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¡Retiren al conspirador golpista Trump inmediatamente!

Miles de partidarios de Trump, actuando bajo su dirección después de una manifestación fuera de la Casa Blanca, irrumpieron en el edificio del Capitolio el miércoles por la tarde, poniendo fin a la sesión del Congreso en la que se certificaba la derrota de Trump en las elecciones presidenciales de 2020.

Esta es una insurrección fascista coordinada y planificada. Los partidarios de Trump pasaron a través de las barricadas de la policía fuera del Capitolio y entraron en el edificio sin oponer una resistencia seria. La pasividad de la policía frente a un esfuerzo por tomar el Congreso debe compararse con el asalto masivo de la policía y las fuerzas de la guardia nacional a los manifestantes contra la violencia policial el pasado mes de junio.

La respuesta del presidente electo Joseph Biden y el Partido Demócrata en su conjunto ha sido políticamente débil. En lugar de pedir la destitución inmediata de Trump y su arresto, así como la detención de todos los senadores y congresistas republicanos que han instigado su conspiración política, Biden pidió a Trump que "diera un paso adelante" y saliera en la televisión nacional.

Nadie que se tome en serio la detención de un golpe de Estado insta a su principal conspirador a dirigirse a una audiencia nacional de cientos de millones.

Esta respuesta es peor que patética. Es criminalmente irresponsable. En medio de un esfuerzo fascista para suprimir la certificación de los resultados de las elecciones, Biden deja el resultado en manos del jefe de los conspiradores.

También hay que señalar que han pasado horas sin que ningún líder demócrata haga una declaración pública apelando al público para detener a los insurrectos fascistas.

Trump se ha estado preparando para este golpe fascista a través de sus continuos ataques a la legitimidad de las elecciones del 3 de noviembre, que perdió por 7 millones de votos contra Biden, y por un margen de 306-232 en el Colegio Electoral. Movilizó el apoyo de los republicanos en el Congreso para bloquear la certificación de la victoria de Biden en una sesión conjunta hoy, y luego alentó directamente el ataque al Capitolio en su aparición frente a la multitud el miércoles.

En comentarios que equivalen a una incitación directa a la violencia, Trump dijo que la crisis política en Washington ya no era simplemente un asunto de [supuesto] fraude electoral, sino de "seguridad nacional, y se aplican reglas diferentes". Se hizo eco de la declaración de su abogado Rudy Giuliani, quien dijo a la misma multitud que el conflicto político se resolvería en un "juicio por combate".

El asalto ha logrado su objetivo inmediato, que es detener la certificación de la elección presidencial. La sesión conjunta del Congreso convocada a tal efecto estaba pasando por el registro de estados por orden alfabético y se detuvo en Arizona cuando los congresistas y senadores republicanos se opusieron a la certificación de los 11 votos electorales de ese estado para Biden.

Los eventos en Washington han reivindicado totalmente las repetidas advertencias que han sido hechas por el Partido Socialista por la Igualdad y el World Socialist Web Site. Ha sido obvio por meses que Trump y sus coconspiradores recurrirían a la violencia para anular la elección si iba en contra de Trump.

Después del primer debate electoral en septiembre pasado, el WSWS declaró:

La realidad política se ha ante puesto a las incontables capas de propaganda engañosa de la oligarquía corporativo-financiera y ha expuesto el hecho innegable que la Casa Blanca es el centro neurálgico político de una avanzada conspiración para establecer una dictadura presidencial y suprimir los derechos democráticos democráticamente garantizados.

En una declaración publicada el miércoles por la mañana, el WSWS advirtió:

El Congreso de Estados Unidos se está reuniendo hoy para contar formalmente los votos del Colegio Electoral en las elecciones presidenciales de 2020. En condiciones normales, este proceso es una formalidad. No obstante, el voto de hoy se produce en condiciones de un impulso activo y continuo del presidente Donald Trump para llevar a cabo un golpe de Estado, anular los resultados de la elección y establecer una dictadura presidencial.

Ahora que estas advertencias han sido confirmadas, es imperativo que todos los trabajadores y los jóvenes saquen las conclusiones políticas apropiadas.

La defensa de los derechos democráticos sólo es posible a través de la movilización política de la clase obrera. Las conspiraciones de los matones fascistas deben ser contrarrestadas con la creación de comités de base en fábricas, lugares de trabajo y barrios para organizar acciones de huelga y otras formas de resistencia popular a los esfuerzos para establecer una dictadura de derecha.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 6 de enero de 2021)

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