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Jeff Bezos de Amazon felicita a Biden mientras el presidente electo llena sus equipos de transición con sirvientes de la oligarquía corporativa

El oligarca y usurero del COVID-19 Jeff Bezos, la persona más rica del mundo, felicitó al presidente electo Joe Biden, tras la declaración cuatro días después de la votación del 3 de noviembre de que Biden había ganado las elecciones presidenciales estadounidenses.

"La unidad, la empatía y la decencia no son características de una era pasada", escribió Bezos en Instagram, felicitando a Biden y a la vicepresidenta electa Kamala Harris. "Votando en cantidades récord, el pueblo estadounidense demostró una vez más que nuestra democracia es fuerte".

Jeff Bezos en 2019 (Fuente de la imagen: Foto AP/John Locher, archivo)

Este sentimiento fue recogido el 7 de noviembre por Business Roundtable que incluía a Bezos y los directores ejecutivos de Apple, Cisco, Microsoft y Salesforce. La organización de los grandes negocios publicó una declaración que decía: "Business Roundtable felicita al presidente electo Biden por su elección como 46 presidente de los Estados Unidos. También felicitamos a la vicepresidenta electa Harris por su logro histórico como la primera mujer, mujer negra y persona con ascendencia en el Sur de Asia en ser elegida vicepresidente de los Estados Unidos... Esperamos ansiosos trabajar con la venidera administración Biden y todos los legisladores federales y estatales".

La semana pasada, el equipo de transición de Biden publicó los nombres y empleadores más recientes de miembros de sus equipos de revisión de agencia en el sitio web buildbackbetter.org. Dada la composición de esos equipos, es fácil ver por qué Bezos y sus coleguillas oligarcas tienen tantas ganas de felicitar.

Los individuos que han sido nombrados están enumerados junto a la compañía para la que trabajaron más recientemente, y organizados en "equipos" basados en las operaciones gubernamentales que se les encomienda revisar, tales como los departamentos de Comercio, Defensa, Educación, Trabajo, Estado y Seguridad Nacional.

La composición de estos equipos de revisión de agencias demuestra la intersección, si no la integración total, de los monopolios tecnológicos, la aristocracia académica, grupos de presión periféricos, burocracias sindicales, gigantescos bufetes de abogados y el aparato militar y de inteligencia, de guerra y represión en casa y en el extranjero.

Amazon tendrá no uno, sino dos asientos en los equipos de transición. Tom Sullivan, el director de planificación fiscal internacional de Amazon, tendrá un sitio en el equipo del Departamento de Estado de Biden. Además de Sullivan, Mark Schwartz, un "estratega empresarial" de Amazon Web Services, estará en el equipo de la extremadamente poderosa Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB). La OMB supervisa el presupuesto federal de $5 billones y ejerce influencia en un amplio abanico de marcos regulatorios federales.

Además de figuras de Amazon, Nicole Isaac, alta directora de política norteamericana de LinkedIn, ocupará un sitio en el equipo del Departamento del Tesoro. Brandon Belford de Lyft ofrecerá sus servicios en el equipo de la Oficina de Gestión y Presupuesto, junto con Divya Kumaraiah de Airbnb.

Shara Mohtadi de Bloomberg Philanthropies, que se financia con las donaciones del multimillonario oligarca Michael R. Bloomberg, se sentará en el Consejo de Calidad Medioambiental. Y no menos de cuatro personas, desempeñando diversas funciones, provienen de la Iniciativa Chan Zuckerberg, que es propiedad conjunta del oligarca de Facebook Mark Zuckerberg y su esposa Priscilla Chan.

Arun Venkataraman de Visa se integrará en el equipo encargado de revisar la Oficina de la Representación Comercial de Estados Unidos, que también revisará la Comisión Comercial Internacional de Estados Unidos y la Agencia de Comercio y Desarrollo de Estados Unidos. En este equipo estará asimismo Ted Dean de Dropbox.

Las burocracias obreras también tendrán sus asientos en la mesa, lo que demuestra su completa integración en el aparato de gobierno capitalista. Beth Antunez, Shital Shah y Marla Ucelli-Kashyap de la Federación Docente Estadounidense, junto con Donna Harris-Aikens de la Asociación de Educación Nacional, estarán en el equipo del Departamento de Educación.

Las burocracias obreras también están representadas por LaQuita Honeysucker del sindicato United Food and Commercial Workers International, quien estará en el equipo de revisión del Departamento de Agricultura, mientras que Josh Nassar de United Auto Workers estará en el equipo del Buró de Protección Financiera del Consumidor.

Brad Markell de la AFL-CIO estará en el equipo del Departamento de Energía. Su nombre aparece justo antes del de Trisha Miller de la firma de capital de riesgo Gates Venture.

En el equipo del Departamento de Trabajo estará Jennifer Abruzzo de Communications Workers of America, Dora Chen del sindicato Service Employees International, Jessica Chu de Amalgamated Transit Union International, Nadia Marin-Molina de National Day Laborer Organizing Network (NDLON), y Shaun O'Brien de la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, de Condado y Municipales, entre otros.

Las principales instituciones académicas representadas en la lista incluyen a la Facultad de Derecho de Harvard, la Facultad de Derecho de la Universidad de Michigan, la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, Duke University, Stanford University, Georgetown University y otras. Entre las principales firmas de abogados y asesoras se encuentran Deloitte Consulting; DLA Piper; Orrick, Herrington & Sutcliffe; Sidley Austin; Covington & Burling; y Latham & Watkins.

Las políticas raciales e identitarias promocionadas por el Partido Demócrata no dejaron de estar reflejadas en la lista, con Bonnie Jenkins nombrada en el equipo del Departamento de Estado por una organización llamada Mujeres de Color que Proponen Paz y Seguridad. Jenkins, catedrática emérita no residente en la Brookings Institution, había ejercido antes como coordinadora de los programas de reducción de amenazas en el Buró de Seguridad Internacional y No Proliferación de la administración de Obama.

El equipo del Departamento de Defensa será dirigido por Kathy Hicks del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), a quien se unirá Melissa Dalton y Andrew Hunter, también del CSIS; Stacie Pettyjohn, Christine Wormuth y Terri Tanielian de la Corporación RAND; Ely Ratner del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense; y Lisa Sawyer de JPMorgan Chase, entre otros.

La composición de los equipos de revisión de agencia de Biden expone y refuta a todos los grupos pseudoizquierdistas y oportunistas que orbitan alrededor del Partido Demócrata y las burocracias sindicales, que durante todo el año han intentado persuadir a los trabajadores estadounidenses de que Biden, el Partido Demócrata y los sindicatos representaban algún tipo de canal mediante el cual podrían plantear sus propios intereses independientes.

El desfile de cabilderos, sirvientes y agentes de la clase capitalista en la venidera administración de Biden motivó un artículo defensivo en el New York Times el jueves, titulado "Los progresistas presionan a Biden para que limite la influencia corporativa en la administración".

El título del artículo esencialmente reconoce que la "influencia corporativa" (es decir, la corrupción) está desempeñando un papel generalizado en la formación de la próxima administración, y sugiere "límites" a esa influencia.

El artículo concede que "El equipo del Sr. Biden incluye a ejecutivos de Amazon Web Services, Lyft, Airbnb y un vicepresidente de WestExec Advisors, una empresa asesora de Washington cuya secretosa lista de clientes incluye empresas de servicios financieros, teconología y farmacéuticas".

El Times pasa a señalar luego los esfuerzos de los "demócratas progresistas" que están defendiendo "reglas éticas más estrictas". Esto apenas si es una hoja de parra para el de otra manera desnudo dominio del Partido Demócrata por parte de los intereses de la oligarquía militar, de inteligencia, corporativa y financiera.

Los hechos presentados en el artículo del Times pincelan una imagen devastadora de cómo la supuesta ala "izquierda" del partido está siendo apartada a empujones mientras los peces gordos se abren camino a codazos hacia la nueva administración. En una carta conjunta enviada el jueves, un miembro de organizaciones asociadas con la llamada "ala progresista" del Partido Demócrata se comprometió con Biden a no "nombrar ni contratar ejecutivos corporativos, miembros de grupos de presión, ni prominentes asesores corporativos", y adoptar reglas "éticas" para limitar la corrupción.

Este y otros esfuerzos endebles por parte de los "demócratas progresistas" están siendo ignorados sin contemplaciones. El propio Times se vio obligado a reconocer que "el Sr. Biden no siempre ha compartido las preocupaciones de la izquierda sobre los grupos de presión".

Tendencias como los Socialistas Democráticos de América fueron utilizadas por el Partido Demócrata durante la campaña electoral para mejorar las perspectivas electorales de los demócratas, pero a pocos días de la votación fueron dejados de lado y fueron denunciados rotundamente por supuestamente haberles costado votos y cargos a los demócratas a causa de su retórica "radical" y "socialista".

A estos elementos "socialistas" se les ha prometido "espacio" en una administración de Biden, pero vinieron tras las elecciones solo para encontrar su "Nuevo Acuerdo Verde" y otras reformas prometidas amontonadas en bolsas de la basura en el bordillo de la acera.

No hay nada inesperado en lo que respecta a la composición emergente derechista, bélica y pro Wall Street de la venidera administración Biden. El propio Biden se pasó décadas en Washington como cobrador corrupto de los intereses adinerados de cientos de miles de corporaciones que se aprovechan de sus leyes permisivas para con los negocios.

Como vicepresidente, se decía que Biden se oponía hasta a las reglas esenciales contra la corrupción que se impusieron durante la presidencia de Obama. En palabras del Times: "Cuando era el vicepresidente del Sr. Obama, el Sr. Biden se enfurecía con las estrictas reglas de cabildeo, que él decía que privarían a su incipiente administración de talento experimentado".

Desde que Biden tomara la delantera en los resultados de las elecciones, el Partido Demócrata dio un feroz volantazo a la derecha, atancando al "socialismo" y a la "izquierda" en general. En una conferencia con los demócratas de la Cámara tras las elecciones, el exagente de la CIA Abigail Spanberger, ahora representante por Virginia, gritó: "No tenemos que usar nunca más la palabra 'socialista' o 'socialismo'".

Mientras se echaba a los "socialistas" por la puerta de atrás, se le abría de par en par la puerta delantera a los ejecutivos de las empresas, los cabilderos y asesores para llenar la nueva administración.

Los trabajadores estadounidenses deben cortar todos los lazos con el Partido Demócrata, una vieja mafia política totalmente dominada por la clase capitalista, así como con todas las organizaciones y tendencias que todavía promueven ilusiones en él.

Los trabajadores de Amazon, por ejemplo, no pueden luchar contra Amazon con un partido político repleto de agentes de Amazon. Necesitan sus propias organizaciones, que tienen que construir y controlar ellos mismos.

Hay que ver la formación de comités de base como una medida absolutamente necesaria para la autodefensa colectiva contra la abrumadora pandemia, contra las conspiraciones violentas y fascistas que se se inventan Trump y el Partido Republicano, y contra el dominio de los intereses de los ricos sobre todo el orden político y social podrido.

Hay que vincular esto con la construcción de un movimiento socialista de masas para poner fin al capitalismo y establecer un gobierno obrero.

(Publicado originalmente en inglés el 17 de noviembre de 2020)

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