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Huelga en peligro: el UAW y GM preparan finalizar huelga e imponer un contrato traicionero

La huelga de cuatro semanas de 48.000 trabajadores de General Motors está en peligro. Las declaraciones de la compañía y el sindicato United Auto Workers dejan en claro que ambas partes están buscando frenéticamente una forma de acabar la huelga lo antes posible y forzar concesiones radicales.

Anoche, el vicepresidente del UAW para GM, Terry Dittes, emitió una declaración que todos los trabajadores deben tomar como una advertencia urgente.

"Hace poco tiempo, hoy, viernes 11 de octubre de 2019, hicimos una contrapropuesta a la última oferta de la Compañía", escribió Dittes. Tras afirmar que la nueva oferta del sindicato cubría todos los asuntos pendientes, la carta señaló la probabilidad de un acuerdo, declarando: "Si GM acepta este conjunto de propuestas, tendremos un Acuerdo Provisional".

Una línea de huelga en el centro tecnológico de GM en Warren el Friday (Crédito: World Socialist Web Site)

Indicando que el UAW estaba preparada para aceptar más concesiones más allá de las que ya están en su nueva contraoferta, Dittes agregó: "Continuaremos trabajando, nuevamente, durante este fin de semana para llegar a un Acuerdo Provisional".

Dittes y el UAW están tratando de romper la huelga, que ya ha paralizado el trabajo de cientos de miles de trabajadores de automóviles y autopartes en Estados Unidos, México y Canadá. El repentino anuncio se produce poco después de que los principales funcionarios del UAW se reunieran en secreto con la directora ejecutiva de GM, Mary Barra, el miércoles. Los trabajadores de las tres empresas con sede en Estados Unidos, GM, Ford y Fiat Chrysler, deben actuar para movilizarse de inmediato para evitar esta traición.

Si se anuncia un acuerdo, los trabajadores deben exigir:

* No volver a trabajar sin un voto no manipulado, supervisado por los monitores elegidos democráticamente por los propios trabajadores.

* La publicación inmediata de todo el contrato, incluidos todos los memorandos de entendimiento, y al menos una semana completa para que los trabajadores revisen el contrato, línea por línea, antes de votar.

El UAW, que se vio obligado a convocar una huelga frente al sentimiento abrumador entre los trabajadores automotores a favor de una huelga nacional, ha tratado de aislar y desgastar la huelga desde el principio. Ha forzado a los trabajadores de Ford y Fiat Chrysler a permanecer en el trabajo, mientras que la gerencia impone horas extras para almacenar vehículos. Al mismo tiempo, ha obligado a los trabajadores de GM a subsistir con raciones de hambre de $250 por semana en sueldo de huelga, de un fondo de huelga por valor de casi $800 millones.

El UAW está promoviendo el nacionalismo antimexicano tóxico para evitar una lucha unificada de los trabajadores automotores estadounidenses y sus hermanos y hermanas de clase a través de la frontera, y para justificar concesiones sobre el uso de trabajadores temporales, beneficios médicos y salarios en nombre de mantener la “competitividad” de los estadounidenses.

La tarea a la que se enfrentan los trabajadores automotores es tomar ahora la iniciativa y quitarles la conducción de la huelga de las manos de los agentes sobornados de la compañía en el UAW. Los trabajadores automotores deben celebrar reuniones y discusiones para sentar las bases para el establecimiento de comités de base para formular las propias demandas de los trabajadores, ampliar la huelga a Ford y Fiat Chrysler y unificarse con los trabajadores internacionalmente.

La reunión secreta del miércoles entre los negociadores del UAW y Barra dejó en claro que la compañía exige que el sindicato ponga fin a la huelga. Escoltados por guardias armados a la oficina de Barra en la sede de GM en el centro de Detroit, el presidente del sindicato Gary Jones y el vicepresidente Dittes recibieron sus órdenes. Según la propia versión de Dittes, Barra exigió una resolución rápida de los problemas pendientes para que el UAW pudiera hacer una "oferta integral". "Estuvimos de acuerdo con esa solicitud", dijo Dittes.

General Motors había hecho una propuesta al UAW el lunes por la noche. Sin embargo, el UAW, actuando bajo órdenes de GM, acordó mantener en secreto el contenido de la propuesta.

Pero para el jueves por la noche, la compañía, bajo la presión de sus acreedores e inversores de Wall Street, aparentemente comenzó a perder la paciencia con la lentitud de las conversaciones. En una carta a Dittes, el vicepresidente de relaciones laborales de GM, Scott Sandefur, escribió que la compañía había esperado, pero no recibió una contraoferta del UAW el jueves. "Como lo hemos pedido repetidamente, debemos entablar negociaciones sobre todos los asuntos durante todo el día para llegar a un acuerdo", escribió Sandefur.

El viernes, GM envió una carta directamente a los miembros del UAW con los supuestos puntos destacados de la oferta del lunes, incluidos "salarios y pagos únicos" y un "camino claro hacia el empleo permanente" para los trabajadores temporales. Esto significa, en lenguaje sencillo, una expansión de los trabajadores temporales (con un "camino claro" sin valor hacia el empleo a tiempo completo) y aumentos salariales por debajo de la inflación, similar a una propuesta anterior que la compañía había descrito en un lenguaje casi idéntico.

En respuesta, el UAW emitió un comunicado denunciando las supuestas "tácticas dilatorias" de la compañía.

"Nuestros miembros están listos para volver a trabajar", escribió, "pero GM está deteniendo deliberadamente el proceso para privar a los trabajadores de UAW-GM de las líneas de huelga para proteger millones de dólares en bonos corporativos". La hipocresía del UAW es asombrosa, dado que está matando de hambre a sus propios miembros para proteger el "fondo de huelga" masivo que utiliza como fondo para sus vacaciones de lujo y otras formas de corrupción.

Dittes lanzó una declaración en video en la página de Facebook del UAW el viernes por la tarde en la que denunció la "estrategia de la compañía de revelar medias verdades".

Esta postura de oposición a GM equivale a una admisión involuntaria de la propia traición del UAW. Si la compañía ha estado negociando de mala fe, ¿por qué el sindicato ha mantenido un muro de silencio sobre el contenido de las conversaciones y por qué se ha negado a extender la huelga a Ford y Fiat Chrysler?

Solo el viernes pasado, Dittes emitió una carta anunciando que ambas partes habían logrado un "buen progreso" en las negociaciones y sugiriendo que era inminente un acuerdo tentativo. El UAW ahora está admitiendo efectivamente que les había estado mintiendo a sus miembros desde el principio.

El UAW y GM no son adversarios. Son coconspiradores que no están involucrados en "negociaciones" sino en sesiones de estrategia sobre cómo imponer concesiones a los trabajadores automotores.

El papel del UAW se resumió en un "mitin" patrocinado por el sindicato celebrado ayer en el Centro Técnico Warren de GM. Si bien el UAW afirmó en un folleto que estaba movilizando a sus miembros de toda el área de Detroit, la manifestación fue un truco al que asistieron no más de unas pocas docenas de personas, principalmente miembros de la burocracia y políticos locales del Partido Demócrata. El UAW no ha intentado atraer a los empleados oficinas que trabajan en las instalaciones, y ha obligado que los piquetes se queden viendo desde la acera como cientos de trabajadores asalariados entran y salen de las instalaciones diariamente.

El cinismo del sindicato contrastaba fuertemente con la actitud de los trabajadores que participaron en la manifestación. Expresaron un poderoso deseo de unidad en toda la industria e internacionalmente.

"Creo en una sociedad basada en la igualdad en todo el mundo", dijo un trabajador de la salud. “[El UAW] no debería separarnos de nuestros hermanos y hermanas en México. En todos los países, los trabajadores tienen los mismos intereses.

“Luchar unos contra otros no nos lleva a ninguna parte. Por eso quieren continuar la división. Quieren el poder para controlarnos".

(Publicado originalmente en inglés el 12 de octubre de 2019)

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