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Perspectiva

Trump, la prensa y el desastre del COVID-19

El domingo, el New York Times publico una larga exposición documentando el fracaso del Gobierno de Trump para reaccionar ante las repetidas advertencias dentro del propio Gobierno federal de que EE. UU. se enfrentaba a un desastre inminente que podría cobrar cientos de miles de vidas.

El Timesseñaló, “La oficina del Consejo de Seguridad Nacional a cargo de rastrear pandemias recibió reportes de inteligencia a principios de enero prediciendo una propagación del virus a EE. UU. y en pocas semanas presentó opciones como mantener a los estadounidenses en casa, fuera del trabajo, y cerrando ciudades del tamaño de Chicago. El Sr. Trump evitó tales pasos hasta marzo”.

El presidente Donald Trump habla durante la rueda de prensa de la mesa de trabajo sobre el coronavirus en la Casa Blanca, viernes 10 de abril de 2020, Washington (AP Photo/Evan Vucci)

Estas advertencias fueron repetidas por los Institutos Nacionales de Salud, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, e incluso por funcionarios del gabinete de la Casa Blanca. Sin embargo, a pesar de estas advertencias, la Administración de Trump no llevó a cabo las medidas más básicas para contener la pandemia. El 2 de marzo, casi dos meses después de que Trump recibiera las advertencias iniciales de que la pandemia golpearía los Estados Unidos, menos de 500 personas habían sido sometidas a pruebas de COVID-19 en todo el país. Para entonces, se había estado propagando sin control durante más de un mes.

En público, Trump minimizó deliberadamente la gravedad de la enfermedad, afirmando falsamente que la pandemia no era peor que la gripe. Argumentó que desaparecería por sí sola y declaró que la enfermedad era una “farsa”. El domingo, Trump retuiteó un mensaje instándole a despedir al Dr. Anthony Fauci, su principal asesor científico, quien declaró públicamente que iniciar medidas antes habría salvado vidas.

Claramente desconcertado por la exposición de la incompetencia de su Administración, Trump, como de costumbre, arremetió salvajemente contra la prensa el lunes, insultando a los reporteros en otra muestra de ignorancia, brutalidad, atraso y engrandecimiento personal. Como de costumbre, Trump pasó la mayor parte de su conferencia de prensa elogiándose a sí mismo y negando toda responsabilidad por el desastre que se está produciendo.

Aunque el informe del Times presenta un importante relato de la incompetente respuesta de la Administración de Trump a la pandemia, una parte muy significativa queda por fuera. No explica por qué la clase dirigente en su conjunto no estaba preparada para hacer frente a la pandemia.

La desastrosa serie de errores de Trump derivó naturalmente de las políticas adoptadas por toda la élite política y los Gobiernos anteriores. Después de todo, las Administraciones de Bush y Obama destriparon la preparación en la salud pública, recortando los fondos año tras año. A pesar de las advertencias sobre el peligro de una pandemia durante al menos dos décadas, no se tomó ninguna medida para tener reservas de equipo necesario.

Además, desde enero hasta la fecha, ningún sector de la élite política estadounidense pidió seriamente una expansión importante del gasto en salud pública y un programa masivo de pruebas, cuarentena y localización de contactos que podría haber detenido la pandemia y salvado decenas de miles de vidas. Y, sin embargo, en cuestión de semanas, ambos partidos pudieron trabajar juntos para asegurar un rescate multimillonario de Wall Street y de las grandes corporaciones, haciendo que el mercado de valores se disparara, incluso cuando millones de personas perdieron sus empleos.

El relato del Times tampoco explica el hecho de que el historial del propio Times y de otros medios importantes es tan miserable como el de Trump.

A pesar de las numerosas advertencias sobre el nuevo coronavirus en los medios de comunicación internacionales, a partir de principios de enero, el New York Times no dedicó su primer editorial al tema hasta el 29 de enero. El periódico que tan a menudo sirve de conducto para “fuentes anónimas” dentro del aparato de inteligencia no informó sobre los “informes de inteligencia de principios de enero en los que se predice la propagación del virus a los Estados Unidos” como una de las “noticias bombas” que tan a menudo ha estallado en sus titulares.

En su editorial del 29 de enero, el periódico advirtió que el mayor factor de riesgo en la propagación del COVID-19 era la “desconfianza” en las “instituciones”, que el periódico utiliza para referirse tanto a sí mismo como a los organismos de inteligencia de los Estados Unidos. No pidió ninguna medida de emergencia para combatir la enfermedad, ni una ampliación de las capacidades de pruebas, cuarentena y rastreo de contactos.

Luego, un silencio general se apoderó del diario durante todo un mes, durante el cual el New York Times no escribió ni un solo editorial sobre la pandemia. No fue hasta el 29 de febrero, cuando hubo 63 casos documentados en los Estados Unidos y se confirmó la transmisión comunitaria, que el consejo editorial del Times volvió a tocar el tema.

Durante el período intermedio, que abarcó la conclusión del fallido juicio político contra Trump sobre la base de falsas acusaciones de “colusión” con Rusia, el Times presentó a sus lectores las habituales acusaciones de “injerencia rusa” en la sociedad estadounidense, la propaganda bélica, la histeria del #MeToo (#YoTambién) y las exigencias de ampliar el poder de los organismos de inteligencia de los Estados Unidos.

Durante el mes de febrero, los mercados bursátiles de los Estados Unidos siguieron alcanzando nuevos máximos. Trump ha en dejado claro en repetidas ocasiones que su principal preocupación en torno a hacer frente a la pandemia era su impacto en la economía y, en particular, en la bolsa de valores. No es difícil suponer que el consejo editorial del Times estaba preocupado por lo mismo cuando buscó restarle importancia a las “malas noticias”.

De hecho, cuando su comité editorial volvió al tema el 3 de marzo, fue con un nuevo enfoque: “Si el Gobierno federal no lograre contener la propagación del coronavirus, y el panorama económico se oscureciere, un estímulo de tan gran alcance podría ser necesario”.

Mientras el Times guardaba silencio sobre la pandemia de COVID-19, los políticos demócratas y republicanos preparaban un proyecto de ley bipartidista de estímulo que incluía $450 mil millones en rescates corporativos y financiaba los $5 billones que la Reserva Federal le pagaría a Wall Street y a las grandes empresas.

El silencio de la Administración de Trump y el Partido Demócrata contrasta con las extensas advertencias del World Socialist Web Site .

En un artículo publicado el 24 de enero por Benjamin Mateus se señalaba que “ha aparecido evidencia de que se está produciendo una infección de persona a persona” y que “ya se han confirmado casos en Tailandia, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Vietnam, Singapur, Arabia Saudita y los Estados Unidos”.

En una columna de perspectiva del 28 de enero titulada “El brote de coronavirus de Wuhan y la amenaza mundial de enfermedades infecciosas”, el WSWS señaló: “El brote ha expuesto la enorme vulnerabilidad de la sociedad contemporánea a nuevas cepas de enfermedades infecciosas, peligros para los que ningún Gobierno capitalista se ha preparado adecuadamente”.

El WSWS declaró: “Aunque la situación en China es grave, los llamados países del primer mundo no están preparados para hacer frente a un brote de la magnitud que se está produciendo actualmente en Wuhan”.

La perspectiva continuó:

Puesto de otra manera, mientras los Gobiernos del mundo, particularmente EE. UU. han preparado planes detallados para guerras grandes durante el último cuarto de siglo, no se han dedicado tales recursos o preparación para combatir la serie de epidemias que han plagado el mundo durante el último periodo. Desde 1996, ha habido 67 epidemias en el mundo, incluyendo el brote de las vacas locas de 1996 a 2001, la influenza en 2009, Zika en 2015-2016, y la continua epidemia del VIH/SIDA que matado al menos a 30 millones de personas desde que apareció en 1960.

Estos desastres son prevenibles cada vez. La ciencia médica ha avanzado al punto en que es capaz de identificar nuevos virus en semanas y desarrollar vacunas en meses. Pero, aun así, la entonces directora general de la OMS, Dra. Margaret Chan, declaró en 2014, en relación con el brote del Ébola, “una industria guiada por ganancias no invierte en productos para mercados que no pueden pagarlos”. …

Los planes de lucro, a corto plazo y mercenarios, que son intrínsecos del capitalismo son incapaces de asignar los recursos necesarios para anticipar y prepararse para riesgos globales.

Durante el mes siguiente, en el período en que el comité editorial del New York Times guardó silencio, el World Socialist Web Site escribió cuatro declaraciones importantes sobre la pandemia además de su cobertura diaria de noticias.

En “La pandemia del coronavirus: un desastre global” el 11 de febrero, el World Socialist Web Site condenó las políticas nacionalistas y xenófobas de la Administración de Trump y las declaraciones del secretario de Comercio, Wilbur Ross, de que la pandemia “acelerará el retorno de los empleos a América del Norte”. Advirtió: “Al igual que todos los demás problemas sociales —incluida la mayor desigualdad social cada vez mayor, el cambio climático acelerado y la mayor amenaza de guerra— la epidemia de coronavirus es un problema mundial que requiere una solución internacional”.

El 27 de febrero, el WSWS publicó una perspectiva titulada “La pandemia de coronavirus y la necesidad de una medicina socializada global”, Alex Lantier escribió: “Es fundamental que el sistema de salud mundial sea capaz de aislar a los pacientes, limitar la velocidad de propagación de la enfermedad y dedicar los recursos necesarios para proporcionar cuidados intensivos a los pacientes que desarrollan neumonía a partir de la infección”.

Al día siguiente, el WSWS publicó una declaración del Comité Internacional de la Cuarta Internacional que declaraba: “El gobierno de los EE.UU. no está en absoluto preparado para un brote importante. No hay ningún sistema preparado para detectar el virus”.

Concluyó: “La clase obrera debe exigir que los Gobiernos pongan a disposición los recursos necesarios para contener la propagación de la enfermedad, tratar a los infectados y garantizar el sustento de los cientos de millones que se verán afectados por las repercusiones económicas”.

El World Socialist Web Site no tiene los vastos recursos financieros disponibles del New York Times. Y aun así fuimos capaces de advertir al público sobre el desastre que estaba a punto de ocurrir.

Esto se debe a que el WSWS está motivado por una orientación política completamente diferente. La preocupación tanto de la Administración de Trump como del New York Times, el principal medio del Partido Demócrata, es proteger los intereses financieros y económicos de la élite gobernante. La preocupación del WSWS es la defensa de la clase obrera y la gran masa de la población.

Así como fallaron en advertirle al público sobre los peligros presentados por la propagación del coronavirus en todo el país, tanto el Gobierno de Trump como el New York Times están buscando nuevamente minimizar la pandemia y crear el clima para un regreso prematuro al trabajo. El World Socialist Web Site está enfocado en advertir sobre tales pasos, argumentando que las vidas humanas deben tomar prioridad por sobre las ganancias de la élite gobernante.

Por más de dos décadas, el World Socialist Web Site, la publicación del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, ha probado ser una herramienta indispensable en la defensa de los intereses sociales y políticos de la clase trabajadora.

(Publicado originalmente en inglés el 14 de abril de 2020)

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