Han pasado ya tres años desde que perdiéramos al camarada Halil Çelik, quien dirigiera el Sosyalist Eşitlik Grubu, la organización turca en solidaridad política con el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI), y quien fundara la Mehring Yayıncılık (Editorial Mehring) en Turquía.
Este indoblegable revolucionario marxista, a quien el cáncer nos arrebató en unos pocos meses, vio muchos acontecimientos tempestuosos en su vida relativamente corta de solo 57 años. Inspiró a muchos en las generaciones más jóvenes con su perspectiva internacionalista de principios, su compromiso con la verdad histórica, y su orientación inquebrantable hacia la clase trabajadora y su educación política y teórica. Nuevas generaciones de revolucionarios trotskistas se inspirarán en su legado político inestimable.
A partir de sus 16 años, Halil dedicó su vida a la causa de la revolución socialista. Pero su legado imperecedero a la clase trabajadora turca e internacional, que el propio Halil veía como su mayor obra política, fue su contribución a la construcción del CICI, que continúa la obra de la Cuarta Internacional que fundó Trotsky en 1938. Este legado, materializado en las traducciones y escritos de Halil, son los cimientos cruciales para construir el Partido Socialista por la Igualdad en Turquía y partidos trotskistas en todo el mundo.
Al examinar los antecedentes de Halil de principios de los ’80, lo que aflora es la búsqueda constante de los elementos más conscientes de la clase trabajadora turca para una organización internacional que se basara en la teoría de la revolución permanente de Trotsky. Como escribiera el secretario del CICI, Peter Schwarz, en el obituario de Halil:
Basándose en una larga y enconada experiencia con las políticas sin principios, nacionalistas y oportunistas de las organizaciones pseudoizquierdistas, Halil entendió que el desarrollo del movimiento trotskista en Turquía solo puede tener lugar en base al internacionalismo revolucionario y requiere una comprensión cabal de las experiencias estratégicas de la clase trabajadora internacional a lo largo del siglo XX.
El camino hacia una perspectiva trotskista demostró ser largo y difícil. De sus intentos de colaboración política con varias tendencias pablistas y morenistas en los ’80 y los ’90, Halil sacó la conclusión de que era necesario librar una lucha constante contra el tipo de políticas oportunistas nacionales que ellos planteaban. Tal lucha tenía que basarse en una asimilación cabal de la lucha de décadas del movimiento trotskista contra la socialdemocracia, el estalinismo y la política pequeñoburguesa.
Esta lucha acercó cada vez más al camarada Halil y a quienes pensaban como él a las posiciones del CICI. Halil se oponía a la atribución de los pablistas de un papel revolucionario al estalinismo, su apoyo a la burocracia sindical, y su glorificación del nacionalismo burgués en la forma del movimiento nacionalista kurdo. Su comprensión de que estas posiciones rechazaban fundamentalmente la continuidad de la lucha de la Cuarta Internacional por la revolución permanente finalmente lo trajeron al CICI.
No sería sino hasta los años 2000, sin embargo, que Halil y sus simpatizantes pudieron aprender de manera abarcadora la historia del movimiento trotskista mundial, representado por el CICI desde su fundación en 1953 en la lucha por defender la teoría de la revolución permanente contra el revisionismo pablista.
La teoría de la revolución permanente de Trotsky establece que en países de desarrollo capitalista atrasado como Turquía, la burguesía es incapaz de instaurar un régimen democrático y de romper los vínculos profundos que la enlazan con el imperialismo. Estas tareas recaen en la clase trabajadora, movilizada en una lucha internacional por la revolución socialista proletaria dirigida por un partido revolucionario marxista, y que atrae tras de sí a las amplias masas campesinas. El estalinismo y su teoría nacionalista del “socialismo en un solo país” era el rechazo, en interés de la burocracia soviética creciente, de la teoría de la revolución permanente que guio la Revolución de Octubre en 1917.
En 1953, trotskistas ortodoxos dirigidos por James P. Cannon, el dirigente del Socialist Workers Party (SWP) estadounidense, se opusieron a una tendencia revisionista-liquidacionista dirigida por Michel Pablo y Ernest Mandel. Los pablistas intentaron disolver el movimiento trotskista en “movimientos de masas” nacionalistas dominados por varios partidos estalinistas, socialdemócratas y nacionalistas burgueses en cada país. Esto implicaba abandonar la lucha por la independencia política de la clase trabajadora y la construcción de su dirección internacional, la Cuarta Internacional.
Esta lucha comenzada por Cannon, quien dirigiera la formación del CICI, salvó a la Cuarta Internacional de su destrucción y aseguró la continuidad de la lucha por los principios fundamentales del trotskismo.
Particularmente crítica para el grupo del camarada Halil era la asimilación de las lecciones de la escisión de 1985-1986 entre los trotskistas ortodoxos del CICI y la tendencia nacional oportunista que se había desarrollado en la que por entonces era su sección británica, el Workers Revolutionary Party (WRP).
Las relaciones oportunistas que desarrolló la dirección del WRP —Gerry Healy, Cliff Slaughter y Michael Banda— con varios regímenes y movimientos nacionalistas burgueses en Medio Oriente y el Norte de África a partir de mediados de los ’70 al final llevaron a una ruptural total con la teoría de la revolución permanente y el trotskismo. La prioridad de construir el CICI en una lucha por la revolución socialista mundial quedó reemplazada por medidas para fortalecer al partido británico en la palestra nacional.
Esta lucha histórica mundial constituyó una derrota decisiva para las tendencias revisionistas pablistas del CICI y sentó las bases de un renacer del marxismo clásico en la clase trabajadora internacional. David North, director del Panel Editorial Internacional del World Socialist Web Site, la publicación en internet del CICI, declaró, “Si el CICI no hubiera sobrevivido a la crisis de 1985-1986, no existiría un partido marxista revolucionario internacional políticamente unificado en el mundo de hoy”.
Si no fue por casualidad que Halil y quienes piensan como él cruzaron su camino con el CICI, de la misma manera tampoco es casual que los renegados griegos que apoyaron al WRP en la escisión de 1985-1986 se encontraron en los años 2000 con los pablistas turcos con quienes Halil colaborara anteriormente. Estos elementos llaman hoy a “refundar la Cuarta Internacional” en alianza con tendencias estalinistas. Llevan décadas intentando impedir la construcción de un partido marxista revolucionario, es decir, de una sección del CICI, en Turquía, Grecia y otras partes.
La ruptura completa de Halil y sus camaradas con estos elementos y el establecimiento del Grupo Socialista por la Igualdad como organización turca simpatizante del CICI fue resultado de la defensa de los siguientes principios políticos contra el revisionismo pablista.
1) el papel revolucionario de la clase trabajadora internacional y la continuidad de la Cuarta Internacional
2) el papel contrarrevolucionario del estalinismo
3) el papel antiobrero reaccionario de la burocracia sindical
4) la defensa de la teoría de la revolución permanente
La lucha por la independencia política de la clase trabajadora y la formación de cuadros sobre estos principios fueron el meollo del trabajo del camarada Halil. A diferencia de los oportunistas que persiguen intereses tácticos pasajeros, Halil trabajaba incansablemente por llevar a Turquía la historia de la Cuarta Internacional y de experiencias estratégicas críticas de la clase trabajadora y facilitar su asimilación por los cuadros.
Halil tradujo obras esenciales, especialmente La herencia que defendemos, al turco. Sus traducciones, tales como La Revolución rusa y el siglo veinte inconcluso, que se siguen publicando después de su muerte, son críticas para la lucha por el trotskismo. El camarada Halil desempeñó el papel dirigente en la creación de materiales políticos, documentos y artículos en la edición turca del World Socialist Web Site y, sobre todo, los libros impresos por Mehring Yayıncılık.
Hoy, todo tipo de tendencias pseudoizquierdistas, que representan los intereses de la clase media pudiente, se han alineado con las guerras imperialistas en Medio Oriente y partidos burgueses en Turquía. Algunos elementos pablistas llaman a fundar una “internacional” con estalinistas que tienen estrechos vínculos con el Estado ruso.
Solo la tendencia política dirigida por el camarada Halil continúa una lucha sin compromiso por construir la sección turca del Partido Mundial de la Revolución Socialista fundado por Trotsky, en una lucha por la independencia política de la clase trabajadora. Para construir este movimiento, es esencial armar a nuevas generaciones de revolucionarios con los cimientos históricos e internacionales de una perspectiva trotskista.
Este libro contiene artículos escritos en memoria del camarada Halil tras su fallecimiento, así como artículos escogidos y declaraciones políticas que él escribiera después de 2007.
Esta colección de escritos del camarada Halil muestra su compromiso con el desarrollo de la independencia política de la clase trabajadora, con el trotskismo y la lucha por la revolución socialista mundial. Escritos sobre los acontecimientos más importantes de Turquía y el Medio Oriente desde 2007 hasta finales de 2018, estos artículos no solo presentarán el registro político del camarada Halil, sino también permitirán que los lectores miren estos acontecimientos críticos desde una perspectiva revolucionaria e internacionalista, es decir, trotskista.
El camarada Halil, en su artículo titulado “La prueba de fuego del centrismo: el internacionalismo”, escrito a finales de 2012, defendía al CICI contra dos tendencias pequeñoburguesas de Turquía que llamaban a construir una “Quinta Internacional”, distorsionando la historia de la Cuarta Internacional. Estas tendencias eran Marksist Tutum y Marksist Bakış (se volvió el Partido Socialista de los Trabajadores, sección de la recientemente fundada Liga Socialista Internacional pablista). Halil hacía hincapié en que el CICI personificaba la continuidad de la Cuarta Internacional:
Una vez más, les recordamos a los que se han unido en sus esfuerzos para difamar y trivializar el trotskismo que el CICI es la única organización que continúa su lucha por desarrollar un movimiento obrero internacional basado en el marxismo contra la burguesía y todo tipo de tendencias pequeñoburguesas, y busca extender la “tradición marxista revolucionaria a todos los rincones del mundo”.
La defensa del trotskismo y el CICI por parte de Halil y sus simpatizantes fue parte integral de la lucha por movilizar a la clase trabajadora en Medio Oriente, basada en un programa socialista internacional, contra la guerra imperialista y todas las tendencias burguesas y pequeñoburguesas proimperialistas.
Halil insistía en que el supuesto “proceso de paz” entre el Estado turco y el nacionalista kurdo Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), lanzado en 2009, era esencialmente un proceso de “paz” entre la burguesía turca y la kurda, bajo los auspicios de los EEUU y otras potencias imperialistas, contra el pueblo trabajador de Medio Oriente. Esta supuesta “paz” era parte integral del saqueo imperialista en Medio Oriente, y el producto de fuerzas hostiles a las aspiraciones sociales de los trabajadores de la región y del mundo.
En marzo de 2013, cuando alcanzaron su punto álgido las negociaciones entre el gobierno del entonces primer ministro Recep Tayyip Erdoğan y el dirigente nacionalista kurdo Abdullah Öcalan, y la carta de Öcalan fue leída en el Festival Newroz la ciudad mayoritariamente kurda de Diyarbakır, el camarada Halil escribió:
Este proceso no se limita a Turquía, sino que está siendo desarrollado enteramente sometido a las demandas del capital global y en consonancia con los intereses de la coalición imperialista occidental liderada por EEUU. … El mensaje de Öcalan en Newroz revela claramente que el movimiento kurdo bajo su liderazgo no solo ha subordinado su propio destino a los intereses de la burguesía kurda, sino que también tiene la intención de embarcarse en aventuras expansionistas en Medio Oriente junto a la gran burguesía turca.
Como resultaría más tarde, estas “aventuras expansionistas” incluían elegir como blanco al norte de Siria como parte de la guerra respaldada por EEUU para el cambio de régimen contra el presidente Bashar al-Assad en Siria. Sin embargo, que el imperialismo estadounidense hiciera de las milicias YPG kurdas sirias su principal fuerza representante en Siria en esta guerra no solo puso fin al supuesto “proceso de paz”. También llevó las relaciones entre Ankara y sus aliados imperialistas de la OTAN al punto de ruptura.
Estos conflictos culminaron en el golpe militar respaldado por la OTAN en 2016 que tenía por objetivo derrocar al gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdoğan. El camarada Halil ya había advertido del peligro de un golpe, en un artículo en el que evaluaba un informe publicado por el Centro de Política Bipartidista de EEUU en abril de 2015. El informe declaraba a Turquía un “aliado cada vez menos fiable” y al PKK/PYD un “socio viable”. El camarada Halil escribió:
… podemos ver que una de las principales razones por las que las potencias imperialistas intentan mantener a raya al gobierno del AKP al declararlo poco fiable, o “sacárselo de encima” si fuera posible, es que ignora o por lo menos subestima la campaña global del imperialismo estadounidense y europeo contra Rusia y China.
El referéndum constitucional de abril de 2017, sobre la concesión de poderes extraordinarios al presidente, representó un punto de inflexión no solo en el impulso de la burguesía turca hacia la dictadura y la guerra, sino en la colaboración cada vez más intensa entre el CICI y el camarada Halil y sus simpatizantes.
En esa época, su organización se llamaba Toplumsal Eşitlik (Igualdad Socialista). Preparó una declaración que fue el producto de intensas discusiones con el CICI, y esta declaración fue publicada en el World Socialist Web Site en nombre del grupo. Esta declaración, que abordaba asuntos internacionales e históricos críticos basados en la agenda del referéndum, representaron un progreso significativo hacia la construcción de una sección del CICI en Turquía.
La declaración, redactada por el camarada Halil, pedía el voto por el “no”, y exponía la orientación reaccionaria del gobierno de Erdoğan y el carácter proimperialista y antiobrero de los partidos burgueses y pequeñoburgueses en la oposición oficial que surgió contra él. Explicaba que la única salida era construir una dirección revolucionaria dentro de la clase trabajadora y movilizarla en la lucha por la revolución socialista internacional:
La cuestión fundamental es la construcción de un partido revolucionario en cada país para dirigir a la clase trabajadora para derrocar el capitalismo y establecer un gobierno obrero que aplique políticas socialistas. Las bases políticas y teóricas de esta lucha, como las de la Revolución de Octubre en Rusia, es la teoría de Trotsky de la revolución permanente.
El CICI es la única tendencia política que, por décadas desde su fundación, ha luchado por avanzar y defender la perspectiva de la revolución permanente, en oposición a todos los opositores pequeñoburgueses del trotskismo como continuador del marxismo. La construcción de una dirección revolucionaria de la clase obrera significa construir el Partido Socialista por la Igualdad, una sección del CICI, en cada país.
El último artículo que el camarada Halil escribió antes de sucumbir al cáncer fue un mensaje para conmemorar el 80 aniversario de la fundación de la Cuarta Internacional. En su último artículo, hacía hincapié en la necesidad de responder al recrudecimiento de la lucha de clases a nivel mundial con la construcción del CICI en todo el mundo:
Así como es inevitable que el resurgir de las luchas de clase en todo el mundo traiga aparejadas luchas obreras revolucionarias masivas, tal como presenciamos recientemente en Egipto, está igualmente claro que para que estas luchas lleven a revoluciones socialistas exitosas, hace falta construir el Comité Internacional de la Cuarta Internacional en cada país.
El siguiente llamamiento que hizo el camarada Halil en septiembre de 2018 conserva toda su relevancia:
En condiciones en las que todas las tendencias pseudoizquierdistas están abiertamente integradas en el sistema capitalista y los partidos burgueses, ya va siendo hora de que los trabajadores y los jóvenes que buscan una salida actúen y se unan a la construcción del CICI y la lucha por el socialismo.
El mayor homenaje al camarada Halil será realizar su preciado objetivo de establecer el Sosyalist Eşitlik como la sección turca del CICI. Él entendió que fundar el Partido Socialista por la Igualdad en Turquía requería cultivar en esta tierra las raíces imposibles de erradicar del CICI y el trotskismo. A pesar de su muerte prematura, su obra inconclusa será terminada, y Halil Çelik será siempre recordado como un luchador intransigente por el socialismo.
(Publicado originalmente en inglés el 30 de diciembre de 2021)
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