El sindicato United Auto Workers (UAW) está actuando con rapidez para poner fin a la huelga de un mes de duración de casi 3.000 trabajadores de Volvo Trucks en la planta de New River Valley (NRV) en Dublín, Virginia, tras la disputada votación del miércoles en la que, según el UAW, se aprobó un nuevo contrato por 17 votos de diferencia. El UAW obligó a los trabajadores a votar exactamente el mismo contrato que rechazaron por un margen de 60-40 el viernes pasado.

Persiste el escepticismo generalizado entre los trabajadores sobre el resultado de la votación. Además, el UAW está ignorando por completo las peticiones de los trabajadores para que se realice un recuento de los votos. Los trabajadores han señalado una serie de irregularidades en el recuento de votos, como un retraso de horas y el hecho de que la funcionaria del sindicato encargada de las votaciones, Missy Edwards, había hecho campaña abiertamente a favor del 'sí'. En un post de Facebook, que ya ha sido borrado, Edwards afirmaba que el 'no' no iba a prolongar la huelga, sino que sólo haría que los trabajadores dejaran de percibir las primas por firma.

'¡Nos obligan a volver al trabajo [el jueves] por su papeleta falsa!', escribió un trabajador. '¿Y ahora qué hacemos? ¿Cómo nos libramos de este tipo de corrupción? Cuando ellos [los funcionarios del UAW/la empresa Volvo] están manejando los hilos y nosotros no podemos demostrarlo'.

Los trabajadores de Volvo tenían la 'opción' de volver al trabajo el jueves o el viernes, anunció el Local 2069 del UAW en su página de Facebook, pero el trabajo del lunes es obligatorio. Un trabajador, aparentemente escéptico de que el sindicato y la empresa estuvieran usando esto como una trampa para victimizar a los trabajadores, respondió: 'He hecho una captura de pantalla de esto. Después del nivel de confianza que se han ganado nuestros dirigentes en esta batalla, ahora guardo los recibos. Sabes que no van a luchar por nosotros'.

La maniobra del miércoles es la culminación de una campaña flagrantemente antidemocrática del sindicato para anular la voluntad democrática de los trabajadores e imponer un contrato favorable a la empresa.

Esto es lo que ha ocurrido en los últimos tres meses: En primer lugar, la dirección de Volvo y el UAW elaboraron a puerta cerrada un contrato que ambos estaban decididos a aprobar. El 17 de abril, el UAW convocó una huelga con el objetivo de preparar el terreno para la aprobación del acuerdo. El UAW desconvocó la huelga dos semanas después, el 30 de abril, ordenando a los trabajadores que volvieran al trabajo antes de que pudieran ver el primer acuerdo provisional (AT).

A pesar de las amenazas intimidatorias del entonces secretario-tesorero Ray Curry (que hace dos semanas sucedió a Rory Gamble como presidente del sindicato), el primer AT fue rechazado por un 90% de votos negativos. El UAW volvió a intentarlo con un 'segundo AT', que fue rechazado por un margen casi idéntico.

El papel principal en la organización de la oposición a los contratos respaldados por el UAW lo desempeñó el Comité de Base de los Trabajadores de Volvo (VWRFC), que movilizó a los trabajadores independientemente del UAW. Ante la rebelión de los trabajadores, el UAW consideró que no tenía más remedio que convocar otra huelga. A continuación, procedió a aislar sistemáticamente a los trabajadores en huelga, privándoles de $275 de paga por la huelga y aplicando un apagón destinado a impedir que otros trabajadores automotores se enteraran de lo que estaba ocurriendo.

Los trabajadores de Volvo y el VWRFC lucharon para romper este aislamiento, y la huelga empezó a recibir un creciente apoyo de los trabajadores de la automoción en Detroit y de los trabajadores a nivel internacional, incluidos los trabajadores de la planta de Volvo Cars en Gante, Bélgica, que lanzaron un paro salvaje la semana pasada contra un acuerdo entre la dirección y el sindicato para ampliar la semana laboral.

Los trabajadores de la planta de Hagerstown, Maryland, de la filial de Volvo, Mack Truck, también formaron recientemente su propio comité de solidaridad, comprometiéndose a hacer todo lo posible para ayudar a la huelga.

Fue entonces cuando la dirección de Volvo y el UAW colaboraron para cerrar la huelga lo más rápidamente posible. El 1 de julio se anunció un 'tercer' AT, que según el UAW incluía 'importantes beneficios', pero que era en gran medida un refrito de los acuerdos rechazados por el 90%. El 9 de julio, ante la campaña de mentiras del UAW y las amenazas de Volvo, los trabajadores volvieron a rechazar el acuerdo en un 60%.

En respuesta a este acto de desafío, Volvo declaró que iba a aplicar el acuerdo a pesar de su rechazo. El UAW respondió a este acto dictatorial de ruptura abierta de la huelga organizando una 'nueva votación' sobre el mismo acuerdo, que, según afirma, se aprobó milagrosamente por 17 votos. Ha proclamado el fin de la huelga y ha ordenado a los trabajadores que vuelvan al trabajo.

La forma en que el UAW forzó el acuerdo refleja una debilidad extrema, no una fortaleza. Se ha asegurado un contrato de venta en Volvo a costa de exponerse como poco más que una operación de esquirolaje. Sin embargo, para el UAW era más importante apuntalar su credibilidad ante la empresa que ante los trabajadores.

'Todo el mundo sabe que el [sindicato] Internacional hace trampas', dijo un trabajador de NRV al WSWS. 'Muchos de ellos van a ir a la cárcel. No me fiaría de ellos ni lo más mínimo. ... ¿Por qué votamos lo mismo que acabamos de rechazar? Dijeron que era un requisito legal. Creo que era sólo para asustar a la gente. Luego hubo una reclamación sobre el dinero de la prima. Dijeron que como era su oferta final, teníamos que votar de nuevo. ... No nos dieron todo el contrato, nunca'.

El trabajador añadió: 'Cuando volvamos, mucha gente entregará su carné sindical. Yo quiero hacerlo. Me ahorraré los $70 dólares. Estábamos luchando contra el sindicato y contra la empresa. La gente necesitaba dinero y volvió a trabajar. El sindicato tenía dinero para pagar más en la huelga'.

Otro trabajador de NRV dijo: 'El sindicato está ahí para mantener a la gente a raya para la empresa, sin que la empresa tenga que ser el malo de la película todo el tiempo. ‘Pueden hacer eso, sí. Votame, quiero sentarme sobre mi culo y recibir un gran sueldo'. No trabajan en la línea conmigo'.

De cara al futuro, dijo que su lucha 'podría dar frutos para los trabajadores de Mack. Quizá podamos ayudar a Mack cuando llegue su contrato. Los Tres Grandes: si esos chicos y chicas consiguen un buen contrato —siempre conseguimos lo mismo que ellos— sería enorme. El sindicato intenta hacernos tragar una píldora desagradable'.

'Los trabajadores deberían exigir un recuento y una nueva votación', dijo un trabajador de la planta John Deere Dubuque Works en Iowa. 'El UAW anunció resultados similares muy ajustados durante nuestras negociaciones contractuales de 2015, y muchos trabajadores sospecharon y exigieron recuentos. La otra cosa que quiero decir es que Volvo tiene mucho dinero. Son más grandes que Deere en todo el mundo. Con tales beneficios, no puedo creer que los negociadores del UAW acepten un acuerdo que no satisface las demandas de los trabajadores.

'Si el UAW fuera una verdadera organización de trabajadores, celebraría las negociaciones de los contratos de todas las empresas el mismo día de cada año. De este modo, podrían cerrar industrias enteras convocando a todos a la huelga. Imagina que Deere, Ford, Volvo y otros trabajadores se pusieran en huelga. Cierre masivo de industrias.

'Eso es lo que se necesita. Pero el UAW no quiere a la clase obrera en el poder porque no trabajan en nombre de nosotros, los trabajadores, trabajan en nombre de las empresas.'

'Eso es un apaño', dijo un partidario del comité de base de la planta de Faurecia Gladstone en Columbus, Indiana. 'Eso es un f****g apaño, lo mires por donde lo mires. Sabía que iban a hacerlo'. Añadió que la Hermandad Internacional de Trabajadores de la Electricidad había impulsado un contrato de concesiones similar en la planta de Gladstone a principios de 2020. eñaló que sólo se contaron 26 votos en contra, a pesar de que los trabajadores del taller habían contado más de 100 votos negativos entre personas que conocían en la planta el día de la supuesta ratificación.

'El UAW estaba decidido a aprobar este contrato por las buenas o por las malas, y eso es lo que hizo. El UAW, los mineros, los sindicatos de profesores... son todos unos sinvergüenzas. Van a hacer lo que la empresa quiere a pesar de todo'.

'Eso suena a Larry Robinson y a los demás de UAW 892', dijo un trabajador de la planta de Faurecia en Saline, Michigan. 'Cuando miras la historia [de Volvo], se explica todo lo que me ha pasado a mí y a otros trabajadores automotores. Pueden hacer lo que quieran. Ninguna de las leyes laborales se aplica realmente'.

En septiembre de 2019, el Local 892 del UAW envió a los 2.000 trabajadores de la planta de Faurecia Saline de vuelta al trabajo después de sólo ocho horas de huelga bajo el mismo contrato de concesiones contra el que estaban en huelga. El contrato incluía la ampliación de la mano de obra temporal de bajo coste a tiempo parcial, ataques a las prestaciones médicas y aumentos salariales inadecuados que fueron rápidamente devorados por la inflación.

'Estoy hablando de lo sucio que hicieron a los trabajadores de Volvo -- ¡17 votos! ¿De verdad? ¿Se supone que debemos creer que fue una votación justa después de que la rechazaran por un 90%? Si está tan reñido, hay que repetir la votación o hacer una investigación. [Pero] no puedes hacer que el sindicato se investigue a sí mismo. No se puede hacer que la empresa los investigue porque está en la cama con ellos'.

Sin embargo, añadió que la lucha en Volvo ha servido de ejemplo para los trabajadores de todo el mundo y ha inspirado a los trabajadores a emprender la lucha contra el ataque al nivel de vida, la atención médica, la jubilación y las condiciones de seguridad en el trabajo.

'Los sindicatos utilizan sus contactos para imponer estas cosas', dijo. 'Me gustaría que los comités de base desafiaran a los sindicatos a diario y de la forma que sea'.

El Comité de Base de los Trabajadores de Volvo insta a los trabajadores a que se unan y expandan el comité poniéndose en contacto con él por correo electrónico en volvowrfc@gmail.com o por mensaje de texto en (540) 307-0509.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 16 de julio de 2021)