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El aumento de la tasa de crecimiento de China alimenta las tensiones geopolíticas

En otras circunstancias, el anuncio del gobierno chino de que la economía creció un 6,5% en el último trimestre de 2020 habría sido bien recibido como un impulso útil al crecimiento mundial. A pesar de una contracción del 6,8% en el primer trimestre de 2020, la producción creció un 2,3% en total durante el año.

Sin embargo, esta noticia no fue bien recibida en muchos círculos dirigentes hoy en día. Provocará un aumento de las tensiones con los Estados Unidos en medio de la preocupación de que la expansión de la economía china ante la caída de los Estados Unidos y otras economías importantes impulse el poder económico y político de Beijing, que los Estados Unidos están decididos a contrarrestar.

Banco de China (boc.cn)

El crecimiento del 6,5% en el cuarto trimestre indica que la economía china se está expandiendo a un ritmo más rápido que antes del inicio de la pandemia COVID-19, superando las expectativas.

La razón principal del repunte fue un aumento del 7,1 por ciento en la producción industrial en el cuarto trimestre, en comparación con un aumento del 5,8 por ciento en el tercero, como resultado de un mayor apoyo estatal.

El aumento de las exportaciones fue otro factor. China registró en diciembre el mayor superávit comercial mensual de su historia. Las exportaciones aumentaron un 18 por ciento, el tercer mes consecutivo de un aumento porcentual de dos dígitos.

Al anunciar las cifras, Ning Jizhe, jefe de la Oficina Nacional de Estadística, dijo que la economía se había "recuperado constantemente" el año pasado, pero advirtió que "la dinámica cambiante de la epidemia y el entorno externo plantean una multitud de incertidumbres".

El crecimiento económico se reflejó en los datos financieros. La moneda china, el renminbi, pasó del nivel de 6,5 al dólar de los Estados Unidos por primera vez desde 2018 y el mercado bursátil alcanzó su nivel más alto desde la crisis financiera mundial de 2008-09.

El crecimiento de China contrasta notablemente con el del resto del mundo. El Banco Mundial prevé que la economía mundial se haya contraído en un 4,3% el año pasado, en gran parte debido a la caída prevista del 7,4% en la zona del euro, y que la contracción en los Estados Unidos sea del 3,6%.

Al informar sobre las cifras chinas, el Wall Street Journal dio expresión a cuestiones que sin duda se están discutiendo en la entrante administración Biden y más ampliamente en el establecimiento político y de inteligencia de los EE.UU.

El periódico señaló que, si bien en términos per cápita el producto interno bruto (PIB) de China, de $10.000, estaba muy por debajo del nivel de los Estados Unidos de $65.000, "el gran tamaño de su mercado, combinado con su capeo de la peor recesión económica que se recuerda, significa que China podría decirse que está entrando en el nuevo año con una mano más fuerte". El presidente chino Xi Jinping haría uso de esto en sus tratos con la administración entrante de Biden.

El artículo señalaba que, a pesar de los esfuerzos de la administración Trump por frenar su ascenso, la economía de China creció el año pasado hasta alcanzar dos tercios de la de los Estados Unidos. Tras la pandemia, en la que China creció y los EE.UU. se retiraron, "muchos economistas ven ahora a China alcanzando la paridad con los EE.UU. para 2028, cinco años antes de lo que algunos pronósticos previos a la Covid".

El aumento no se detendría ahí ya que "muchos pronósticos esperan que la economía china sólo aumente su brecha con los EE.UU. después de superarla".

Sin el crecimiento de China, la economía mundial se habría reducido en un 5,7 por ciento el año pasado, en comparación con la contracción del 4,3 por ciento estimada por el Banco Mundial. El desempeño de China significa que en lugar de su habitual impulso promedio anual al PIB mundial de 0,8 por ciento, es probable que su impacto el año pasado haya sido de alrededor de 1,5 por ciento.

La importancia de un mayor crecimiento chino para las relaciones entre Estados Unidos y China y la posición global de los Estados Unidos fue también el tema de una columna del corresponsal de asuntos exteriores del Financial Times, Gideon Rachman, quien además llamó la atención sobre el impacto global del intento de golpe de Estado de Donald Trump del 6 de enero.

En un artículo titulado "El desorden de Estados Unidos es la oportunidad de China", Rachman destacó la política de la entrante administración Biden de tratar de orquestar un empuje de EE.UU. contra China mediante la organización de una coalición contra ella.

Biden, escribió, "había planeado convocar una cumbre de las democracias del mundo". Pero después del intento de golpe, "Estados Unidos puede carecer de la credibilidad para actuar como convocante del mundo libre." La "Cumbre de la Democracia" de Biden podría ser archivada silenciosamente a favor de una reunión de 10 "democracias" convocada por el Reino Unido.

En el frente económico, Rachman señaló que una gran parte de la batalla emergente de América con China sería por la influencia económica en todo el mundo. A finales de 2019, 128 de los 190 países del mundo comerciaban más con China que con los EE.UU. y el Banco Mundial proyectó que la economía china crecería un 8% este año, en comparación con el 3,5% de los EE.UU.

Rachman citó un tuit de Richard Hass, el presidente del Consejo de Relaciones Exteriores, en la noche del intento de golpe de Estado. Hass escribió: "Es probable que nadie en el mundo vuelva a ver, respetar, temer o depender de nosotros de la misma manera. Si la era post-Estados Unidos tiene una fecha de inicio, es casi seguro que sea hoy."

Sin embargo, el imperialismo americano no va a desaparecer silenciosamente. Como León Trotsky señaló hace más de 90 años, los EE.UU. utilizarían su poder de manera más abierta y violenta en el período de su declive que en el de su ascenso. No hay duda de que las últimas cifras de crecimiento serán tomadas en cuenta en los cálculos depredadores de la próxima administración Biden.

(Artículo publicado el 19 de enero de 2021)

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