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Trabajadores del neumático mueren por COVID en Argentina tras regreso al trabajo impuesto por sindicato liderado por pseudoizquierda

En cuestión de cinco días la semana pasada, dos trabajadores de la fábrica de neumáticos de la empresa argentina FATE fallecieron de COVID-19 después de que el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) encabezado por el Partido Obrero colaborara con la gerencia y el Gobierno peronista para mantener la planta abierta a pesar de brotes en curso.

Víctor Sotelo, 42, murió el martes y Javier Giménez murió el sábado, ambos por COVID-19.

Fábrica de FATE en San Fernando (Wikimedia Commons)

Los trabajadores inmediatamente apuntaron a la responsabilidad del SUTNA, con uno que escribió en la página de Facebook del sindicato: “Señores tomen otras medidas no busquen a sus compañeros por los votos, ellos están arriesgando sus vidas y la de nuestras familias. Lamento mucho lo de Javier, un gran amigo y compañero de trabajo que hoy falleció por Covid…”.

Cientos más han contraído el virus en las plantas de FATE, Pirelli y Bridgestone en las que el SUTNA está presente. La pandemia ha volado a pedazos las afirmaciones del Partido Obrero y sus socios pseudoizquierdistas en la dirección del sindicato de que representan una alternativa “combativa”, “de izquierda” e incluso “revolucionaria” a los burócratas peronistas de derecha que dominan los sindicatos argentinos.

Al servicio de las multinacionales y el oligarca propietario de FATE, Javier Madanes Quintanilla (cuyo patrimonio se reportaba en $1.600 millones en 2018), el SUTNA y sus dirigentes pseudoizquierdistas utilizaron sus frases radicales como una herramienta para suprimir más fácilmente la oposición entre los trabajadores para mantener las fábricas abiertas durante casi toda la pandemia.

Esta semana, más allá de un minuto de silencio para Giménez, el sindicato se rehusó incluso a cerrar la planta donde claramente hay un brote activo.

Igual como los sindicatos abiertamente derechistas, el SUTNA no solo omitió que Giménez falleciera de COVID-19 en su declaración oficial, sino que el sindicato ni siquiera reportó la muerte de Sotelo, quien trabajaba por contrato tercerizado.

Si bien compiten con la dirigencia del Partido Obrero en el SUTNA, incluso los otros oficiales sindicales que pertenecen al morenista Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) se han involucrado en los esfuerzos del secretario general Alejandro Crespo, un antiguo oficial del Partido Obrero, para desviar la culpa del sindicato.

El sábado, los miembros del PTS en la Comisión Directiva del SUTNA, Victor Ottoboni y Enzo Pozzi, junto al delegado en FATE, Hernán Minguez, escribieron un artículo reportando ambas muertes e indicando que Giménez se contagió dentro de la planta.

“La posición que tomó la dirección del SUTNA nacional y de la Seccional San Fernando, en manos de la Lista Negra [del PO], es de garantizar la producción”, escribieron y añadieron que la dirección “no pone como primer interés cuidar la vida y la salud de las familias del gremio, y que hace todo [sic] los esfuerzos para que no se interrumpa la producción…”.

El artículo original eliminado por el PTS

Sin ofrecer una explicación, el sitio web del PTS, La Izquierda Diario, eliminó el artículo poco después y subió una nueva versión el domingo sin los pasajes citados ni cualquier mención del papel activo del sindicato en arrear a los trabajadores a las plantas. En cambio, el artículo se queja de la falta de intervención del sindicato y del “grave error” de no convocar una asamblea de miembros y una reunión de la Comisión Directiva este mes, una queja que descaradamente intenta ser una coartada para el PTS y otras fuerzas en la Comisión Directiva.

Después de un año de mantener la planta abierta, los oficiales sindicales del PTS escriben cínicamente que “los neumáticos no sólo no son esenciales, sino que estas empresas tienen stock suficiente para abastecer por meses el mercado”. Adicionan que “Hoy muchos compañeros opinan que no tendríamos que estar trabajando”.

Lejos de luchar por testas demandas de las bases, sin embargo, los oficiales del PTS proponen otra ruta que podría ser aceptable para las corporaciones: un cierre de 15 días para desinfectar las instalaciones y hacer pruebas a todos los trabajadores, solo para enviarlos de vuelta a las fábricas con la promesa de vacunaciones.

Mientras arrojan consignas sobre “democracia laboral” y de oposición a la burocracia sindical, la pseudoizquierda argentina organizada en el PO, el PTS y su alianza electoral, el llamado Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), ha quedado desenmascarada por la pandemia. Siendo un instrumento para prevenir que los trabajadores se libren de las camisas de fuerzas que son la burocracia sindical y sus políticas propatronales, han asumido un papel directo en imponer una política de asesinato social masivo.

Cuando la cúpula del Sutna intenta arrojar toda la culpa a los pies del Gobierno, la campaña del sindicato para reabrir comenzó en abril de 2020 incluso antes de que el Gobierno finalizara su breve cuarentena inicial.

El año pasado, doblegándose a las presiones de la oligarquía corporativa y financiera, el presidente peronista Alberto Fernández ordenó la reapertura gradual de los lugares de trabajo a partir del 13 de abril, mientras extendía la “cuarentena” oficial hasta el 26 de abril. Para disfrazar esta política homicida, le pidió a las empresas que demostraran que pudieran “garantizar el aislamiento y el distanciamiento entre los trabajadores” para reabrir.

Anticipando esto, el líder del SUTNA, Alejandro Crespo, publicó una carta abierta tan temprano como el 3 de abril de 2020, con un protocolo corto para “reiniciar la actividad en condiciones de protección respecto de la salud de todos los trabajadores”.

Las medidas no iban más lejos que aquellas que ya habían demostrado ser letalmente inadecuadas en lugares de trabajo de todo el mundo. La lista incluía la toma de temperaturas; normas de distanciamiento en las entradas, estaciones de trabajo, vestuario y transporte; limpieza frecuente; alcohol en gel; enviar a los trabajadores con síntomas a casas y notificar a los trabajadores sobre los casos positivos.

Sabiendo que estaban poniendo en peligro las vidas de los trabajadores en pro de las ganancias patronales, el Partido Obrero declaró repetidamente en sus publicaciones y las actividades sindicales y partidarias que el protocolo del SUTNA ofrecía un ejemplo para la reapertura “segura” de otros lugares de trabajo no esenciales, más recientemente las escuelas. Como escribió el Partido Obrero en agosto, cuando el Gobierno emprendía su campaña para reabrir escuelas, “La solución a esta crisis es de fácil implementación y de resultados efectivos: protocolos sanitarios para cada lugar y actividad… como lo vienen haciendo los compañeros del Sutna…”.

Unos días antes, el 5 de agosto, un trabajador de FATE escribió en la página de Facebook del sindicato que estas medidas “no sirven para nada. Más de 50 infectados. Lo único que nos puede salvar es que la fábrica pare un tiempo”.

Pero cuando este enojo por los contagios se comenzaba a desbordar, el SUTNA implementaba “huelgas Hollywood” de un día como válvula de escape, mientras aislaba a los trabajadores de otros sectores en Argentina e internacionalmente que enfrentan la isma situación. Inútilmente, convocó un paro de 24 horas incluso cuando Bridgestone despidió a dos trabajadores en enero para intimidar la oposición a la negativa de la empresa a siquiera seguir los protocolos existentes.

El 14 de agosto, con un eufemismo propio de la gerencia, el Partido Obrero escribió que, gracias a estos paros parciales, hubo “más de 700 casos que fueron aislados” en las fábricas de neumáticos.

Más recientemente, el 20 de mayo de 2021, el Gobierno decretó un nuevo “confinamiento” mientras clasificaba varias industrias como “esenciales”, sin incluir los neumáticos. Esta medida no se tomó hasta que las muertes y casos diarios se quintuplicaran desde marzo.

Los trabajadores se rehusaron a trabajar el viernes 21 de mayo, solo para que el sindicato los enviara de vuelta después de una “audiencia relámpago” con Pirelli, Bridgestone y FATE, junto a oficiales del Gobierno.

En una declaración cínica del 23 de mayo, después de un decreto especial del Gobierno para incluir los neumáticos como “esenciales”, el SUTNA se apuró a colocar la responsabilidad de futuros casos y muertes en las manos de los propios trabajadores.

“En estos momentos complejos, todos los compañeros del neumático debemos seguir actuando con la mayor responsabilidad y compromiso, entendiendo que la organización de los trabajadores es la que ha garantizado (y así lo debe seguir haciendo), la salud, el poder adquisitivo, el respeto y todos los intereses del conjunto de los trabajadores del gremio del neumático”, escribió el SUTNA.

Esta declaración enojó significativamente a los trabajadores, con varios expresando en redes sociales la necesidad de cerrar las plantas y denunciando al SUTNA por traicionarlos. “La salud es lo que importa ahora, tenemos que quedarnos en casa, hay contagiados todos los días en las fábricas, en un fin de semana dan vuelta la tortilla contra de los trabajadores”, escribió uno en la página de Facebook del sindicato.

Ante esta oposición cada vez mayor, el SUTNA desatinadamente tomó prestada una jugada de sus “compañeros” del FIT en los sindicatos docentes, quienes han utilizado la demanda de prioridad en la vacunación para hacer valer un regreso homicida a las aulas.

Asimismo, el SUTNA publicó varias ilustraciones exigiendo vacunas para sus miembros, pero los trabajadores pronto identificaron esto no solo como un intento del sindicato para eximirse de responsabilidad, sino también para dividir a los trabajadores del neumático de los de otros sectores.

Un trabajador de FATE, Aníbal, escribió “Nosotros inmunizados igual llevamos el virus a nuestros hogares. A muchos ya nos pasó!”. Otro comentario dice, “Choferes de camiones de reparto como yo también somos esenciales y estamos todos los días en la calle sin vacunas todavía”. Y otro añade: “Cuál es la diferencia con mi marido que trabaja en construcción o mis yernos o los de los mercados, etc. etc… estamos todos los trabajadores en la misma situación”.

Los trabajadores necesitan nuevas formas de organización que den por sentado que los intereses de los trabajadores son incompatibles con los de la patronal y la burocracia sindical, y que se opongan a la explotación capitalista y su exigencia de rellenar los bolsillos de la oligarquía financiera. Estos comités no basarán sus demandas en lo que las empresas digan que pueden costear, sino en lo que sea necesario para proteger las vidas y el bienestar de toda la clase obrera.

El Comité Internacional de la Cuarta Internacional, que publica el World Socialist Web Site, ha hecho un llamado a una Alianza Obrera Internacional de los Comités de Base (AOI-CB). Tales comités ya se establecieron en plantas automotrices y entre trabajadores de Amazon, maestros, conductores de autobús, trabajadores de plantaciones de té y otros sectores en Estados Unidos, Europa, Australia y Sri Lanka.

Estos comités están luchando por arrancar de las manos de la clase gobernante y sus lacayos en los sindicatos la respuesta a la pandemia y colocarla en manos de la clase trabajadora, sobre una base explícitamente científica e internacional, es decir, socialista. Urgimos a los trabajadores en Argentina e internacionalmente que estén de acuerdo con la necesidad de esta iniciativa que se involucren hoy mismo.

(Publicado originalmente en inglés el 31 de mayo de 2021)

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