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India: la primera visita de un primer ministro israelí utilizada para fortalecer lazos estratégicos

La visita de seis días del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a la India la semana pasada destacó los movimientos de ambos gobiernos para desarrollar aún más las estrechas relaciones bilaterales militares, estratégicas y comerciales. La visita de Netanyahu a la India fue la primera vez que acudió un primer ministro israelí.

En julio pasado, el primer ministro indio Narendra Modi se convirtió en el primer premier indio en visitar el estado sionista, subrayando la determinación de Nueva Delhi de eliminar cualquier vestigio de su política exterior “no alineada” en busca de lazos más estrechos con el aliado del este de los EUA.

Los lazos entre Israel y la India están floreciendo en el contexto de tensiones mundiales que crecen rápidamente. Ambos países son aliados clave del imperialismo estadounidense, Israel en el impulso imprudente de Washington para consolidar su hegemonía en Oriente Medio al rechazar la influencia iraní, y la India en el intento de Estados Unidos de aislar a China, estratégica y militarmente.

El gobierno de BJP de Modi ha transformado a la India en un Estado de primera línea en la ofensiva estratégica militar de Estados Unidos contra China. Modi también ha tomado medidas para desarrollar vínculos bilaterales y trilaterales más estrechos con Japón y Australia, los dos aliados más importantes en Asia y el Pacífico de Washington. En noviembre, la India se unió a un diálogo estratégico cuadrilátero contra China dirigido por Estados Unidos con Japón y Australia, que la administración Trump espera convertir en una alianza de tipo OTAN.

La India ve sus lazos más estrechos con Israel como un medio de perseguir los intereses estratégicos de Nueva Delhi, principalmente asegurando el suministro de armas y tecnología militar avanzada. El BJP supremacista hindú de Modi también tiene intereses ideológicos muy definidos en la profundización de los lazos con Israel, especialmente los sionistas de extrema derecha como Netanyahu. El ideólogo hindutva V. D. Savarkar defendió el sionismo como parte de su agresiva oposición comunitaria a los musulmanes de la India, de quienes afirmó que eran ajenos a la nación india y que se les deberían negar los derechos de ciudadanía plena.

Modi, en una clara indicación del entusiasmo de su gobierno por estrechar lazos con Israel, rompió el protocolo al ir a toda prisa al aeropuerto de Nueva Delhi para recibir a Netanyahu con un cálido abrazo. Netanyahu estuvo acompañado por una delegación de 130 miembros, la mayor delegación de negocios que haya acompañado a un primer ministro israelí en una gira por el extranjero.

Al comienzo de la visita de Netanyahu, ambas partes se apresuraron a declarar que el voto de la India con otros 127 países a favor de una resolución de la ONU que condenaba el reconocimiento del presidente estadounidense Donald Trump de Jerusalén como capital de Israel no afectaría la estrecha relación de ambos países. El 15 de enero, Vijay Gokhale, Secretario a cargo de Relaciones Económicas en el Ministerio de Asuntos Exteriores de la India, declaró: “Ambas partes acordaron que nuestra relación es mucho más amplia y nuestra relación no está determinada por esta votación”. A su llegada a Nueva Delhi, el 14 de enero, el propio Netanyahu afirmó esto, diciendo a los medios de información “un voto negativo no afectaría los lazos”, a pesar de que Israel estaba “decepcionado” por el voto de la India.

El 15 de enero, los dos países firmaron nueve pactos para impulsar la cooperación en áreas clave, incluida la ciberseguridad y la energía, luego de las conversaciones a nivel de delegación encabezadas por Modi y Netanyahu.

En el curso de las conversaciones con Modi, Netanyahu logró asegurar un acuerdo de $500 millones para Nueva Delhi para comprar 1.600 misiles antitanque del contratista de defensa estatal de Israel, Rafael. India había cancelado el contrato solo semanas antes de la visita de Netanyahu a favor de la construcción de misiles locales.

El acuerdo se finalizó en condiciones en las que las tensiones bélicas entre la India y su archirrival Pakistán están en aumento. La NDTV de la India informó recientemente de que el ejército de Pakistán puede tener misiles capaces de atacar tanques y búnkers indios a una distancia de 3-4 km, mientras que los misiles equivalentes de India tienen un alcance de solo 2 km.

En la declaración conjunta emitida durante la visita de Netanyahu, ambos primeros ministros señalaron la “disposición de las empresas israelíes a establecer empresas conjuntas con compañías indias en el sector de defensa bajo la iniciativa Made in India”.

La India ha comprado armas y equipo militar por valor de $10 mil millones a Israel en la última década, lo que convierte a Israel en el tercer mayor proveedor de armas y sistemas de armas a la India, y a la India en el mayor mercado de armas de Tel Aviv. El año pasado, la India firmó dos nuevos mega acuerdos de armas, gastándose $2 mil millones en sistemas de defensa de misiles israelíes.

Otro acontecimiento importante fue el énfasis de los dos líderes en la “importancia de construir una cooperación integral en la lucha contra el terrorismo”, para lo cual firmaron un memorando de entendimiento. Esto indica apoyo mutuo para las políticas militaristas de cada uno que persiguen sus propios objetivos estratégicos: contra los palestinos en el caso de Israel y contra Pakistán en el caso de la India.

En una entrevista exclusiva a Times Now, Netanyahu expresó el apoyo de Israel a cualquier ataque militar futuro de India en territorio paquistaní a través de la Línea de Control (LoC), que divide la Cachemira administrada por India de Pakistán, en nombre de golpear “escondites de terror”. Sus comentarios indudablemente alentarán a la India a repetir los “ataques quirúrgicos” que su ejército llevó a cabo dentro de Pakistán en septiembre de 2016.

Incluso cuando Netanyahu concedió la entrevista, India y Pakistán intercambiaron disparos a través del LoC, lo que provocó la muerte de soldados y civiles de ambos lados.

Públicamente, el gobierno de Modi ha difundido la mentira transparente de que la cooperación cada vez más profunda de la India con Israel de ninguna manera afecta su postura sobre Palestina. La declaración conjunta dijo que los dos líderes habían discutido la situación diplomática con los palestinos, pero omitieron, sin duda ante la insistencia de Netanyahu, incluso una referencia estándar al respaldo de la India a la llamada “solución de dos Estados”.

Inquietado por la caída del crecimiento de la India durante 2016-17, el gobierno del BJP ha intensificado su impulso para las reformas “a favor de los inversores”. Hablando en el Foro de Innovación Empresarial India-Israel el 15 de enero, Ramesh Abhishek, el secretario del Departamento de Política Industrial y Promoción, prometió que Nueva Delhi “resolverá todos los problemas y facilitará y mejorará las cosas para que las empresas israelíes hagan negocios en India”. “Buscando acceso sin restricciones para los grandes negocios israelíes, Netanyahu declaró: “Si quieres tener poder económico, debes reducir los impuestos, simplificar los impuestos y debes cortar la burocracia”.

Bajo el primer ministro de India, Jawaharlal Nehru, y su gobierno del Partido del Congreso, Nueva Delhi se opuso a la admisión de Israel a la ONU en 1949, un año después de que se fundara el Estado sionista y cientos de miles de palestinos fueran desposeídos. Para reforzar sus falsas credenciales “antiimperialistas”, y como parte de su promoción de una política de “no alineamiento” durante la Guerra Fría, la India durante décadas afirmó ser una defensora de la causa palestina y se negó a establecer lazos diplomáticos formales con Israel.

Esta política estaba ligada a las estrechas relaciones que India estableció con la Unión Soviética durante la década de 1950 en respuesta a la floreciente asociación militar-estratégica de Washington con Pakistán. Tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, Nueva Delhi reorientó su política exterior hacia la búsqueda de relaciones más estrechas con las potencias occidentales, especialmente Washington. En 1992, el gobierno del Congreso de Narasimha Rao estableció relaciones diplomáticas plenas con Israel. Desde entonces, las relaciones de Nueva Delhi con Tel Aviv han sido ampliadas sistemáticamente tanto por el Congreso como por los gobiernos liderados por el BJP.

Habiendo iniciado relaciones diplomáticas con Israel y desarrollado con entusiasmo la relación con Tel Aviv, el Partido del Congreso no tiene diferencias serias con la campaña de Modi para expandir la asociación de India con Israel a fin de perseguir los intereses estratégicos de la élite india, especialmente el fortalecimiento de su destreza militar. El Partido del Congreso no emitió ninguna declaración oficial sobre la visita de Netanyahu, pero publicó un video en Twitter burlándose de los abrazos de Modi por parte de varios líderes mundiales, incluidos Trump y Netanyahu.

El único desacuerdo significativo dentro de la élite gobernante sobre la visita de Netanyahu provino de los estalinistas indios. El Partido Comunista de la India (Marxista) o CPM, y el Partido Comunista de India (CPI), junto con varios otros partidos en su Frente de Izquierda, realizaron una protesta en Nueva Delhi el 15 de enero contra la visita, criticando a Tel Aviv principalmente por su represión brutal de los palestinos.

Sin embargo, la oposición de los estalinistas se basa en la defensa de los intereses nacionales de la burguesía india y no tiene nada que ver con los intereses de la clase obrera india e internacional o la lucha contra el imperialismo. Un artículo en el semanario en inglés del CPM Peoples Democracy el 14 de enero culpó al gobierno de Modi de “sacrificar los intereses del país para servir la causa de países como Israel y Estados Unidos”.

(Artículo publicado en inglés originalmente el 27 de enero de 2018)

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