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La diatriba del New York Times contra Michael Jackson

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El New York Times no se queda atrás. Se ha unido a la ofensiva de la prensa en general para desacreditar al cantante Michael Jackson y convertirlo en un demonio. El condado de Santa Bárbara en California le ha imputado cargos de abusos deshonestos contra menores.

Numerosas personas han alzado la voz—sin duda varias que en otra época se aprovecharon bastante del éxito de Jackson y se hicieron ricos por medio de él—para condenar su comportamiento y proclamar que hacía tiempo que se habían dado cuenta del desastre que eventualmente se convertiría en realidad. El arresto de Jackson fue una humillación bárbara, pero para los moralistas abusadores y sádicos de la extrema derecha, a quienes poco les importa que poblaciones indefensas sufran bombardeos mortíferos, ha sido un evento fructífero. Según piensan, los delitos de los cuales se le acusa a Jackson lo han convertido en maldecido de Dios, en un "pedófilo homosexual". Los comentarios de esta gente son tan viles y estúpidos que no merecen repetirse en este artículo.

Y el New York Times ha optado por rechazar el dicho popular que al hombre caído no se le puede patear. Sería un acto injusto y cobarde. Pero el periódico ha entrado en la acalorada discusión sobre el caso de Jackson con comentarios mezquinos y viles.

En un editorial titulado, "La niñez de Michael Jackson", los editores del Times buscan la manera más extraña para lanzar sus golpes dañinos. Escriben que "se presume que [Jackson] es inocente de los cargos que terminaron en su arresto el jueves".

No obstante, Jackson ya ha sido declarado culpable de otro delito: de quedarse en el infantilismo. "La mayoría de la gente no celebra fiestas donde invitan a niños pre adolescentes a dormir en casas ajenas. Aprenden esta lección antes de concluir su propia pre adolescencia. La gran mayoría de la gente nunca necesitan ser exilados de la Neverland de su niñez. Lo dejamos atrás por nuestra propia cuenta".

No solamente es Jackson culpable de "infantilismo". También muestra "una falta de confianza en los adultos, para no decir que también los detesta", según el Times. Pero la verdad es que en los Estados Unidos del momento, los "adultos" que por lo regular aparecen en público merecen ser detestados, inclusive elementos de los corruptos e hipócritas ámbitos "liberales" que el propio New York Times representa. Pero aún cuando los hechos indican que por lo general las actividades de Jackson a beneficio de los niños, sobretodo de niños enfermizos, han sido completamente benevolentes, los editores todavía insisten que su comportamiento "ya hace tiempo que dejó de parecer altruista al mundo que lo rodea".

El editorial concluye con lo siguiente: "Puede que el mundo sea o no sea cruel, pero reserva el derecho de guardarle cierto tipo de desprecio especial a adultos cuya opinión de sí mismos proviene casi exclusivamente de como los niños los ven. El Sr. Jackson merece nuestro desprecio de la misma manera que merece nuestra admiración por sus talentos musicales".

Sí, cruel, pero sin ninguna base en la lógica. ¿Cómo sabe el Times que Jackson opina de sí mismo de esta manera? Y aún así, desde cuando se ha convertido eso en un delito que merece no sólo el desprecio, sino "cierto... desprecio especial"? ¿Con qué derecho usan los editores del Times lenguaje tan abusivo y humillante?

Puesto que en los días venideros el periódico hará cuantiosas alusiones al espíritu de las fiestas navideñas, vale la pena recordar que las Navidades celebran a un individuo que regañó a sus discípulos, diciéndoles, "Dejad que los niños vengan a mí. No se lo prohíban".

Esta no es la primera vez que el Times ha optado por velipendiar a figuras que funcionarios del gobierno han querido convertir en víctimas para ser enjuiciadas y condenadas en el foro público. En diciembre, 2001, el periódico se solidarizó con la decisión del Ministerio de Justicia para acusar formalmente a John Walker Lindh, joven de Estados Unidos capturado en Afganistán , de haber "ayudado a una organización terrorista". Declaró el Times que "el cargo nos parece más o menos correcto".

En esa ocasión, la WSWS puntualizó lo siguiente: "Lejos de mencionar los derechos democráticos de Walker, la intervención del Times esencialmente ha sido para envenenar la opinión del público hacia Walker en circunstancias en que casi nada se sabe del caso; en que nada se ha comprobado contra él; y en que el peso abrumador del estado, armado hasta los dientes y actuando con un militarismo sin restricciones, cae encima de los hombros de un joven de veinte años de edad que ha presenciado cosas que ninguna persona de su edad debería haber visto. En este aspecto, los ‘liberales' del Times muestran una indiferencia horrible".

La explicación para publicar el editorial acerca de Jackson y la extraña lógica en que se basa no son difíciles de entender. Indican una vez más que el propio Times se ha tirado a la derecha; que con más frecuencia le hace caso omiso a los derechos democráticos, sobretodo de aquellos que son perseguidos por el gobierno y la prensa.

El editorial también marca otro paso del Times para extenderle la pipa de la paz a la extrema derecha. Nada le place a los editores de este periódico tanto como una causa común con la derecha Republicana. Pero criticar a Jackson directamente como "pedófilo homosexual" no sería buena idea, dado que el Times tanto se jacta de su falsa tolerancia y que sus lectores más dedicados son por lo general liberales. Determinado a unirse al bando anti jacksonista sin rebajarse al nivel de insultar a los homosexuales abiertamente, el periódico ha optado por una táctica diferente: convertir el infantilismo de Jackson en delito mayor.