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La vida de los inmigrantes en los Estados Unidos durante la pandemia de COVID-19

Las redadas de ICE continúan, las solicitudes de asilo son rechazadas y los centros de detención siguen siendo focos potenciales del Coronavirus

En medio de la pandemia de COVID-19, la administración Trump está intensificando su represión abusiva y violenta contra los inmigrantes. Pese a que el virus se ha extendido a todos los estados del país, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de los Estados Unidos ha continuado con las redadas de inmigración, los arrestos selectivos y las deportaciones. Además, según los informes, la administración Trump ahora está rechazando a todos los migrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México—en flagrante desafío al derecho internacional—con el pretexto de contener la propagación de la pandemia.

Como parte de una iniciativa llamada “Operación Palladium”, cientos de oficiales adicionales de ICE se están desplegando en automóviles sin identificación a “ciudades santuario”, aquellas ciudades que, debido a la presión pública derivada de amplias poblaciones de inmigrantes, impiden que la policía local cumpla plenamente con solicitudes de deportación de agentes de ICE.

La operación comenzó el mes pasado justo cuando se iniciaba el brote de coronavirus y, según los informes, continuará hasta fin de año. El miércoles, ICE anunció que llevaría a cabo arrestos “de misión crítica” hasta que la amenaza de COVID-19 hubiera terminado.

Algunas de las ciudades objetivo incluyen Boston, Nueva York, Newark, Chicago, San Francisco, Los Ángeles, Detroit, Nueva Orleans y Atlanta.

Centro de detención en McAllen, Texas, domingo 17 de junio de 2018 (Foto Aduana y Protección Fronteriza de los Estados Unidos)

Muchas de estas ciudades importantes están actualmente bajo órdenes de “mantenerse en casa” o están siendo consideradas bajo esta norma, debido a la propagación desenfrenada del virus. ICE está utilizando la pandemia como un medio para intensificar sus esfuerzos. El New York Times informó que el objetivo de la Operación Palladium es “arrestar a la mayor cantidad posible de inmigrantes indocumentados” e “inundar las calles”.

Los funcionarios de ICE le dijeron al Los Angeles Times que se pueden tomar medidas “precautelares” debido al brote del virus; sin embargo, las medidas de precaución mencionadas no son, por supuesto, para los inmigrantes sino para proteger a los oficiales de ICE. La mayoría de los departamentos han suministrado máscaras para los agentes y desinfectante para manos.

Docenas de periódicos locales y nacionales informan que los oficiales de ICE han estado acosando a individuos hasta 12 horas al día para arrestarlos fuera de sus hogares o lugares de trabajo. Ha habido una gran cantidad de arrestos solamente en las últimas dos semanas:

  • En Denver, Colorado, ICE arrestó a dos personas el viernes 13 de marzo. Una de las personas detenidas fue una mujer que se dirigía a recoger a sus hijos. Sus hijos tuvieron que averiguar qué había sucedido con un vecino después de encontrar cerca el automóvil de su madre, informó el Denver Post.
  • En Scranton, Pensilvania, ICE arrestó a un hombre cuando salía de la sala de emergencias de un hospital el lunes.
  • Ha habido al menos seis redadas por parte de funcionarios de inmigración en el condado de El Paso en las últimas dos semanas, según Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza de Derechos Humanos.
  • En Cedar Rapids, Iowa, un grupo de oficiales de ICE, en colaboración con la policía local, allanó al menos dos casas el miércoles por la mañana antes de arrestar a tres jóvenes de Guatemala.
  • En febrero, un hombre en Brooklyn fue sacado de un hospital y esposado después que los agentes de ICE, usaron un arma de electrochoque contra el hijo de su novia a quien también le dispararon, pese a que estaba desarmado.

La intensificación de la actividad de ICE contra los inmigrantes ha generado preocupación entre los grupos de defensa ante la posibilidad que cerca de los 11 millones de trabajadores y jóvenes indocumentados que actualmente viven en los Estados Unidos eviten buscar tratamiento médico en medio de la pandemia debido al temor a la deportación.

Según el sitio web de ICE, se supone que los hospitales y otras instalaciones de tratamiento médico son “ubicaciones sensibles”, lo cual significa que están en gran medida exentos de las acciones de aplicación de la ley de inmigración. Sin embargo, un portavoz de ICE no descartó la posibilidad, diciendo que los arrestos en los hospitales solo ocurrirían “bajo circunstancias extraordinarias”.

Para aquellos que permanecen en centros de detención, no se han tomado medidas para garantizar su protección. Debido a las terribles condiciones y los barrios extremadamente cercanos, todos los centros de detención y las cárceles en los Estados Unidos corren un alto riesgo de convertirse en epicentros de la pandemia.

La experiencia en China con los sistemas penitenciarios da una indicación de los posibles resultados catastróficos si no se toman medidas. A fines de febrero, las cárceles chinas informaban más de 500 casos repartidos en al menos cuatro centros penitenciarios en tres provincias.

El sistema legal penal estadounidense retiene a casi 2.3 millones de personas en prisiones, cárceles, centros de detención y hospitales psiquiátricos. Eduardo Canales, fundador del Centro de Derechos Humanos del Sur de Texas, dijo al WSWS: “La administración Trump puede tratar de argumentar que estar en las cárceles de detención es similar a la cuarentena y, por lo tanto, es más seguro para los migrantes, pero esto simplemente no es cierto”.

Los centros de detención cuentan con una gran cantidad de personal correccional, vendedores, trabajadores de la salud y visitantes, que constantemente entran y salen, todos los cuales, potencialmente podrían introducir el virus. Si no se toman medidas ahora, los funcionarios de salud advierten que no se trata de si las cárceles y las cárceles se convertirán en epicentros importantes —una advertencia severa para un país que tiene en sus cárceles el 25 por ciento de la población carcelaria del mundo.

Canales señaló su profunda preocupación por la población inmigrante tanto dentro como fuera de los centros de detención: “La continuación de las redadas de ICE en estas circunstancias muestra la completa inhumanidad y crueldad de todo el sistema. Trump, y aún más [su asesor principal] Stephen Miller , están empeñados en erradicar a los “extranjeros” de los Estados Unidos. Esto muestra una vez más el carácter brutal de ICE”.

Canales también señaló el papel criminal que jugó la administración de Obama para reforzar la patrulla fronteriza y llenar los centros de detención de inmigrantes bajo su administración, allanando el camino para Trump.

“Lo que estamos enfrentando es una crisis humanitaria. ... Aquellos inmigrantes en los centros de detención, enfrentan un doble golpe —es doble terrorismo. Primero, son detenidos y luego son sujetos a condiciones espantosas, y ahora están en riesgo de contraer el virus”.

Las condiciones usualmente atroces en los centros de detención —en medio de la creciente pandemia— han empeorado considerablemente. Representantes de RAICES, el Centro de Educación y Servicios Legales para Refugiados e Inmigrantes, que hablaron con el WSWS, han escuchado por parte de los detenidos en el Centro de Detención de Karnes en Texas que no se les están abasteciendo con los más básicos artículos, como desinfectante para manos.

Un detenido en Karnes , procedente de la República Democrática del Congo, proporcionó a los reporteros de WSWS una declaración que dice: “Aquí en este centro de detención, no tenemos acceso a desinfectantes para manos o máscaras, ni a nada que pueda protegernos contra el virus, ya que todos estamos juntos y atrapados en cuartos cerrados. Los funcionarios aquí no nos han dicho nada sobre lo que está sucediendo afuera, ni sobre las precauciones adicionales que debemos tomar”.

Continúa: “Tenemos miedo porque nadie nos dirá nada y tememos que nadie nos cuide. Tenemos miedo porque no sabemos cómo protegernos, nadie compartirá nada con nosotros. Tememos que muchas personas puedan morir sin la atención médica adecuada. Si fuéramos liberados, podríamos vivir con familiares y amigos y ayudar a frenar la propagación del virus”.

Gabriela Domenzain, asesora principal de inmigración de Brooklyn Defender Services, describió la situación en una declaración el 18 de marzo: “Sabemos que en un día cualquiera, los inmigrantes detenidos son maltratados y que su acceso a la atención médica es bastante reducido. Y ahora, es peor aún. A nuestros clientes se les niega el jabón, el desinfectante de manos e incluso la información básica sobre la existencia de esta pandemia y cómo evitar el contagio. Brooklyn Defender Services se ha unido a la comunidad de defensa en el estado de Nueva York para solicitar que ICE libere a nuestros clientes bajo condiciones seguras, pero se han negado”.

Su declaración finalizó indicando que “COVID-19 no conoce fronteras ni muros de prisión y que está en nuestro país y el interés de nuestros clientes es asegurarse que todos puedan protegerse y mantenerse a salvo durante este tiempo”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 19 de marzo de 2020)

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