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Huelga de 4.000 trabajadores de la Universidad de Illinois en Chicago llega a coyuntura crítica

La huelga de 4.000 trabajadores de servicios en el Hospital de la Universidad de Illinois en Chicago (UIC) y 800 enfermeros del sistema estatal del Hospital de la Universidad de Illinois (UIH) está llegando a una coyuntura crítica. La huelga pone a casi 5.000 trabajadores del sector público en conflicto con el aparato del Partido Demócrata, el cual controla el estado de Illinois.

A partir del viernes, el sindicato Illinois Nurses Association (INA) acabó la huelga de 800 enfermeros y los obligó a regresar a trabajar sin contrato el sábado por la mañana después de reunirse con los administradores del UIH el jueves por la noche. Esto dejó a 4.000 trabajadores de servicios en huelga que son miembros del local 73 del sindicato Service Employees International Union (SEIU) aislados en las líneas de piquete en el Hospital de la UIC, que forma parte del sistema de la UIH. El local 73 también mantuvo a 25.000 de sus miembros trabajando durante la huelga, aislando a los miembros desde dentro.

El INA pidió una huelga limitada de siete días, que comenzó el 12 de septiembre tras una votación de huelga casi unánime. Sin embargo, solo 800 enfermeros participaron en los piquetes de huelga debido a una orden de restricción contra 525 enfermeros que trabajan en cuidados intensivos. El fallo se tomó en respuesta a una queja de la junta de 13 miembros de los fideicomisarios de la Universidad de Illinois, que incluye al gobernador demócrata de Illinois, J.B. Pritzker.

Enfermeros del UIH en huelga (Fotografía del WSWS)

Los enfermeros se declararon en huelga para exigir una cantidad segura de personal por paciente, equipo de protección personal adecuado y el fin de los recortes salariales. Hasta el momento, ninguna de sus demandas se ha cumplido.

Las negociaciones entre el INA y los administradores de la UIH, que incluyen la junta universitaria compuesta por administradores millonarios y multimillonarios, se reanudarán hoy. Tanto el INA como el SEIU han trabajado para mantener a sus miembros al margen de las negociaciones. Mientras tanto, la prensa corporativa de Chicago, incluidos los periódicos Sun-Times y Tribune, están ocultando la huelga para evitar que el apoyo a la huelga llegue a la clase trabajadora de manera más amplia.

El sábado, WBBM News Radio informó que el hospital de la UIC estaba ofreciendo aumentos de 0, 1,5, 1,5 y 1,5 por ciento por el plazo del contrato de cuatro años después de una demanda inicial de congelación salarial.

Las negociaciones están en curso para los trabajadores de servicios del local 73 del SEIU, quienes se unieron a la huelga el lunes, solo después de que la dirigencia del sindicato no pudiera reprimir el abrumador deseo de unirse a la huelga de los enfermeros. Los trabajadores de servicios de la UIC convocaron una votación de huelga durante la primera semana de septiembre.

Estos trabajadores incluyen cajeros, conserjes, asistentes de estacionamiento, cuidadores de animales de laboratorio, técnicos médicos de emergencia y fisioterapeutas. Están en huelga para exigir equipo de protección adecuado, un aumento en los niveles de personal, un salario mínimo por hora de $15 y la protección de sus trabajos y beneficios.

Aunque se encuentre cerca del centro de Chicago, a muchos trabajadores de servicios en la UIC se les paga menos que el salario mínimo de la ciudad de $14 por hora para empleadores con 21 o más trabajadores. Esto es posible a través de un vacío legal que los clasificó como trabajadores estatales, porque trabajan para el sistema de la Universidad de Illinois.

El salario de $15 por hora promovido por el sindicato SEIU es en sí un salario de pobreza, e incluso si se otorgara no sería un aumento sustancial para los trabajadores, sino que simplemente lo alineará con el aumento del salario mínimo de Chicago a $15 por hora que entrará en vigor el 1 de julio de 2021.

El SEIU es una de las organizaciones detrás de la campaña “Lucha por $15” que comenzó en 2012, cuando $15 por hora todavía era un salario inadecuado para muchos trabajadores en las ciudades de Estados Unidos. Desde entonces, no ha buscado ajustar esta demanda, a pesar de que $15 en 2012 equivalía a aproximadamente $16.70 en 2019.

Desde el principio, tanto el INA como el SEIU han buscado aislar y limitar la lucha de los trabajadores jospitalarios para hacer cumplir todas las demandas de la gerencia. Ambos sindicatos afirman que todo lo que pueden hacer los trabajadores es pedir apoyo al gobernador Pritzker, un multimillonario con un patrimonio neto de 3.400 millones de dólares.

En julio, el INA traicionó una valiente lucha de más de 700 enfermeros en el centro médico AMITA St. Joseph’s Health en Joliet, Illinois. El sindicato los envió de regreso a trabajar después de que un contrato fuera aprobado con una votación de solo el 43 por ciento de los miembros elegibles. El contrato no hizo nada para abordar las proporciones de personal por paciente ni las protecciones ante el COVID-19 y mantuvo el costo exorbitante de las contribuciones de bolsillo para las primeras del seguro médico, con un límite del 25 por ciento para los enfermeros a tiempo completo y del 35 por ciento para los de tiempo parcial. No recibieron aumentos salariales para 2020 según el contrato, solo un bono de $500 para los enfermeros a tiempo completo y $250 para los que trabajan a tiempo parcial. Los salarios aumentarán solo un 2 por ciento en 2021 y 2022 bajo el acuerdo entreguista, por debajo de la tasa de inflación en 2019.

En mayo, el SEIU se negó a convocar una huelga, después de que casi 10.000 trabajadores de hogares de ancianos votaran a favor por un amplio margen, e i mpusieron un acuerdo que contenía salarios de pobreza y ninguna medida adicional de salud y seguridad mientras el mortal coronavirus continuaba arrasando las instalaciones.

Después de no darles a los huelguistas ningún pago durante la huelga durante casi una semana, el SEIU anunció recientemente un falso “fondo de dificultades”. Según su sitio web, solo proporcionará a los “trabajadores elegibles” una suma insignificante de “hasta un máximo de $250 por semana y $550 en total o hasta que se hayan desembolsado todos los fondos”. Los trabajadores ni siquiera pueden solicitar estos beneficios hasta el 28 de septiembre. Esto es parte de un plan deliberado del sindicato para obligar a los trabajadores a aceptar un contrato entreguista a través del chantaje económico.

El World Socialist Web Site habló con los trabajadores de servicios de construcción en huelga sobre su lucha en los piquetes.

“Se trata realmente de los salarios”, dijo Kevin a los reporteros. “No nos pagan lo suficiente por lo que hacemos. Nos quitaron nuestro pago de COVID. El virus todavía está aquí. A nosotros también nos deberían pagar por eso”. Explicó que a los trabajadores se les dio inicialmente $5 además del salario base, pero eso se redujo.

“En este momento, estoy a $18 la hora. Es difícil sobrevivir. Me voy a quedar con mi familia, tengo un préstamo para el automóvil, Internet, facturas de teléfono, seguro de automóvil. Apenas me mantengo a flote”.

Otro trabajador, Zach, dijo: “Gano $17 la hora. Si hago horas extras, tengo que hacerlo un día más solo para cubrir ese día. Porque toman nuestros impuestos. Luego traen gente al azar, esquiroles, ¡pagándoles $40 la hora!”.

UIH trajo esquiroles a los puntos calientes de COVID-19 como Texas, Tennessee, Nevada y Mississippi. El SEIU no hizo nada para movilizar la oposición al uso de rompehuelgas, aunque hacerlo representaba una amenaza para la salud pública.

El SEIU controlaba más de $430 millones en activos en 2019, incluidos $150 millones en efectivo. Su Comité de Acción Política de Illinois controla decenas de millones de dólares, principalmente financiados por las cuotas de los miembros, que se utilizan para financiar las campañas de los candidatos del Partido Demócrata. Según illinoissunshine.org, SEIU gastó más de $2 millones solo en la campaña a alcaldesa de la comisionada del condado de Cook y recortadora de gastos Toni Preckwinkle en 2019.

Los trabajadores están decididos a seguir luchando. La única forma en que los trabajadores de servicios y enfermeros en la UIC y el UIH pueden combatir los salarios de pobreza y la amenaza de la pandemia es tomar la lucha en sus propias manos. Los trabajadores deben actuar ahora para formar sus propios comités de seguridad de base, independientes del INA, el SEIU y el Partido Demócrata, y rechazar cualquier oferta de contrato que traigan los sindicatos que no satisfaga todas sus demandas.

Estos comités deben luchar por romper el aislamiento impuesto por el INA y el SEIU para apelar a los trabajadores en todo Chicago y el estado de Illinois y pedir la expansión de la huelga. Esto requiere vincularse con trabajadores automotores, maestros, estudiantes, trabajadores de producción de alimentos y logística, y otros que enfrentan las mismas condiciones y amenazas a su salud en una lucha por el fin del control corporativo sobre la atención médica y las vidas de los trabajadores.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 21 de septiembre de 2020)

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