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Representante de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez reniega de promesa de votar en contra de proyecto de ley que financia crímenes de guerra israelíes

El jueves pasado, la Cámara de Representantes aprobó, en un voto abrumador bipartidista de 420-9, una legislación suplementaria que proveería $1 mil millones al “gobierno de Israel para pagar el sistema de defensa, la Cúpula de Hierro” y “en apoyo de la Operación Guardián de las Murallas”.

El proyecto de ley se presentó independientemente del paquete de gasto al que originalmente estaba atado después de que Representante de Nueva York y miembro de los Socialistas Democráticos de América (DSA, por sus siglas en inglés) Alexandria Ocasio-Cortez encabezó el intento de borrar la financiación militar del paquete de gastos de emergencia, con el apoyo de otras miembros del “Batallón”, tales como las legisladoras Ilhan Omar (Minnesota-5º distrito) y Rashida Tlaib (Míchigan-13º distrito).

Representante Alexandria Ocasio-Cortez, Demócrata de Nueva York, escucha mientras presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, Demócrata de California, habla durante una conferencia de prensa en el Capitolio en Washington. (Foto de AP/J. Scott Applewhite) [AP Photo/J. Scott Applewhite]

Ocasio-Cortez, a pesar de sus denuncias más temprano durante este año del apoyo de la administración de Biden por la actividad militar israelí y encabezar el intento de eliminarlo, en el último momento el jueves después del conteo de los votos, revocó su voto que “no” contra el paquete de gastos y en vez ella votó “presente”, esencialmente no tomando partido contra la campaña de limpieza étnica en curso del gobierno israelí contra los palestinos.

Después de su revocación, cámaras de CSPAN observaron a la congresista llorando y el próximo día publicó una declaración de más de 900 palabras admitiendo que ella “lloraba” mientras intentaba, y fracasaba en, explicar su revocación.

“Quiero decir claramente a nuestra comunidad que estoy opuesta a este proyecto de ley, pero últimamente voté PRESENTE. Mi trabajo como su representante es, ante todo, servir con transparencia y quedarme responsable de ustedes, la gente del 14º distrito del Congreso de Nueva York”, escribió Ocasio-Cortez.

La miembro de DSA explicó que Estados Unidos ya había dado “$1,7 mil millones por la Cúpula de Hierro y ya está comprometido financieramente a seguir dando estos fondos hasta 2028. Este proyecto de ley añade unos mil millones de dólares adicional de fondos durante un año de solo este sistema – para el contexto, ésa es una cantidad en un solo año que se aproxima toda la financiación de este sistema que hemos proveído durante la última década –además de los $3 mil millones autorizados más temprano durante este año para otras formas de financiación militar al gobierno israelí”–.

Ocasio-Cortez escribió que además de “oponerse a la esencia” del proyecto de ley, ella pensó que “el proceso de llevarlo a la atención de la Cámara fue profundamente injusto”. Ocasio-Cortez echó la culpa a la “gerencia de la Cámara” por acelerar el proyecto de ley suplementario, y así crear un polvorín de insultos, entendimientos insinceros, acusaciones y representaciones profundamente racistas, y una falta de discusión sustancial del asunto”.

“Sí, yo lloré”, escribió Ocasio-Cortez. “Lloré frente a la falta completa de sentimientos por los seres humanos impactados por estas decisiones…” La legisladora de Nueva York añadió, “A todos que se sienten decepcionados –lo lamento mucho. A todos que creen que esta explicación es insuficiente o cobardía– yo entiendo.”

Terminó su carta por expresar su apoyo del creciente “movimiento verdadero y sustancial de apoyo comunitario para los derechos humanos por todo el mundo –que incluye respetar y valorar los derechos humanos de la gente palestina”–.

Ocasio-Cortez nunca explicó cómo es que uno podría votar “presente” en un proyecto de ley que facilitaba la campaña militar contra la gente palestina como una campaña de “respetar y valorar los derechos humanos”. ¿Quizás su afán por “respetar y valorar” los derechos de la gente palestina no concuerde con sus propias ambiciones políticas? Quizás la “presión” ejercida por el líder de la mayoría en la Cámara, un defensor ardiente de Israel, Steny Hoyer, fuese “inaguantable” para Ocasio-Cortez y los sentimientos de “respetar los derechos humanos” tuviesen que quedarse atrás.

Mientras la Cúpula de Hierra frecuentemente es presentada en la prensa y por políticos como un sistema de misiles “puramente defensiva”, en realidad es que el sistema permite que el ejército israelí lleve a cabo ataques aéreos y bombardeos de artillería “puramente ofensivos” contra las empresas, hogares, granjas y periodistas palestinos. Estas armas de guerra han sido proveídas por el gobierno estadounidense, que ha apoyado el ejército israelí como un estado de primera línea del imperialismo estadounidense, dando más de “$243,9 mil millones de asistencia exterior ajustada a la inflación entre 1946 y 2019” según usafacts.org, la cantidad más alta de asistencia militar que los Estados Unidos ha distribuido a cualquier otro país durante el mismo período.

Con las capacidades “defensivas” de la Cúpula de Hierro, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) podía llevar a cabo la Operación Guardián de las Murallas este mayo, que resultó en las muertes de cientos de víctimas civiles palestinas y miles de heridas, mientras los israelíes sufrieron menos de 20. Nueve días después de que las operaciones de las FDI iniciaron, el subsecretario-general de asuntos humanitarios y el coordinador de alivio de emergencia de la ONU Mark Lowcock, comentando sobre los ataques aéreos interminables perpetrados contra la población civil de Gaza, afirmó, “No hay ningún lugar seguro en Gaza, donde dos millones de personas han pasado 13 años aislados forzadamente del resto del mundo”.

En un reporte del 4 de junio, la Oficina de la ONU de la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH) estimó que la operación de las FDI había causado el desplazamiento de más de 72.000 palestinos de sus hogares. La misma agencia estimó que durante ese período 256 palestinos, 66 niños y 40 mujeres incluidos, fueron fallecidos solo en Gaza, con una cantidad adicional de 2.000 heridos. En Cisjordania, 26 palestinos fueron asesinados y 6.900 heridos.

Durante el mismo período, en Israel, 13 personas fueron asesinadas, dos niños y seis mujeres incluidos.

Mientras el gobierno estadounidense, con el apoyo aplastante de los dos partidos capitalistas, está dando mil millones de dólares a las FDI para perpetrar una guerra genocida contra los palestinos, los políticos estadounidenses, hablando por sus defensores de gran negocio y Wall Street, lamentan que hay una “escasez laboral” y “ningún dinero” para programas sociales relacionados con la pandemia, como los beneficios para desempleados federales. Han permitido que estos programas, así como una moratoria de desalojamiento de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, expiraran durante el mes pasado, incluso mientras la variante Delta del coronavirus sigue propagándose sin obstáculo ni detección en los Estados Unidos, llevando a unas 710.000 muertes para el momento de escribir.

Además de acabar los programas para desempleados relacionados con la pandemia, la administración de Biden, a que Ocasio-Cortez describió este año como una que “va reinventándose sin duda en una dirección más progresista” ha intensificado la guerra de Trump contra los inmigrantes, deportando a más de 600.000 este año.

Ocasio-Cortez y el DSA, muy lejos de oponerse al imperialismo estadounidense, el Gestapo estadounidense en la frontera, o la respuesta basada en ingresos de “inmunidad colectiva” de la administración de Biden a la pandemia, han trabajado cercanamente con los Demócratas y los sindicatos para propagar ilusiones de que Biden y el Partido Demócrata sean capaces de reformarse.

En respuesta al cambio de Ocasio-Cortez, miles de usuarios en las redes sociales comentaron en su perfil de Twitter, expresando indignación de que la autodenominada “socialista” que más temprano durante este año condenó al presidente Joe Biden y los Demócratas por apoyar la campaña de limpieza étnica israelí, pudiera cambiar completamente tan rápidamente.

Lo que sean los cálculos políticos que consideró Ocasio-Cortez que resultaron en su cambio de voto, el episodio entero es un ejemplo de la bancarrota de la perspectiva por la que aboga el DSA: es decir, que el Partido Demócrata, el partido capitalista más viejo del mundo, responsable de crímenes de guerra innumerables, es capaz de “ser empujado a la izquierda” o reformarse.

Esta experiencia, de hecho, demuestra lo opuesto, que mientras el orden mundial capitalista sigue desintegrándose, los partidos burgueses, lejos de responder positivamente a la oposición popular desde abajo por la reforma social, en vez se moverán más a la derecha.

Como muestra el caso de Ocasio-Cortez, a pesar de su lenguaje “izquierdista” lleno de la política de identidad que aboga por los derechos de “gente de color”, cuando ella confronta un ultimátum de la gerencia del partido –fue contra estas personas sus defensores que la eligieron querían que ella luchara en primer lugar– ella se rindió y rehusó a hacer frente a la espiga de dinero por las FDI. Si Ocasio-Cortez es incapaz de luchar contra su propio partido durante un voto –que, sin importar su comportamiento, iba a aprobarse aplastantemente– ¿cómo se debe esperar que ella “hiciere frente” a los banqueros de Wall Street y los operativos de la CIA que en realidad dirigen el partido?

Esto es la lógica de la política capitalista. No se puede reformar al Partido Demócrata. Es un eje del orden mundial capitalista, y su propósito exacto es servir los intereses de la clase gobernante. Bajo condiciones donde el sistema capitalista entero se revela como es, desintegrándose a causa de tensiones de clase enormes y la desigualdad creciente, Ocasio-Cortez y la pseudoizquierda, en vez de acelerar su caída, hacen todo lo posible para crear ilusiones en la posibilidad de “hacer que se reforme”.

No hay el menor rastro del socialismo en el DSA, Ocasio-Cortez o el Partido Demócrata. Los que realmente buscan luchar contra el sistema capitalista necesitan tomar una decisión de clase consciente de romper con el Partido Demócrata, y todos sus apéndices pseudoizquierdistas, y unirse al Partido Socialista por la Igualdad.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 29 de septiembre de 2021)

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