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Entrevista con desertor iraquí desmiente las mentiras de la Casa Blanca

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Hace una semana que la revista estadounidense Newsweek publicó un pequeño artículo que efectivamente destruye una de las acusaciones principales del gobierno de Bush contra Bagdad: que Irak ha fracasado en dar información acerca de la gran acumulación de armas para la destrucción en masa (ADM) que presuntamente se fabricó a principios de la década del 90.

Los inspectores de la ONU han viajado por todo Irak por más de dos meses y no han encontrado nada. El resultado es que las acusaciones sin prueba que los Estados Unidos ha hecho acerca de las armas ocultas se han convertido en pretexto mayor para lanzar la guerra. Washington ha reaccionado con desprecio a todos los esfuerzos de Bagdad por cumplir con la resolución 1441, pintándolos de ser "demasiado poco y muy tardíos" y atacando a Irak, "cuya costumbre es mentir y engañar". La única evidencia que los Estados Unidos ha ofrecido para comprobar la existencia de almacenes repletos de armas químicas, biológicas y de otra índole ha sido el testimonio - hasta ahora no revelado - de varios desertores iraquíes.

Pero lo que el artículo en Newsweek — al cual la revista le dio poca importancia - reveló que el gobierno de Bush ha mentido descaradamente acerca de la evidencia presentada por su testigo principal: Hussein Kamel, yerno de Saddam Hussein, quien dirigiera la comisión industrial militar de Irak y los programas de armas del país. Kamel se fugó a Jordaniao en 1995, donde fue entrevistado extensivamente por la CIA, el espionaje británico e inspectores de armas de UNSCOM. Kamel reveló detalles acerca de los experimentos y la producción de armas de Irak. Fue asesinado a su regreso a Irak en 1996.

Kamel entregó información bastante extensa acerca de los programas iraquíes que fomentaban las investigaciones químicas, biológicas y sobre cohetes teledirigidos durante la década del 80. Es decir, antes de la guerra del Golfo Pérsico en 1991. Una carta de UNSCOM al Consejo de Seguridad de la ONU trató de explicar el significado de las entrevistas al declarar que toda su labor "debe dividirse en dos partes, separadas por los acontecimientos que ocurrieron luego del teniente general Hussein Kamel partir de Irak".

Sin embargo, lo que Newsweek reveló es que Kamel le había informado a sus entrevistadores que "luego de la Guerra del Golfo, Irak destruyó todos sus almacenes de armas químicas y biológicas, además de los cohetes teledirigidos que pudieran llevarlas". Lo único que quedó fueron los detalles de los experimentos e investigaciones científicas: planos, discos para computadoras, microfichas y moldes para las cabezas de los cohetes teledirigidos. En otras palabras, las revelaciones de Kamel son exactamente lo contrario a lo que el gobierno de Bush alega.

La revista sostiene que la información de Kamel fueron "calladas" en esa época para que los inspectores de la ONU consiguieran — subrepticiamente — que Hussein les diera mayor información. Pero aún si ese fuera el caso, la supresión continua de esta información, más de ocho años después, no es ni más ni menos que un engaño. Washington todavía sigue citando a Kamel como "prueba" que Irak no ha destruido sus almacenes de armas.

Durante un discurso el octubre pasado, el presidente Bush pronunció: "En 1995, luego de varios años de engaño por parte del régimen iraquí, el jefe de las industrias militares iraquíes desertó. Fue entonces que el régimen se vio obligado a admitir que había producido más de 30,000 litros de ántrax y otras substancias biológicas mortíferas. Esto representa un almacenamiento enorme de armas biológicas que nunca se han reportado y que son capaces de matar a millones".

Colin Powell, ministro de Relaciones Exteriores, en el discurso que pronunciara el mes pasado ante el Consejo de Seguridad de la ONU para presentar el caso pro bélico, aseveró lo siguiente: "Llevó años para que Irak admitiera que había producido cuatro toneladas de una mortífera substancia que ataca el sistema nervioso, VX. Una sola gota de VX sobre la piel mata en segundos. Cuatro toneladas. Esta revelación sólo vio la luz del día luego que inspectores recibieron documentación que resultó después que Hussein Kamel, yerno de Saddam Hussein ya fallecido, desertara".

Como era de predecirse, Washington y Londres reaccionaron a la revelación de Newsweek negándola y con más mentiras. Su representante, Bill Harlow, se quejó que la revista no había consultado con la CIA antes de lanzar la edición y burdamente declaró: "Es incorrecta, falsa, errónea y mentira". Cierta fuente del gobierno británico le informó a Reuters: "Hemos analizado todo de nuevo y él [Kamel] no dijo eso. Dijo lo contrario, que el programa de armas para la destrucción en masa todavía estaba vivito y coleando".

Pero sólo pocos días después, una copia taquigráfica completa de la entrevista entre Kamel y los funcionarios de UNSCOM en 1995 — que formara la base del artículo de Newsweek - apareció en el internet http://www.casi.org.uk/info/unscom950822.pdf. La publicó un profesor de de la Universidad de Cambridge, Gen Rangwala, quien anteriormente había revelado que la "ficha de espionage" que el primer ministro británico, Tony Blair, había promovido, había sido plagio de una tesis estudiantil anticuada.

La copia taquigráfica, marcada "delicada", completamente corroboró el artículo original. Durante la conversación acerca de los programas de armas Irak, que durara tres horas, Kamel metódicamente contestó las preguntas Rolf Ekeus, ex presidente de la UNSCOM, de Nikita Smidovich, inspector de antigüedad de UNSCOM, y del profesor Mauricio Zifferero, director asistente de la Agencia Internacional sobre la Energía Atómica (AIEA).

Una copia taquigráfica reveladora

El siguiente intercambio tomó lugar cuando se le preguntó a Kamel acerca de varias armas biológicas:

Kamel: Sí, pero no recuerdo todos los términos médicos. Sin embargo, el foco principal era el ántrax y se hicieron muchos estudios.

Smidovich: ¿Se destruyeron las substancias y las armas?

Kamel: No quedó nada.

Smidovich: ¿Y eso sucedió antes o después que las inspecciones comenzaran?

Kamel: Después de las visitas de los inspectores. Ustedes juegan un papel muy importante en Irak con esto. No deberían menospreciar sus esfuerzos. Son muy efectivos en Irak.

Kamel dio detalles acera de las investigaciones científicas de Irak en cuanto al enrriquecimiento del uranio, pero señaló que "en cuanto a la esfera nuclear, las armas no existen". Durante el transcurso de la conversación, el mismo Sr. Zifferero declaró:

"Expedientes originales iraquíes indican que el programa había terminado en enero, 1991, debido a los bombardeos de la coalición".

Siguió a explicar que todos los 819 cohetes teledirigidos de largo alcance, junto con nueve de los 11 lanzadores, — todos comprados de la Unión Soviética — habían sido destruidos.

Kamel fue interrogado intensamente acerca del programa de armas químicas de Irak. Cuando se le preguntó acerca de VX, substancia a la cual Powell se había referido, explicó que Irak la había "colocado en bombas durante los últimos días de la guerra entre Irak e Irán, pero no se usaron y el programa se eliminó".

Kamel también dejó bien claro que los Estados Unidos había participado activamente en el programa de armas químicas de Irak durante la década del 80, cuando Washington respaldaba a Irak en su guerra contra Irán. "Varios de los elementos químicos provinieron de los Estados Unidos a Irak", dijo. Luego de la guerra entre los dos países, las fábricas usadas para crear armas químicas fueron convertidas a la producción de medicinas, pesticidas e insecticidas.

Aclaró que Irak no había producido armas biológicas durante la Guerra del Golfo, 1990-1991, debido a que temía grandes represalias por parte de los Estados Unidos. "Dimos órdenes que no se fabricaran armas químicas. No recuerdo que se resumiera [la] producción de armas químicas después de la Guerra del Golfo. Quizás la producción haya sido mínima y sin importancia. Pero nunca se decidió usar armas químicas porque se temía la represalia. Se dieron cuenta que si las armas químicas llegaban a usarse, la represalia sería nuclear".

Concluyó sus declaraciones de manera enfática: "Ordené la destrucción de todas las armas químicas. Todo lo tuviera que ver con armas biológicas, químicas y cohetes teledirigidos nucleares fue destruido".

La copia taquigráfica concluyentemente refuta las acusaciones que Newsweek simplemente erró. Además, muestra que Bush, Powell y otros funcionarios de la Casa Blanca insistentemente han mentido acerca de lo que la deserción de Kamel revelara. Lograron, con la complicidad de los inspectores de armas de la ONU, que sus comentarios permanecieran secretos.

La prensa servil ha ignorado el tema casi por completo. El artículo de Newsweek la semana pasada sólo contó con seis párrafos enterrados en la sección "Periscopio". La poca cobertura periodista que desde ese entonces ha aparecido se ha dedicado a menospreciar el significado de las declaraciones de Kamel y a atacar su honradez.

Por ejemplo, el periódico Guardián, basado en Londres, describió la copia taquigráfica de la interrogación como "inconclusa y a menudo insinuante" sin citar ninguna sección o explicar su razonamiento. Pero sí le hizo hincapié a los comentarios de Rolf Ekleus, quien catalogara a Kamel de "mentiroso non plus ultra". Según el artículo, Ekleus concedió que Irak "probablemente ha eliminado" su arsenal biológico, pero que todavía estaba convencido que tenía los medios para reconstruirlo. No ofreció ninguna evidencia.

El comentario de Ekeus se parece a la reacción automática de alguien a quien se le ha descubierto tapando información crucial. De todo modo, Ekeus no puede aceptar las dos alternativas: Kamel no puede ser un mentiroso "non plus ultra" y al mismo tiempo un testigo esencial. Si su testimonio fuera una pila de mentiras, sólo mostraría que Bush, Powell y los otros desde un principio se han basado en la información falsa.

Pero lo más probable es que Kamel haya dicho la verdad. Como comentara Newsweek, la entrevista fue "una mina de oro de información. Tenía una buena memoria y, parte por parte, describió el personal principal, los lugares y el progreso de cada programa dedicado a las armas de la destrucción en masa". Un ayudante militar que desertó con Kamel explicó los datos técnicos y confirmó la declaración de este último que los almacenes de Irak habían sido destruidos. El artículo cita a Ekeus, quien indica que la información era "tan extensa que casi daba vergüenza".

Los hechos muestran que es el gobierno de Bush y no Irak el que miente y engaña de costumbre. Sistemáticamente ha cubierto los hechos y mentido acerca de la evidencia que uno de sus testigos principales ha presentado. Cuando el artículo de Newsweek apareció, la CIA lo llamó falso. Pero cuando la copia taquigráfica original apareció, el gobierno de Bush se quedó callado, pues podía depender de la pensa servil para enterrar la verdad.

Todo este episodio muestra una vez más que los objetivos de Washington en invadir a Irak no tienen que ver nada con las armas para la destrucción en masa, pero sí con el fomento de los intereses estratégicos y económicos en el país y la región en general.