la crisis económica.

El Departamento de Relaciones Laborales consideró que toda persona que trabajaba durante la semana que comenzara el lunes, 10 de septiembre, estaba empleada durante el mismo. No obstante, 199,000 fueron eliminados el mes anterior, la mayor cifra desde febrero de 1991, que fue la última vez que una recesión azotó a EE.UU.

Los empleos desaparecieron a través de toda la economía estadounidense, incluyendo al sector de servicios, el cual provee 80% de los empleos en EE.UU. y que hasta hace poco había escapado las reducciones de empleos que el sector industrial venía sufriendo por más de un año. El Departamento de Relaciones Laborales ha informado que los servicios—incluyendo restaurantes, supermercados, tiendas de ropa, cines y agencias de trabajo temporal—se deshicieron de 102,000 empleos a finales de agosto y a principios de septiembre.

Las industrias eliminaron otros 93,000 puestos durante el mismo período. Durante septiembre los empleos en las fábricas, que ya habían disminuido durante 14 meses consecutivos, declinaron por 1.1 millón. Esta cifra representa una caída de 6% desde julio del 2000.

Debido a las restricciones de tiempo con las que el Departamento de Relaciones Laborales llevó a cabo la encuesta sobre los empleos, la tasa de desempleo oficial quedó en 4.9%. Los analistas esperan que la tasa de desempleo para octubre va a saltar por lo menos al 5%—la mayor cifra desde principios del 1997—cuando se añadan las pérdidas que han ocurrido desde el 11 de septiembre.

El informe sobre el desempleo también confirmó que la desaceleración de la economía ahora comienza a afectar aun más fuerte que antes a los trabajadores de sueldos bajos y con menos capacitación. Luego de permanecer estable durante casi todo el año, la tasa de desempleo para los trabajadores sin diploma de bachillerato [escuela preparatoria o normal], ha aumentado del 6.6% al 7.8% desde julio. La tasa de desempleo para los graduados de universidad también aumentó desde diciembre: del 1.6% al 2.4%.

De acuerdo a la firma Challenger, Gray and Christmas, que se encarga de encontrar empleos en el mercado internacional, las corporaciones estadounidenses han anunciado la eliminación de 200,807 empleos desde el 11 de septiembre. Esta cifra aumentaría la cantidad total de trabajos eliminados en septiembre a casi un cuarto de millón, o sea, un aumento de 77% desde agosto, la cual es asombrosamente 421% mayor que la del mes de septiembre del año pasado.

Durante los últimos nueve meses, nos informa Challenger, las compañías estadounidenses han anunciado la eliminación de 1.37 millones de empleos. Las empresas del transporte, con las aerolíneas a la cabeza, eliminaron 96,333 empleos en septiembre.

“Está bien claro que estamos en una recesión”, dijo Kurt Karl, economista principal de Swiss Re en Nueva York. “Las cifras acerca del empleo insinúan que una tasa de desempleo 6% ya se ha asomado por el horizonte, aunque tarde tres o cuatro meses para llegar”.

Durante las semanas que siguieron a los ataques terroristas, la cantidad de personas que ha solicitado los beneficios del seguro de desempleo ha aumentado estrepitosamente de 431,000 a 528,000, alcanzando el mayor nivel en nueve años.

Las bruscas reducciones antes del 11 de septiembre muestran que ni las repetidas reducciones en la tasa de interés por el Banco Federal de Reservas, ni las reducciones en las rentas internas [impuestos] llevadas a cabo por el gobierno de Bush, han tenido un efecto significante en resucitar las inversiones de las corporaciones o en prevenir el decaimiento de los gastos de los consumidores. Desde los ataques terroristas, el Banco de Reservas ha reducido las tasas por el 1%, o sea, al nivel más bajo desde principios de los 1960.

Aun antes del 11 de septiembre, la confianza y los gastos de los consumidores, que mantenían la recesión a cierta distancia, ya empezaban a disminuir bruscamente. “El consumidor había aguantado y aguantado, tratando de hacerle caso omiso a la calamidad tal como esta se había mostrado en la bolsa de valores”, declaró Stephen Slifer, economista de la firma Lehman Brothers. Añadió que, durante las pocas semanas antes del 11 de septiembre, “el consumidor de repente comenzó a preocuparse por su empleo, y esto es una cosa muy distinta”.

Además del miedo causado por la pérdida de empleos, la caída en los ingresos también socavó los gastos consumidores. En septiembre, el promedio de los salarios basado en horas trabajadas subió a $14.44, pero el índice de las horas que grandes cantidades de empleados laboran disminuyó 0.30%, la cuarta disminución consecutiva. Recientemente los salarios habían aumentado a un ritmo más rápido debido a la escasez de oferta de trabajo.

Las ventas de automóviles declinaron bruscamente en septiembre, a pesar de los programas de financiación con 0% de interés que los comerciantes de automóviles habían puesto en marcha después de los ataques del mes pasado. Las ventas han disminuido 9.1% desde septiembre del 2000, y los analistas piensan que la recesión en esta industria durará hasta mediados del 2002. La sucursal de DaimlerChrysler en EE.UU. sufrió la mayor caída de ventas entre los fabricantes criollos de automóviles. La venta de carros disminuyó 22% y la de camiones el 30%. La reacción de Chrysler fue cerrar cinco plantas en la América del Norte.

Las corporaciones han continuado sus reducciones en las inversiones consagradas a la construcción de edificios nuevos, equipos y tecnología. Los negocios, que se expandieron rápidamente durante los 1990, han reducido sus gastos a cuchilladas porque no desean meterse en deudas mientras exista un ambiente de ganancias [beneficios] declinantes, de mercados con superabundancia de mercancías, y de precios desinflados.

El Wall Street Journal recientemente ha comentado: “El aumento en la cantidad de los préstamos que los negocios hacen se ha estrellado contra la pared, y la expansión de los gastos a crédito de los consumidores ha disminuido bruscamente...Todo esto nos plantea una pregunta inquietante: ¿El ventarrón al cual la economía se enfrenta es tan poderoso que ninguna tasa de interés, aunque llegue a cero, puede resolver el problema?”

Desde el 11 de septiembre, las aerolíneas han eliminado 106,290 empleos, las compañías aeroespaciales de defensa 38,900, y las firmas de tecnología 29,451.

La semana pasada, las siguientes compañías anunciaron reducciones de empleos: Nortel Networks, de Canadá, 20,000 además de los 30,000 que anunció eliminaría a principios de año; Sun Microsystems, compañía de computadoras [ordenadoras] con base en California, 4,000; el hotel de resorte MGM Mirage en Las Vegas, 6,000; y la tienda Nordstrom, 1,600.