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Perspectiva

¡Movilicen a la clase trabajadora para detener la pandemia y la ola de ómicron!

1. La variante ómicron del SARS-CoV-2 se propaga a nivel global, las afirmaciones oficiales sobre la pandemia de COVID-19 nuevamente demostraron ser totalmente falsas. El Gobierno de Biden en EE.UU. y los Gobiernos capitalistas a nivel global están respondiendo a la pandemia con una imprudencia criminal. Las respalda la prensa corporativa, los sindicatos y los oficiales de salud pública como el Dr. Anthony Fauci y el Dr. Ashish Jha, quienes están violando su responsabilidad profesional de proteger la sociedad.

En las dos semanas desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ómicron una “variante de preocupación”, ha quedado claro que la pandemia ha iniciado una etapa nueva y mucho más peligrosa. La variante ya fue secuenciada en 63 países, muchos de los cuales confirmaron una transmisión comunitaria. Se está propagando exponencialmente en Sudáfrica, Reino Unido y Dinamarca —países que monitorean ampliamente las variantes y con niveles altos de inmunidad contra el COVID-19—. Se espera que se vuelva la variante dominante a nivel global en las próximas semanas.

En cuestión de días, se supo que ómicron se propagaba más rápido que las variantes previas. Se estima inicialmente que es dos veces más transmisible que la variante delta, que ha causado cientos de millones de contagios y millones de muertes a nivel global desde mayo de 2021.

Los casos nuevos diarios se dispararon en todo el sur de África más rápido que cualquier ola previa de la pandemia. Sudáfrica vio un aumento en el promedio de casos nuevos diarios de 420 a 22.388 en solo tres semanas. Dado que la tasa de positividad de las pruebas en el país es de aproximadamente 30 por ciento, miles de casos no están siendo detectados cada día. La propagación del virus está totalmente fuera de control y se pronostica que esto se repita a nivel global.

Casos nuevos diarios en Sudáfrica (fuente: Our World in Data)

Los estudios iniciales indican que ómicron es más capaz que cualquier otra variante en causar reinfecciones e infecciones en personas vacunadas. El miércoles, se publicaron datos preliminares que mostraban una reducción dramática en la capacidad de la vacuna de ARNm de Pfizer para prevenir un contagio con ómicron.

Estos estudios esencialmente indican que las personas que recibieron una tercera dosis de “refuerzo” (solo el 4,1 por ciento de la población global) tienen una protección aproximadamente igual contra una infección por ómicron que una persona con dos dosis contra la variante original del virus. Las personas con dos dosis (el 45 por ciento de la población global) probablemente están completamente desprotegidos contra un contagio por ómicron. Aquellos que solo han recibido una dosis o ninguna parece que están desprotegidos frente a un contagio.

La interrogante científica más importante que no se ha determinado es la virulencia de la nueva variante o la severidad de las infecciones porque es un indicador que se demora y se definirá en las próximas semanas. No obstante, las hospitalizaciones en Sudáfrica se están duplicando aproximadamente cada cinco días y en tres semanas las hospitalizaciones totales ya alcanzaron el 31 por ciento del máximo alcanzado.

2. Contrariamente a las mentiras de los políticos capitalistas y la prensa corporativa de que ómicron va a ser una variante “moderada” que gentilmente les ofrecerá a todos los infectados una inmunidad, muchos científicos han advertido que ómicron amenaza con intensificar cualitativamente la catastrófica ola global de la variante delta. Incluso si ómicron es menos virulenta y cae el porcentaje que se enferma gravemente o muere, el volumen de contagios significa que potencialmente millones morirán innecesariamente por el virus.

Los políticos han comparado de forma cínica y anticientífica el COVID-19 con la gripe común para justificar su negativa a implementar cualquier medida de salud pública para ralentizar la propagación del virus. De hecho, para sectores grandes de la población —particularmente los adultos mayores y las personas inmunosuprimidas—, la gripe puede ser catastrófica. Asimismo, la política de “vivir con” el COVID-19 significa permitir que decenas o cientos de miles de las personas más vulnerables en la sociedad mueran prematuramente.

Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., durante una entrevista con la Associated Press, el 8 de diciembre de 2021, Atlanta. Walensky se unió al coro mediático temprano declarando que ómicron era “moderado”. (AP Photo/Brynn Anderson)

Además, la rápida propagación de ómicron en la sociedad global, especialmente en poblaciones altamente vacunadas, colocará presiones evolucionarias para que el virus siga mutando. Todos los días, crece el peligro de que aparezca una cepa del virus más transmisible, resistente a las vacunas o virulenta.

La evolución de ómicron en sí es el resultado de políticas perseguidas deliberadamente por los Gobiernos capitalistas en todo el mundo. Su malicia tardía o premeditación ha permitido que el COVID-19 se propague o bien completamente sin límites o bien levemente mitigado por los programas de vacunación. Ómicron ha expuesto plenamente el fracaso del enfoque de solo vacunas, que ha dejado a la sociedad varios pasos detrás del virus.

3. A lo largo de la pandemia e incluso frente a la amenaza de ómicron, la salud pública ha sido subordinada a las ganancias privadas y los intereses sociales de la oligarquía financiera. El auge del mercado bursátil ahora es el principal indicador de las muertes que se avecinan.

La rápida propagación de ómicron dejó una abolladura en los mercados bursátiles globales el 26 de noviembre. En respuesta, el Gobierno de Biden en EE.UU., Johnson en Reino Unido, la nueva coalición oficialista en Alemania y docenas de líderes mundiales reaseguraron a los mercados que no implementarían confinamientos ni medidas estrictas de salud pública. Con extraordinaria rapidez, todos prometieron que no buscarían contener la pandemia, sino que mantendrían abiertas las escuelas y los negocios durante la temporada de compras navideñas.

Un artículo publicado el martes en el New York Times recalca este proceso. Bajo el título “El patrón Covid del mercado bursátil: una recuperación más rápida después de cada pánico”, el artículo señala: “Cada intervalo de volatilidad impulsada por la pandemia en el mercado bursátil desde febrero de 2020 ha sido más corto que el anterior y le sigue una recuperación a un nuevo máximo. El S&P 500 había recuperado todas sus pérdidas al finalizar el lunes desde su último máximo, después de que los oficiales anunciaran la existencia de ómicron el 26 de noviembre.

“El rendimiento de Wall Street”, indica el Times, “a veces ha ignorado las pérdidas humanas de la pandemia, concentrándose en cambio en otros factores que pueden impulsar las ganancias corporativas, como las bajas tasas de interés y el gasto gubernamental”.

4. No existe ningún precedente contemporáneo en el que los Gobiernos de todo el mundo han demostrado tal nivel de indiferencia a la sociedad como lo han hecho durante la pandemia. Sus políticas homicidas sirven los intereses sociales, políticos y económicos de la élite financiera, cuya riqueza se ha disparado en los últimos dos años. Un sector importante de la clase gobernante considera que la muerte de los adultos mayores, involucrando una caída en su esperanza de vida y una caída en los costos de asistencia social, constituye un resultado positivo de las políticas durante la pandemia.

Vehículos en el Banco de Alimentos de Utah durante una entrega móvil en el Maverick Center, 24 de abril de 2020, West Valley City, Utah (AP Photo/Rick Bowmer)

Solo en 2020, los milmillonarios de todo el mundo acumularon $3,6 billones mientras aproximadamente 100 millones de personas fueron lanzadas a la pobreza extrema, según un reporte reciente del World Inequality Lab. Ambas cifras aumentaron significativamente en 2021, mientras se estima que 12 millones de personas fallecieron por COVID-19 en todo el mundo desde que inició la pandemia.

5. Ha quedado patente que poner fin a la pandemia no es principalmente una cuestión médica. Requiere una lucha política y económica para implementar las medidas científicas y necesarias para frenar la transmisión viral en todos los países. Este programa científico ha sido conocido desde que el virus fue eliminado inicialmente en China en abril de 2020, seguida por otros países de la región de Asia-Pacífico.

Las medidas necesarias para eliminar el COVID-19 incluyen el cierre temporal de las escuelas y los lugares de trabajo no esenciales, con apoyo social para todos los trabajadores afectados, en combinación con pruebas masivas, rastreo de contactos, el aislamiento seguro de los pacientes infectados, el suministro de mascarillas de alta calidad, una vacunación rápida de la población mundial y otras medidas de salud pública. Estas medidas se han vuelto cada vez más populares en la clase obrera y serían ampliamente adoptadas si contaran con un financiamiento pleno, explicaciones en los medios masivos y una planificación exhaustiva.

El mantenimiento de la estrategia de eliminación en China ofrece las lecciones más críticas para la clase obrera internacional sobre cómo detener la pandemia. Los confinamientos generalizados de enero a marzo de 2020 efectivamente pusieron fin a toda la transmisión comunitaria del COVID-19 dentro de China, y algunas regiones levantaron las restricciones en abril de 2020. Esto permitió que el país reabriera internamente mientras colocaba un programa estricto de dos semanas de cuarentena para todos los viajantes internacionales, a fin de prevenir la importación de casos nuevos. Por medio de pruebas masivas y un programa de rastreo de contactos, los brotes han sido sofocados rápidamente. Esta política, en combinación con una vacunación masiva, cuenta con el amplio apoyo de la clase obrera china.

Gráfico comparando las muertes acumuladas por COVID-19 de EE.UU., China, Singapur y Nueva Zelanda. Solo China ha mantenido una estrategia de eliminación, y Singapur y Nueva Zelanda están ahora viendo un aumento lento en casos y muertes (fuente: Our World in Data)

La respuesta efectiva de China, que fue reproducida en muchos otros países, demuestra que el COVID-19 puede ser eliminado. En un país con más de 1,4 mil millones de personas, solo dos personas fallecieron por el virus desde el 16 de mayo de 2020, comparado a 701.170 estadounidenses y aproximadamente 5 millones de personas a nivel global. El Partido Socialista por la Igualdad rechaza completamente la afirmación de que las medidas científicas en China, que son necesarias para salvar vidas, constituyan una violación de los derechos democráticos.

6. El principal obstáculo a finalizar la pandemia siempre han sido los intereses económicos de la clase gobernante, que no aceptará que su enriquecimiento personal se vea afectado. Las características básicas del capitalismo mundial —la división del mundo en Estados nación rivales y la subordinación de las necesidades sociales a las ganancias privadas— hace imposible cualquier intento de planificación social y cualquier esfuerzo globalmente coordinado para eliminar el COVID-19 en todos los países.

Trabajadores de la salud en Sri Lanka gritan demandas de mayores salarios y más equipo de protección personal durante una huelga en Colombo, Sri Lanka, 8 de octubre de 2021 (AP Photo/Eranga Jayawardena)

A fin de implementar el programa científico necesario para detener la pandemia, prevenir el desarrollo de variantes más peligrosas y salvar millones de vidas, la clase obrera internacional necesita construir un movimiento social poderoso dirigido a transformar de manera fundamental la estructura económica de la sociedad. Los trabajadores deben construir comités de base en cada escuela y lugar de trabajo, independientemente de los sindicatos corporativistas que han hecho valer las políticas asesinas de reapertura a instancias de las élites gobernantes, para iniciar esta lucha y unirse a través de todas las industrias y fronteras nacionales.

Fundamentalmente, la batalla contra el COVID-19 es una lucha contra el sistema capitalista. El Partido Socialista por la Igualdad (EE.UU.) llama a todos los trabajadores a que luchen por un programa socialista basado en la redistribución masiva de la riqueza y el control democrático de las fuerzas productivas por parte de las propias masas trabajadoras.

7. La respuesta capitalista a la sexta ola global de la pandemia y la aparición de ómicron son el producto de mentiras, encubrimientos y desinformación, cuyo objetivo es desarmar al público frente a una crisis insólita. La Investigación Global de los Trabajadores sobre la Pandemia de COVID-19, iniciada por el World Socialist Web Site tan solo cuatro días antes de la aparición de la variante ómicron, está documentando estos horrendos crímenes continuos como parte de una investigación exhaustiva sobre cada aspecto de la pandemia.

La investigación está siendo realizada para educar a la clase obrera y sentar las bases para una lucha masiva por poner fin a la pandemia. El PSI llama a todos los trabajadores y a los lectores del WSWS a que participen activamente en la investigación y que popularicen sus descubrimientos a nivel internacional.

Según se acerca el 2022, no podemos tener otro año de muertes masivas. La lucha contra el COVID-19 se debe profundizar en los planos político, económico y social. Los impactos venideros de la variante ómicron alterarán profundamente la consciencia masiva y prepararán el terreno para el desarrollo de un movimiento poderoso que acabe con la pandemia y transforme la sociedad a escala mundial.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de diciembre de 2021)

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