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Perspectiva

2023: La crisis capitalista global y la ofensiva cada vez mayor de la clase obrera internacional

1. La celebración del Año Nuevo será breve. El último año es historia, pero sus crisis persisten y tan solo se intensificarán. A inicios de 2023, la pandemia de COVID-19 inicia su cuarto año y no prevé su final. La guerra de EE.UU. y la OTAN contra Rusia sigue intensificándose. La economía capitalista mundial se ve afligida por una inflación ruinosa y una recesión al mismo tiempo. Las instituciones de la democracia burguesa en los países capitalistas avanzados —ante todo en EE.UU.— están colapsando. El sistema político estadounidense está lidiando con poco éxito con las repercusiones de la insurrección del 6 de enero de 2021. Los movimientos de derecha y neofascistas están ganando terreno en todo el mundo. En la medida en que los niveles de vida de las masas trabajadoras caen a nivel global, la lucha de clases se está intensificando y saliéndose del control de los sindicatos oficiales.

2. En 2022, la presión acumulada de estos elementos interrelacionados de la crisis capitalista mundial alcanzó el equivalente a la masa crítica, es decir, el punto en que la dinámica de la crisis ha superado la habilidad de los Gobiernos para prevenir un cataclismo social. Las clases gobernantes son incapaces de contener la crisis; sus políticas económicas, políticas y sociales son cada vez más temerarias e incluso irracionales. Al promover la “inmunidad colectiva” como una respuesta legítima a la pandemia y arriesgar una guerra nuclear en su confrontación con Rusia, las potencias imperialistas están demostrando un desprecio asesino hacia las vidas de la gran masa de la población mundial. Solo la intervención de la clase trabajadora, armada con un programa internacional socialista, puede ofrecerle a la humanidad una salida del desastre creado por el capitalismo.

La pandemia de COVID-19

3. La aparición de la variante ómicron en noviembre de 2021 fue recibida con brazos abiertos por los Gobiernos capitalistas, con EE.UU. bajo el Gobierno de Biden a la cabeza. La aprovecharon como un pretexto para abandonar las mitigaciones que ralentizaban la propagación del COVID-19. La “teoría” gubernamental, que carecía cualquier fundamento científico creíble, era que ómicron sería una “vacuna de virus vivo”, cuya propagación ofrecería algún nivel de inmunidad y daría paso así al desvanecimiento del coronavirus.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, pronunció un discurso minimizando los peligros de Omicron tres días después de que la OMS lo declarara una variante preocupante. [AP Photo/Evan Vucci]

4. La clase gobernante les exigió a los estadounidenses que “aprendieran a vivir con el virus” con la falsa promesa de que se volvería “endémico” y tan peligroso como la gripe estacional. Una campaña de los medios de comunicación promovió el abandono de la mascarilla, las pruebas, el rastreo de contactos, el aislamiento de los pacientes infectados y el reporte sistemático de casos y muertes. Biden proclamó que “la pandemia se acabó” y que la vida volvería a la normalidad, desarmando a la población ante los peligros continuos que representa el COVID-19.

5. Este relato se ha basado en mentiras y propaganda. Ignora la verdad científica de que las reinfecciones de COVID-19, que se han vuelto comunes, acrecientan el riesgo de hospitalización y muerte del enfermo. Los medios masivos capitalistas no le han prestado prácticamente ninguna atención al COVID persistente y su impacto prolongado para un porcentaje importante de las personas que contraen el virus. Mintieron sobre el peligro demostrado por los virólogos de la evolución continua y rápida de nuevas variantes que están minando la efectividad de las vacunas y de la inmunidad por infección. El año concluyó con el hallazgo de que, por segunda vez en tres meses, los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) había ocultado la propagación de una nueva subvariante peligrosa de ómicron. La variante XBB.1.5 se ha vuelto rápidamente la dominante en todo EE.UU. Se volvió dominante inicialmente en la región noreste, donde ya está causando un incremento de infecciones y hospitalizaciones.

6. “Vivir con el virus” ha significado aceptar niveles impresionantes de muertes y enfermedad en olas interminables de infecciones y reinfecciones. La esperanza de vida global ha caído por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 10 millones de niños en todo el mundo han perdido a un padre o a un cuidador principal por COVID-19. Cientos de millones de personas están sufriendo COVID persistente, que puede impactar casi todos los órganos del cuerpo.

7. Según los cálculos del exceso de mortalidad, más de 21 millones de personas han muerto directa o indirectamente por COVID-19 en los últimos tres años, aproximadamente el equivalente a las bajas militares y civiles totales durante los cuatro años de la Primera Guerra Mundial. Un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud estimando el exceso de mortalidad halló que el COVID-19 fue la tercera mayor causa de muerte a nivel global en 2020 y la principal causa de muerte en 2021. El exceso de mortalidad en 2022 fue de aproximadamente 5,1 millones en todo el mundo, volviendo la variante “leve” de ómicron la tercer principal causa de muerte. Los Gobiernos permitieron que un virus nuevo se propagara globalmente y se convirtiera en uno de los mayores asesinos en el mundo.

8. Solo en EE.UU., hubo 270.000 muertes confirmadas por COVID-19 y un exceso de mortalidad de 350.000 en 2022. Estas muertes se han sesgado fuertemente hacia los adultos mayores. Tres cuartas partes de las víctimas mortales de COVID-19 en 2022 o 186.000 personas tenían más de 65 años y este porcentaje aumentó a lo largo del año. Un nuevo maltusianismo se ha apoderado de la clase gobernante, que ve con una indiferencia asombrosa la muerte de los adultos mayores. Las palabras de Scrooge en el clásico de Charles Dickens son ahora el mantra de la oligarquía financiera: “Si prefieren morir, es lo mejor que pueden hacer y así disminuirá el exceso de población”.

9. Hasta noviembre de 2022, China mantuvo una política de “cero COVID”, es decir, la implementación de las medidas bien conocidas de salud pública que se necesitan para detener la propagación del virus. En los primeros tres años de la pandemia, esta política limitó las muertes por COVID-19 en China a poco más de 5.000, en una población de 1,4 mil millones. Esto equivalía a 0,1 por ciento de la tasa de mortalidad en EE.UU. durante ese tiempo. En marzo-junio de 2022, la estrategia de “cero COVID” atajó con éxito un brote de la subvariante ómicron BA.2 en Shanghái, demostrando su efectividad para combatir incluso esta variante tan transmisible.

Trabajadores sanitarios en Beijing toman pruebas de los residentes para rastrear los casos de coronavirus durante la ola de ómicron del año pasado [AP Photo/Andy Wong]

10. Por más correcto que fuera implementarlas por sí solas, las medidas de China tenían una debilidad fundamental y fatal: una pandemia global no se puede detener a partir de una estrategia nacional. Las fronteras estatales no se pueden volver impenetrables. Prevenir la infiltración del virus en China era una tarea sisifeana. Además, los Gobiernos y la prensa en los países capitalistas más poderosos llevaron a cabo una campaña para exigir que China abandonara su estrategia de “cero COVID”, alegando que estas medidas socavaban el comercio global y las cadenas de suministro, es decir, que afectaban los intereses lucrativos de las empresas transnacionales. Apple, Nike y otras grandes corporaciones amenazaron con trasladar su producción a otros países.

11. En respuesta a estas presiones económicas y geopolíticas, el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a abandonar el “cero COVID” en noviembre. En cuestión de un mes, puso fin a todos los confinamientos, las pruebas masivas, el rastreo de contactos, las cuarentenas y protocolos de aislamiento, así como las restricciones de viaje.

12. En tan solo las primeras tres semanas de diciembre, se estima que 248 millones de personas contrajeron COVID-19 en China, cien veces más que todos los infectados en los primeros tres años de la pandemia. Se espera que la mayoría de los 1,4 mil millones de habitantes se contagien para marzo de 2023. Los pronósticos de muertes van de 1 a 2 los millones. Los hospitales en las ciudades de todo el país están saturados con pacientes y las morgues están suspendiendo los servicios de entierro ante la inundación de cadáveres. Se cree que miles están muriendo cada día en todo el país.

13. El levantamiento de la política de “cero COVID” en China y la adopción de una política de “COVID para siempre” representa el inicio de una etapa aún más peligrosa de la pandemia. Los científicos han advertido que los contagios masivos aumentan la probabilidad de la evolución de nuevas variantes. Las élites gobernantes capitalistas del mundo están jugando a la ruleta rusa con la sociedad ante el peligro de que una variante más transmisible, inmunoevasiva y mortal desate una ola global de contagios incluso más letal.

14. No existe ningún precedente en la historia moderna de Gobiernos que no sean abiertamente fascistizantes que implementen políticas que saben que resultarán en niveles masivos de enfermedad y muerte. Pero eso es precisamente lo que todos los Estados capitalistas han hecho a lo largo de la pandemia.

15. La respuesta a la pandemia no puede dejar ninguna duda de que los Gobiernos capitalistas reaccionarán de manera distinta a la amenaza presentada por el cambio climático. Ni siquiera el peligro de una extinción masiva disuadirá a las élites gobernantes de su destructivo afán de lucro empresarial y de riqueza personal. El último año fue testigo de una importante intensificación de la crisis climática, incluyendo inundaciones terribles en Pakistán y gran parte de África, condiciones de sequía en Europa, China y el este de África, el huracán Ian, la bomba ciclónica invernal en Estados Unidos, entre otros eventos meteorológicos extremos alrededor del mundo. Los científicos han advertido que el cambio climático seguirá agravando la crisis alimentaria global, matará a millones, desplazará a cientos de millones más y aumentará la probabilidad de futuras pandemias.

La guerra de EE.UU. y la OTAN contra Rusia

16. La guerra de EE.UU. y la OTAN contra Rusia es un hito en el camino hacia una Tercera Guerra Mundial. La causa esencial y la naturaleza de una guerra no dependen del país que “disparó el primer tiro”, sino por los intereses socioeconómicos y geopolíticos de las clases que controlan los países involucrados en el conflicto. La corrupta oligarquía capitalista de Ucrania ha puesto el país a disposición del imperialismo estadounidense y europeo para una guerra por delegación. El objetivo es la derrota de Rusia y los propósitos son 1) desmembrar este enorme país y hacerse del control de sus inmensos yacimientos de recursos naturales críticos, 2) eliminar todos los obstáculos para el dominio imperialista, bajo la égida de Estados Unidos, del subcontinente eurasiático, y 3) completar el cerco alrededor de China y su subordinación al imperialismo estadounidense, por medio de una combinación de medidas económicas y militares.

Los soldados ucranianos disparan desde un cañón autopropulsado CAESAR hecho en Francia hacia las posiciones rusas cerca de Avdiivka, región de Donetsk, Ucrania, 26 de diciembre de 2022 [AP Photo/Lib's]

17. La propaganda de la prensa capitalista, que gira en torno a la acusación contra Rusia de una “invasión no provocada” de Ucrania el 24 de febrero de 2022, se basa en mentiras, verdades a medias y la supresión de información vital. Separa el conflicto de toda la historia de antecedentes y de los últimos 30 años de guerras e invasiones lideradas por EE.UU.

18. Estados Unidos percibió la disolución de la Unión Soviética en 1991 como una oportunidad para utilizar su poderío militar para establecer su dominio indisputable del mundo. Fue glorificado por los propagandistas del imperialismo como un “momento unipolar” en el que EE.UU. dictaría el “Nuevo Orden Mundial” a instancias de Wall Street. Un documento de estrategia de 1992 del Pentágono declaró que la estrategia estadounidense debía basarse “en prevenir la aparición de cualquier posible competidor global futuro”.

19. El mismo Gobierno que ahora acusa a Rusia de “genocidio” en Ucrania destruyó sociedades enteras y mató a cientos de miles en su proyecto de conquista global. La primera guerra contra Irak en 1990-91, iniciada en el último año de la URSS, fue seguida por el desmantelamiento de Yugoslavia en los años noventa, culminando en la guerra contra Serbia de 1999. Las mismas potencias imperialistas que ahora insisten en la integridad territorial de Ucrania y exigen la reincorporación de Crimea arrancaron sin reparos el territorio de Kosovo de Serbia.

20. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 fueron aprovechados para declarar una “guerra contra el terrorismo” que el presidente George W. Bush definió como “las guerras del siglo veintiuno”. EE.UU. invadió Afganistán en 2001 y encabezó una segunda guerra contra Irak en 2003. Luego, bajo el Gobierno de Obama, libró una guerra contra Libia y orquestó una guerra civil en Siria en 2011. Cada una de estas guerras fue justificada alegando que EE.UU. estaba luchando por la “democracia” y la “libertad” contra un diablo u otro que debía ser derrocado.

21. Sin embargo, la matanza orquestada y liderada por el imperialismo estadounidense no surtió el efecto deseado: el control indisputable de Oriente Próximo, Asia central y toda Eurasia. Los estrategas geopolíticos estadounidenses comenzaron a discutir cada vez más la necesidad de un conflicto directo con Rusia como preludio para un conflicto con China. En agosto de 2021, cuando Biden anunció el retiro de las tropas estadounidenses de Afganistán, dijo que estaba poniendo fin a la “guerra eterna”. Huelga decir que fue un preparativo para la guerra contra Rusia, que se ha comprometido a continuar “durante el tiempo que sea necesario”.

Mapa que muestra la expansión hacia el este de la OTAN desde 1949 [Photo by Patrickneil / CC BY-NC-SA 4.0]

22. Por décadas, Estados Unidos y las potencias europeas instigaron esta guerra expandiendo la OTAN hacia el este, hasta las propias fronteras de Rusia. En los años previos a la invasión, particularmente después del golpe de Estado ucraniano de 2014, que fue orquestado por EE.UU. y que tumbó un Gobierno prorruso, EE.UU. y la OTAN han enviado decenas de miles de millones de dólares en armas a Ucrania, que ha sido transformada en todo menos en nombre en miembro de la OTAN.

23. La excanciller alemana Angela Merkel dejó entrever la realidad cuando le comentó a Die Zeit el mes pasado, “El acuerdo de Minsk de 2014 [tras el golpe de Estado en Ucrania] fue intento de darle a Ucrania tiempo. También utilizó este tiempo para fortalecerse, como lo pueden ver hoy”.

24. Los planes de guerra contra Rusia se pusieron en marcha en 2022. Siete semanas antes del estallido de la guerra, el WSWS advirtió:

El nuevo año comienza con una temeraria escalada militar por parte de la Administración de Biden y con el respaldo de la OTAN en Ucrania, incitando al Gobierno derechista ucraniano a desplegar 125.000 soldados en su frontera con Rusia y advirtiendo al presidente ruso Vladimir Putin que Estados Unidos no “aceptará las líneas rojas de nadie”. Lejos de frenar al régimen ucraniano, el Gobierno de Biden parece decidido a fomentar un enfrentamiento militar. En diciembre, el senador demócrata Chris Murphy amenazó con que “Ucrania puede convertirse en el próximo Afganistán para Rusia si decide ir más allá”.

25. Como en todas las guerras libradas por Estados Unidos y sus cómplices de la OTAN, se ha afirmado un sinnúmero de veces que el conflicto con Rusia es una lucha en defensa de la democracia. Pero no aparece ni una sola referencia en la prensa a los intereses económicos que subyacen a las acciones de las potencias imperialistas. Pero esta cuestión fue examinada por el World Socialist Web Site en un detallado artículo publicado el 22 de mayo de 2022, intitulado “Recursos críticos, el imperialismo y la guerra contra Rusia”. Explicó:

Rusia es el país más grande del mundo. Aunque su economía es relativamente minúscula en comparación con las potencias imperialistas, su masa terrestre se extiende por dos continentes, con una extensión total de 6,6 millones de millas cuadradas. Los siguientes países, Canadá (3,8 mi²), China (3,7 mi²) y Estados Unidos (3,6 mi²) están muy por detrás en cuanto al tamaño. Sólo Rusia constituye el 11% de toda la masa terrestre del mundo.

En esta vasta masa terrestre hay una serie de importantes minerales y recursos.

Rusia produce aproximadamente el 40% del gas natural de la UE y casi el 12% del petróleo mundial. Rusia es también el segundo país del mundo con más reservas de carbón, 175.000 millones de toneladas. Estos recursos desempeñan un papel fundamental en el conflicto actual. En medio de la escasez de suministros energéticos a nivel mundial, estos recursos son un importante impedimento para el imperialismo estadounidense en todo el mundo, pero especialmente en su esfuerzo por combatir el ascenso de China…

Además de los hidrocarburos, Rusia contiene cantidades masivas de metales básicas. Rusia es el tercer país con mayores reservas de hierro, con 25.000 millones de toneladas. También posee la segunda mayor reserva de oro (6.800 toneladas) y está casi empatada en el quinto puesto en plata. El país es también el mayor productor de diamantes, produciendo en los últimos años una media de un tercio de los diamantes del mundo.

Aunque cada uno de estos recursos merece atención para entender las ambiciones geoestratégicas de Estados Unidos y sus aliados, este artículo analiza un aspecto menos conocido de la política mundial de recursos: los minerales cruciales. Los minerales cruciales se refieren a una serie de metales y minerales cada vez más vitales para la producción mundial cuya demanda se prevé que se dispare en las próximas dos décadas. Rusia cuenta con importantes fuentes de una serie de minerales críticos que, según Estados Unidos, serán fundamentales para el poder económico y político mundial en el siglo XXI.

26. Fundamentándose en un repaso meticuloso de los recursos estratégicos de Rusia, el artículo concluyó:

La ruptura de Rusia y su dominio por parte del capital estadounidense sería un peldaño estratégico en los esfuerzos de la clase dominante estadounidense por imponer un “nuevo siglo americano” mediante la subordinación de China y Eurasia en general a sus objetivos. Los recursos desempeñan un papel importante. En medio de la permanente necesidad de petróleo y gas natural, así como de la creciente necesidad de minerales críticos, Rusia es vista como una masa terrestre vital con una amplia gama de riquezas.

27. El carácter imperialista de la guerra siendo librada por la OTAN no justifica la invasión rusa de Ucrania, ni le da un carácter progresista. En el acto en línea contra la guerra celebrado por los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social el 10 de diciembre de 2022, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional condenó inequívocamente las acciones del régimen de Putin:

A pesar de la culpabilidad central de la alianza de EE.UU. y la OTAN en instigar la guerra, la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022 fue una acción reaccionaria y desesperada del régimen de Putin, actuando en nombre de la oligarquía capitalista que llegó al poder tras la disolución de la Unión Soviética en diciembre de 1991.

El intento del régimen de Putin de justificar la guerra invocando la herencia reaccionaria del zarismo y el chauvinismo nacional neoestalinista representa una regresión histórica despreciable. Las provocaciones de la OTAN no habrían tenido éxito si no fuera porque el régimen de Putin encarna el repudio total de los principios democráticos visionarios sobre los que se fundó la URSS en 1922, cinco años después de la Revolución de Octubre. El Gobierno bolchevique, dirigido por Lenin y Trosky, fundó la URSS como una unión voluntaria y se comprometió constitucionalmente con la igualdad democrática de todos los grupos nacionales y étnicos. El fomento deliberado del chauvinismo nacional ruso, que tiene su equivalente abiertamente fascista en Ucrania, sentó las bases ideológicas necesarias para el conflicto fratricida entre las masas de ambos países victimizados.

Cuando se examina desde un punto de vista histórico esencial, la guerra de EE.UU. y la OTAN en Ucrania demuestra de nuevo la necesidad de acabar con el capitalismo y el sistema de Estados nación en el que se basa. La guerra es, de hecho, una sola de las muestras de la total incompatibilidad de la propiedad privada capitalista de los medios d producción y la división del mundo en Estados nación hostiles con el desarrollo progresista e incluso la supervivencia misma de la humanidad.

28. La guerra es una consecuencia trágica más de la disolución de la URSS. Todas las afirmaciones de Gorbachov, Yeltsin y sus partidarios de la clase media privilegiada de la nomenklatura sobre los beneficios espectaculares de restaurar el capitalismo han quedado refutados por los acontecimientos de los últimos 30 años. En vez de paz, prosperidad y democracia, el repudio de todo el legado y los monumentales logros sociales y culturales de la Revolución de Octubre, ha habido guerras fratricidas, niveles masivos de pobreza y regímenes autocráticos.

Partidarios de los partidos ultraderechistas cargan antorchas y una pancarta con el retrato de Stepan Bandera durante una concentración en Kiev, Ucrania, 1 de enero de 2019 [AP Photo/Efrem Lukatsky]

29. La inspiración ideológica de los regímenes de Kiev y Moscú, que son ambos productos de la disolución de la Unión Soviética, proviene de los sumideros de la reacción política. El fascista Stepan Bandera, el líder de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, la cual colaboró con los nazis en el asesinato masivo de judíos y polacos durante la Segunda Guerra Mundial, ahora es dignificado como uno de los padres fundadores de Ucrania. Por su parte, Putin encarna la figura política y social que Lenin tenía pensado cuando escribió en 1922, con Stalin en mente: “ese hombre demasiado ruso, el chauvinista de la Gran Rusia, esencialmente un bribón y un tirano, como lo es el típico burócrata ruso” [ Collected Works, Vol. 36].

30. Una de las consecuencias más reaccionarias de la guerra por delegación ha sido la normalización de las armas nucleares como un instrumento legítimo de conflicto geopolítico. La afirmación repetida de que las potencias de la OTAN no serán “disuadidas” por el posible uso de las armas nucleares solo puede significar que están decididos a perseguir su guerra hasta una victoria completa sobre Rusia y, cuando sea su turno, sobre China, incluso si eso significa poner en peligro las vidas de miles de millones de personas.

31. Cuando se acerca el segundo año de la guerra, la lógica de la escalada militar es inexorable, ya que se ve impulsada por la necesidad de un avance decisivo basado en metas irrealistas y cálculos desastrosamente equivocados. La trayectoria de la guerra fue demostrada por el ataque craniano de Año Nuevo contra un edificio en Donetsk que albergaba a soldados rusos, matando a muchísimos de reclutas, posiblemente cientos. Este ataque masivo ocurrió apenas una semana después del viaje del presidente ucraniano Zelenski a EE.UU., cuyo propósito abierto era obtener más armas y apoyo militar.

32. El ataque del 1 de enero fue llevado a cabo utilizando la artillería avanzada HIMARS entregada por Estados Unidos. Dado el papel de mando de EE.UU. en la conducción de la guerra y dado lo sofisticado que es el sistema de lanzamisiles, no cabe ninguna duda de que el Gobierno de Biden autorizó el ataque y que hubo técnicos militares estadounidenses directamente involucrados en poner en la mira a los soldados rusos y en disparar los misiles.

33. No está claro si el Gobierno de Biden está intentando provocar una respuesta rusa drástica o si considera que el régimen de Putin evitará una escalada de la guerra con la OTAN. Pero, independientemente de si son provocaciones deliberadas o estimaciones incorrectas sobre la política rusa, la Casa Blanca está tomando riesgos que podrían conducir a un desastre global. Estados Unidos y las otras importantes potencias de la OTAN, que están utilizando a los ucranianos como carne de cañón y peones, están decididos a alcanzar una victoria militar y no van a quedar satisfechos hasta que Rusia capitule. Como lo declaró un editorial del 2 de enero del Financial Times, la principal publicación del capital financiero británico, “Los éxitos ucranianos en el campo de batalla no significan que sus aliados pueden disminuir su asistencia… Tampoco es el momento de contemplar la idea de ceses al fuego o negociaciones”.

34. Las otras principales potencias imperialistas también se están preparando para una guerra mundial. Los presupuestos militares masivos aprobados por Alemania y Japón el año pasado son presupuestos de guerra. Y, si bien las principales potencias están actualmente unidas en su conflicto con Rusia y China, como lo señaló el IYSSE en un mitin en línea: “La alianza de la OTAN y los pactos militares auxiliares que incluyen países de Asia y la región de Asia-Pacífico no comprenden una “Banda de Hermanos”, sino un nido de imperialistas ladrones y competidores feroces. La lógica de las rivalidades interimperialistas desembocará en un futuro cercano en conflictos enconados entre los aliados temporales de hoy día. Las enemistades del pasado, como por ejemplo entre Estados Unidos y Alemania, brotarán inevitablemente”.

El golpe de Estado del 6 de enero y la crisis de la democracia estadounidense

35. No es posible entender la imprudencia de la política exterior estadounidense si se mira solo en relación con los intereses geopolíticos del imperialismo estadounidense. Un factor central es la crisis extrema dentro del país. Por más que sueñe en conquistar el mundo, la burguesía estadounidense preside un sistema político cada vez más disfuncional. Desde la crisis del juicio político contra Clinton de 1998-99 y la intervención de la Corte Suprema en 2000 para detener el recuento de votos y entregarle la Presidencia a George W. Bush, el Comité Internacional ha advertido que la clase gobernante estadounidense se dirige a adoptar formas dictatoriales de gobierno.

El 6 de enero de 2021, los partidarios derechistas leales al presidente Donald Trump irrumpen el Capitolio en Washington en un intento de golpe de Estado [AP Photo/Jose Luis Magana]

36. Este proceso prolongado de degeneración antidemocrática culminó el 6 de enero de 2021 en el intento de Donald Trump de llevar a cabo un golpe de Estado fascistizante para bloquear el traspaso del poder y establecer una dictadura. Este golpe contó con el apoyo de la mayoría del Partido Republicano y con elementos importantes dentro de la clase gobernante y el aparato militar-estatal.

37. A lo largo del último año, el Comité sobre el 6 de enero de la Cámara de Representantes llevó a cabo varias audiencias que demostraron lo siguiente: 1) Trump conspiró para encabezar y dirigir el golpe; 2) El golpe estuvo muy cerca de tener éxito. Las audiencias concluyeron en diciembre recomendando al Departamento de Justicia que Trump sea arrestado y sometido a cargos de “conspiración para incitar, asistir o ayudar una insurrección”.

38. El International Institute for Strategic Studies (IISS) describió la fragilidad de la política estadounidense en su informe anual Strategic Survey for 2022. Indicó:

A pesar de que el complot de Trump fracasó, la audacia del intento pregona una revolución en la consciencia y las expectativas sobre el posible rechazo o anulación de los resultados electorales en el futuro. Tal acontecimiento solo es concebible por el nivel extraordinario de polarización política que impulsó el comportamiento de las élites política sen Washington y en las capitales estatales de todo EE.UU. en 2021-22 y porque los propios estadounidenses se han vuelto más social y políticamente diferenciados que en cualquier otro momento en la historia reciente.

Existe un debate académico sobre si EE.UU. podría enfrentar una guerra civil en la próxima década. La respuesta puede depender de las definiciones. La violencia es nuevamente un aspecto destacado de la política estadounidense.

39. Trump no representa de ninguna manera la única amenaza de autoritarismo fascistoide en la política estadounidense. El Partido Republicano rechaza en gran medida las normas tradicionales democráticos y busca crear un Estado autoritario para aplastar despiadadamente la oposición política, como lo demuestra el ascenso de figuras como el gobernador floridano Ron DeSantis. El fallo de la Corte Suprema que anula el caso Roe vs. Wade ha desencadenado una ola de leyes estatales antidemocráticas que criminalizan el aborto. Los policías locales asesinan a más de 1.000 personas cada año. Y, detrás de todas estas manifestaciones de la erosión de la democracia, yace la expansión continua de la maquinaria de represión nacional: las masivas agencias de espionaje y represión como la NSA y el FBI, y sus contrapartes en cada estado y ciudad grande.

Giorgia Meloni del partido Hermanos de Italia, asiste a un mitin de cierre de campaña para su coalición de centroderecha en Roma, 22 de septiembre de 2022 [AP Photo/Gregori Borgia, file]

40. El colapso de la democracia y la creciente influencia política de la ultraderecha y de los movimientos fascistizantes es un fenómeno global. En Italia, los Hermanos de Italia (FdI, por sus siglas en inglés), los sucesores del Movimiento Social Italiano fascista y herederos del dictador fascista Benito Mussolini, llegaron al poder en octubre bajo la conducción de la primera ministra Giorgia Meloni. En Francia, la candidata neofascista Marine Le Pen obtuvo el 45 por ciento de los votos en la segunda ronda contra Emmanuel Macron en marzo. El Alemania, donde la dictadura nazi fue responsable de los crímenes más graves del siglo veinte, una redada en diciembre desenmascaró un plan terrorista y fascista para tomar el poder por fuerza militar. Este movimiento, llamado “Reichsbürger”, tiene lazos estrechos con el partido ultraderechista Alternativa para Alemania y el movimiento neonazi tiene vínculos íntimos con el aparato de inteligencia y militar.

41. En toda Europa, los partidos fascistas han sido legitimados políticamente y le han ofrecido un apoyo político crítico al fomento del militarismo, el abandono de las medidas de salud públicas, la embestida contra los inmigrantes y refugiados y, ante todo, los preparativos para un enfrentamiento con la clase trabajadora.

42. La historia ha demostrado que el fascismo es una respuesta de las clases gobernantes a la amenaza de la revolución socialista. La burguesía italiana instaló en el poder a Mussolini y sus escuadrones de fascisti en 1922 para reprimir violentamente el movimiento de la clase obrera. Hitler y sus nazis fueron utilizados con una brutalidad aún mayor para el mismo propósito en Alemania. Las formas asumidas por los movimientos fascistas han variado de un país a otro. En algunos casos, como en Alemania e Italia, tomaron un control prácticamente absoluto del Estado capitalista. En otros casos y, de hecho, más frecuentemente, las organizaciones fascistas han operado como instrumentos paramilitares auxiliares de la represión estatal, asistiendo (por ejemplo, en España, Argentina, Chile e Indonesia) al ejército y a la policía en las sangrientas tareas de una contrarrevolución dirigida por el Estado.

43. En la situación actual, la presión de la crisis objetiva conduce a la élite gobernante a abandonar las formas democráticas de gobierno y asestarle un golpe preventivo al movimiento emergente de la clase trabajadora.

La crisis económica del capitalismo estadounidense y mundial

44. En el análisis final, la inestabilidad política extrema se ve impulsada por la inestabilidad cada vez mayor de la situación económica y financiera. El elemento principal de la política de la clase gobernante de las últimas tres décadas ha sido el bombeo de sumas cada vez mayores de liquidez en los mercados. Esto comenzó después del “shock de Volcker” de 1979 —el periodo cuando la Reserva Federal de EE.UU. bajo Paul Volcker aumentó fuertemente los tipos de interés para provocar una recesión e incrementar el desempleo—. Posteriormente, en los años noventa y las primeras dos décadas del siglo veintiuno, hubo un periodo continuo de tipos de interés bajos que encauzó el dinero hacia los mercados financieros y dio un impulso a los precios de las acciones.

45. La clase gobernante estadounidense respondió al colapso económico y financiero de 2008 con un rescate de Wall Street. La deuda nacional fue duplicada prácticamente de la noche a la mañana para financiar la compra de cientos de miles de millones de dólares en activos especulativos por parte de la Reserva Federal. Esto fue repetido a una escala incluso mayor en 2020 durante los meses iniciales de la pandemia de COVID-19, empujando los precios de las acciones a niveles récord en medio de las muertes masivas y la miseria social.

El presidente de la Reserva Federal Jerome Powell, derecha, toma un descanso con los asistentes del simposio anual de bancos centrales en Jackson Lake Lodge en el parque nacional de Grand Teton, 26 de agosto de 2022, Moran, Wyoming [AP Photo/Amber Barsler]

46. La política de la clase dominante, encabezada por la estadounidense, consistió en inflar los activos financieros mediante la impresión de dinero, al tiempo que se mantenían bajos los salarios sofocando la lucha de clases. La riqueza de la élite empresarial y financiera, así como de importantes sectores de la clase media-alta. se separó cada vez más del proceso real de producción.

47. La forma más extrema de esta manía especulativa se produjo en el mercado de las criptomonedas, una divisa ficticia para un capital ficticio, cuyo precio explotó en la década posterior a la crisis de 2008. El precio del Bitcoin, el cual fue creado en 2009, se elevó a más de 64.000 dólares en su apogeo en 2021. En noviembre de 2021, el mercado total de criptomonedas –incluyendo Bitcoin y otras— alcanzó un máximo de más de 3 billones de dólares gracias a la infusión masiva de efectivo en el mercado financiero general.

48. El año pasado, esta política llegó a un callejón sin salida. La economía mundial se vio afectada por los niveles más altos de inflación monetaria en cuatro décadas. Este fue el producto de las operaciones de impresión de dinero de los bancos centrales y fue exacerbado por el impacto de la pandemia y la guerra de EE.UU. y la OTAN contra Rusia en las cadenas de suministro mundiales.

49. Liderados por la Reserva Federal estadounidense, los bancos centrales han respondido con el alza de los tipos de interés más pronunciada desde principios de los años ochenta. Sin embargo, las medidas adoptadas en respuesta a la inflación no hacen más que agravar la crisis económica y aumentar las tensiones sociales, lo que a su vez está produciendo un resurgir de la lucha de clases.

50. La subida de los tipos de interés ya ha tenido un impacto considerable en los mercados financieros. La bolsa NASDAQ ha caído casi un 35 por ciento en el transcurso del año, mientras que el S&P 500 cayó un 20,6 por ciento y el Dow Jones un 9,5 por ciento. El valor de mercado de empresas como Tesla, Google, Amazon, Microsoft y muchas otras que prosperaron gracias a la especulación se ha desplomado. El valor total del mercado de las criptomonedas cayó más de un 60 por ciento, pasando de 2,3 billones de dólares a poco más de 800.000 millones. El arresto en diciembre de Sam Bankman-Fried, fundador de la plataforma de intercambio de criptomonedas FTX, la cual quebró, es solo el ejemplo más evidente de que se está desinflando la manía especulativa del capital financiero.

51. Cada vez hay más indicios de que la economía mundial entrará en recesión en 2023. En octubre, el Fondo Monetario Internacional preveía que el crecimiento mundial caería al 2,7 por ciento este año, el nivel de crecimiento más bajo desde 2001, excluyendo la crisis de 2008-09 y el primer año de la pandemia. Este pronóstico, sin embargo, parece excesivamente optimista. En noviembre, The Economist escribió que una recesión mundial en 2023 es “inevitable”, citando el impacto de la “permacrisis” causada por los conflictos geopolíticos, el aumento de los precios de las materias primas y “la pérdida de estabilidad macroeconómica” debido al aumento de los tipos de interés.

52. Desde el punto de vista de la clase dominante, el impacto de las subidas de los tipos de interés en el mercado de valores se considera un mal necesario para lograr el objetivo estratégico más importante: vencer la resistencia de la clase trabajadora al asombroso descenso de su nivel de vida durante el último año. En agosto, cuando el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, anunció que no habría una tregua en las subidas de los tipos de interés, subrayó que era necesario crear “condiciones más blandas en el mercado laboral” –es decir, instigar un desempleo masivo—, lo que “traería algo de dolor a los hogares y las empresas”.

53. La inflación galopante ha tenido un impacto devastador en las condiciones de vida de los trabajadores de todo el mundo. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los salarios reales disminuyeron casi un 1 por ciento en 2022, lo que supone el primer descenso mundial de este tipo en décadas. En la Unión Europea, donde la inflación interanual alcanzó el 11,5 por ciento en octubre de 2022, los salarios reales cayeron un 2,4 por ciento en el primer semestre de 2022 en comparación con el año anterior, una caída pasmosa.

54. Mientras los salarios reales han disminuido, la productividad laboral ha seguido creciendo, lo que indica que la explotación de la clase trabajadora está alcanzando niveles sin precedentes. Como resultado, los analistas empresariales temen que, tanto en los países avanzados como en los países en desarrollo, las huelgas y las protestas sociales dominen en 2023. Un análisis de Bloomberg Law sobre las relaciones laborales en Estados Unidos señala que “al menos 150 grandes contratos sindicales expirarán el próximo año, lo que podría significar una mayor agitación laboral en medio de una inflación galopante y un aumento de los beneficios empresariales”. Los convenios que expiran representan al menos a 1,6 millones de trabajadores, más que la población de Filadelfia”.

La emergente ofensiva global de la clase trabajadora

55. Las alzas de los precios han acelerado los procesos subyacentes que están impulsando un crecimiento de la lucha de clases en todo el mundo. El largo periodo de estancamiento forzado por los aparatos sindicales se enfrenta ahora a una oposición masiva. En un país tras otro, se está produciendo un nuevo auge de la militancia de la clase obrera. “Las leyes de la historia”, como escribió Trotsky en una ocasión, “son más poderosas que el aparato burocrático”.

56. Un factor importante detrás del mayor malestar social ha sido el aumento del coste de vida, incluyendo el alza desenfrenada de los precios de los bienes básicos. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el precio del trigo aumentó 80 por ciento entre abril de 2020 y diciembre de 2021, bajo el impacto inicial de la pandemia. Esto empujó los precios de los alimentos a su nivel más alto desde la década de 1970. El precio del trigo dio un salto de 37 por ciento y el del maíz de 21 por ciento en 2022. En los últimos seis meses, los futuros del trigo aumentaron 80 por ciento y los de maíz 58 por ciento.

Manifestantes se reúnen en una calle que dirige a la residencia oficial del presidente en Colombo, Sri Lanka, 9 de julio de 2022 [AP Photo/Amitha Thennakoon]

57. En Sri Lanka, las manifestaciones contra el Gobierno que comenzaron a finales de marzo y continuaron durante abril y mayo, culminaron en tres huelgas generales masivas que forzaron la dimisión del presidente Gotabhaya Rajapakse, quien huyó del país. En Ecuador, Perú, Líbano, Pakistán y otros países también se produjeron importantes manifestaciones en torno a los precios de los alimentos y el combustible.

58. En Turquía se produjo una serie de huelgas salvajes en diciembre y principios de enero, en las que han participado los trabajadores del acero, del papel, del calzado, del hierro y de la construcción.

59. En Irán, estallaron protestas antigubernamentales en septiembre tras la muerte de Mahsa Amini, quien fue detenida por la policía de la moral de la Patrulla de Orientación por violar supuestamente la ley del hiyab obligatorio. En las protestas iniciales participaron principalmente capas de la clase media motivadas por la hostilidad al régimen burgués-clerical del ayatolá Jamenei. El imperialismo estadounidense también está tratando de sacar provecho de la crisis interna en Irán para promover sus propios intereses en Oriente Próximo.

60. En diciembre, algunos sectores de la clase obrera iraní, incluidos trabajadores petroquímicos, del acero y el cemento y los conductores de autobuses, participaron en una “huelga nacional” de tres días como parte de las manifestaciones. El desarrollo de las protestas en una dirección progresista –oponerse al Gobierno burgués en Irán sin apoyar las operaciones de cambio de régimen del imperialismo estadounidense— depende de la construcción de una dirección trotskista en la clase obrera.

61. La inflación está teniendo un inmenso impacto en el desarrollo de la lucha de clases en África. Veintitrés de los 54 países africanos dependen de Rusia y Ucrania para importar más de la mitad de al menos uno de sus productos básicos. El alza de los precios está agravando el hambre en condiciones en las que la mayoría de los países africanos carecen de una red de seguridad social. El impacto es particularmente extremo en los países que importan la mayor parte de sus alimentos y donde los efectos económicos del COVID-19 golpean con más fuerza, entre ellos Nigeria, Kenia, Ghana, Ruanda y Egipto. Se prevé que el número de personas que padecen hambre en África supere los 500 millones, de una población de 1.200 millones en el continente.

62. En toda África, los trabajadores han entrado en lucha a pesar de los esfuerzos del aparato sindical para prevenirlo. Los trabajadores sanitarios keniatas desafiaron una orden judicial y se declararon en huelga el 9 de diciembre. En Nigeria, también hubo huelgas de profesores universitarios, conductores de autobús y funcionarios públicos. Tuvo especial importancia la huelga de los conductores de autobús de Lagos (Nigeria), que desafió a la burocracia del Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte por Carretera.

63. En Sudáfrica también se produjeron huelgas, desde la de los trabajadores de Makro, que se declararon en huelga por salarios, hasta los trabajadores despedidos de la empresa eléctrica sudafricana Eskom, que se declararon en huelga para exigir su reincorporación. En Sudáfrica, los trabajadores de base se enfrentan a la burocracia del Congreso de Sindicatos Sudafricanos, que mantiene una alianza tripartita con el partido burgués Congreso Nacional Africano y el Partido Comunista Sudafricano estalinista. Miles de trabajadores públicos participaron en manifestaciones en todo el país en noviembre para exigir un aumento del 10 por ciento en sus salarios. El resultado fue una huelga general del sector público de un día.

Trabajadores brasileños de Mercedes-Benz en São Bernardo do Campo el 8 de septiembre de 2022 [Photo: Adonis Guerra/SMABC/FotosPublicas]

64. América Latina, que hace tres años fue escenario de levantamientos masivos contra la desigualdad social y los podridos regímenes políticos de la región, fue testigo de una nueva oleada de lucha de clases en 2022. Impulsada por huelgas generales de trabajadores portuarios, de neumáticos, maestros, enfermeros, transportistas y otros, Argentina registró más de 9.000 protestas callejeras en 2022, convirtiéndose en el año con el mayor número de “piquetes” de la historia del país. En Brasil, una ola de luchas salariales en el primer semestre del año provocó 75 por ciento más huelgas, involucrando el doble de horas de trabajo, que en el mismo periodo del año anterior.

65. Hubo protestas masivas contra el aumento del coste de la vida en varios países latinoamericanos, especialmente tras las conmociones económicas provocadas por la guerra instigada por Estados Unidos y la OTAN en Ucrania, a más de 10.000 kilómetros de distancia. Los Gobiernos abiertamente derechistas –como los de Ariel Henry en Haití y Guillermo Lasso en Ecuador— y los de la “marea rosa” pseudoizquierdista —como los de Pedro Castillo en Perú y Gabriel Boric en Chile— respondieron por igual a estas manifestaciones con una brutal represión estatal.

66. En Europa, el Gobierno francés del presidente Emmanuel Macron se vio sacudido por una serie de huelgas de trabajadores de las refinerías de petróleo. Tras amenazar con requisar a los huelguistas para obligarlos a volver al trabajo, Macron recurrió finalmente a los servicios de los sindicatos de la CGT para estrangular la ofensiva. Los acontecimientos en Alemania también estuvieron marcados por la radicalización de la clase obrera, plasmada en una serie de huelgas. En otoño, el sindicato metalúrgico IG Metall se vio obligado a convocar a cientos de miles de trabajadores a una huelga de advertencia para mantener bajo control el creciente enfado de los trabajadores por los efectos de la inflación y las políticas de guerra del Gobierno alemán. A lo largo del año se produjeron otras huelgas significativas en los sectores de la enfermería y la aviación, y entre los estibadores en verano.

Huelguistas en la oficina de correos de Alder Hills, Bournemouth, 23 de diciembre de 2022

67. En Reino Unido, los ferroviarios, estibadores, trabajadores de las telecomunicaciones, repartidores de correo y otros sectores de la clase trabajadora han protagonizado una serie de luchas que han desempeñado un papel fundamental en la desestabilización del Gobierno británico, que ha visto tres primeros ministros en el transcurso de un mismo año por primera vez desde 1924. El año concluyó con los intentos de los sindicatos para limitar las crecientes demandas de una huelga general, durante lo que los medios de comunicación han bautizado como el nuevo “invierno del descontento” en el país.

68. En Australia, las protestas industriales alcanzaron niveles no vistos desde hace más de una década, a pesar de los intentos del aparato sindical por limitar y dividir las huelgas. La elección del Gobierno laborista de Albanese en mayo de 2022 fue seguida de huelgas de enfermeras, profesores, trabajadores ferroviarios, marítimos y del transporte, entre otros, contra las intolerables cargas laborales y la disminución de los salarios causada por la inflación. La respuesta tanto del Gobierno de Albanese como de las autoridades estatales ha sido endurecer las leyes y medidas antihuelgas que se han utilizado por más de cuatro décadas para reprimir las luchas de la clase trabajadora.

69. En Nueva Zelanda, con una inflación que alcanzó el 7,2 por ciento, amplios sectores de trabajadores iniciaron luchas por el coste de la vida y las presiones generadas por la crisis del COVID. Los bomberos se declararon en huelga en todo el país por primera vez en 20 años, junto con los académicos, los trabajadores de la industria manufacturera y de la hostelería, mientras que las enfermeras de los hospitales públicos se negaron a trabajar turnos extraordinarios en oposición a la eliminación por parte del Gobierno laborista de Ardern de las “bonificaciones de invierno”.

70. En Canadá, 55.000 trabajadores de apoyo a la educación en Ontario desafiaron una ley antihuelga, lo que generó un gran respaldo de la clase trabajadora a una huelga general contra el Gobierno provincial de extrema derecha de Doug Ford. Solo pudieron bloquearla gracias a que los sindicatos pusieron fin a la huelga magisterial.

Huelguistas de la Universidad de California, Berkeley, 21 de noviembre de 2022

71. Por último, algunas de las batallas de clase más explosivas están teniendo lugar en Estados Unidos, el centro del capitalismo mundial, donde el número de huelgas aumentó significativamente en 2022 con respecto al año anterior, un 40 por ciento según una base de datos de la Universidad de Cornell. Esto incluyó las huelgas de los trabajadores petroleros, los enfermeros y otros trabajadores de la salud, los trabajadores manufactureros, los maestros y otros trabajadores de la educación. El año concluyó con el final de una poderosa huelga de 48,000 trabajadores académicos de la Universidad de California cuando el sindicato United Auto Workers (UAW) aceptó un contrato entreguista.

72. Sin embargo, el número de huelgas no refleja plenamente el estado de la oposición en la clase obrera. El aparato burocrático pudo frenar una lucha mucho más amplia colaborando estrechamente con las corporaciones y el Gobierno en un intento desesperado de contener la ira social. Esto tomó la forma de la supresión de la lucha de 100.000 trabajadores ferroviarios. Los sindicatos bloquearon las huelgas a pesar de que los trabajadores votaron repetidamente en contra de los contratos y a favor de autorizar una huelga. Esto culminó en la intervención directa del Gobierno para ilegalizar una huelga en diciembre, una medida de carácter esencialmente fascistizante a la que no se opuso el aparato sindical; de hecho, la apoyó.

El CICI en la década de la revolución socialista

73. El desarrollo de la lucha de clases mundial representa un punto de inflexión histórico importante. La merma de la lucha de clases que se remonta a finales de la década de 1970 ha cambiado claramente de dirección y las luchas ahora están aumentando.

74. En esta nueva situación objetiva, el papel y la práctica del partido revolucionario son decisivos. En su Escuela de Verano de 2019, el Partido Socialista por la Igualdad (EE.UU.), basándose en un análisis de la crisis objetiva del capitalismo y de la historia de la Cuarta Internacional, identificó un cambio cualitativo de la situación política. El período actual, señaló, se caracterizaría por “la intersección entre un nuevo resurgimiento revolucionario de la clase obrera internacional y la actividad política del Comité Internacional”.

El Comité Internacional de la Cuarta Internacional ha comenzado la quinta etapa de la historia del movimiento trotskista. Esta es la etapa que verá el vasto crecimiento del CICI como Partido Mundial de la Revolución Socialista. Los procesos objetivos de globalización económica, identificados por el Comité Internacional hace más de treinta años, han atravesado un desarrollo colosal aún mayor. Junto con la aparición de nuevas tecnologías que revolucionaron las comunicaciones, estos procesos han internacionalizado la lucha de clases a un grado difícil de imaginar incluso hace solo 25 años. La lucha revolucionaria de la clase obrera avanzará como un movimiento interconectado y unido a nivel mundial. El Comité Internacional de la Cuarta Internacional será construido como la dirección política consciente de este proceso socioeconómico objetivo. Contrapondrá a la política capitalista de las guerras imperialistas la estrategia clasista de la revolución socialista mundial. Esta es la tarea histórica esencial de la nueva etapa de la historia de la Cuarta Internacional.

75. Basándose en este análisis, el WSWS escribió, en su declaración de Año Nuevo publicada el 3 de enero de 2020, que la esta década sería la “década de la revolución socialista”. Escribimos: “El crecimiento de la clase obrera y el surgimiento de la lucha de clases a escala internacional conforman la base objetiva para la revolución. Sin embargo, las luchas espontáneas de los trabajadores y su búsqueda instintiva del socialismo son inadecuados por sí solos. La transformación de la lucha de clases en un movimiento consciente por el socialismo es una cuestión de conducción política”.

76. El reto para la dirigencia política es analizar la lógica objetiva de la crisis capitalista y, sobre esta base, desarrollar iniciativas que eleven la conciencia de la clase obrera, aumenten su confianza en sí misma y socaven la influencia política de los partidos capitalistas.

77. En noviembre de 2021, cuando la variante ómicron apenas comenzaba a propagarse, el CICI lanzó la Investigación Mundial de los Trabajadores sobre la Pandemia de COVID-19. En su primer año, la investigación ha recopilado declaraciones de decenas de científicos y trabajadores que documentan la respuesta criminal de la clase gobernante y elaboran una estrategia científica y, sobre todo, política para acabar con la pandemia de una vez por todas.

78. El 10 de diciembre de 2022, los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social, el movimiento estudiantil y juvenil del CICI, celebró un acto mundial en línea para iniciar un movimiento mundial de jóvenes contra la guerra. En noviembre, el Sozialistische Gleichheitspartei, la sección alemana del CICI, inició una agresiva campaña en las elecciones de Berlín, que se celebrarán en enero y febrero de 2023. El SGP es el único partido que está luchando por movilizar a la clase obrera contra la guerra de la OTAN y EE.UU. contra Rusia.

79. En Sri Lanka, el Partido Socialista por la Igualdad lanzó una iniciativa en julio para convocar un Congreso Democrático y Socialista de los Trabajadores y las Masas Rurales, en oposición a las conspiraciones de la élite política que buscaban reemplazar el Gobierno de Rajapakse con un nuevo régimen igualmente comprometido con implementar las medidas de austeridad exigidas por el FMI.

80. Una barrera principal para las luchas de la clase trabajadora en cada país son los sindicatos corporativistas, que han desempeñado un papel crucial en mantener por décadas el aumento de la desigualdad social, apoyando la política de guerra de la clase gobernante e implementando la campaña de regreso al trabajo durante la pandemia. El CICI llamó a formar la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base como medio para unir las luchas de los trabajadores en todo el mundo. En oposición a aquellos que insistían en la inviolabilidad del aparato sindical corporativista que existe, el Comité Internacional aboga por la construcción de organizaciones conformadas por y controladas por los propios trabajadores.

Trabajadores muestran su apoyo a Will Lehman para presidente del UAW

81. El año pasado, la lucha por liberar a los trabajadores de la burocracia sindical cobró fuerza en la campaña de Will Lehman a presidente del sindicato United Auto Workers de Estados Unidos, que comenzó en junio. La campaña obtuvo un amplio apoyo de los trabajadores de base, que acudieron a su llamado a abolir completamente el aparato sindical y transferir el poder a los trabajadores en las plantas.

82. La campaña puso de manifiesto el enorme abismo social que existe entre los trabajadores de base y el aparato del UAW, que cuenta con miles de personas cuyos ingresos los posicionan en el 5 por ciento o incluso el 1 por ciento más rico de la población. Obligado a celebrar una elección directa debido al escándalo de corrupción masiva que envolvió al UAW, el aparato respondió con una campaña deliberada de supresión del voto.

83. La bajísima participación, de solo el 9 por ciento, fue producto de esta campaña y del distanciamiento de las bases con respecto al aparato. A pesar de la baja participación relativa, los 5.000 votos emitidos a favor de Lehman demuestran que existe una base de apoyo muy amplia en la clase obrera a favor de las políticas socialistas. La campaña ha sentado las bases para el desarrollo de una red de comités en las fábricas automotrices y otros centros de trabajo de todo el país.

84. La construcción de comités de base en todos los sectores y en todos los países es necesaria para el desarrollo de la lucha de clases, que a su vez forma los cimientos necesarios para un movimiento tanto contra la explotación y la desigualdad como contra la guerra, la política pandémica de las clases gobernantes y el impulso hacia el fascismo y la dictadura.

El World Socialist Web Site y el centenario del trotskismo

85. En el programa fundacional de la Cuarta Internacional, Trotsky escribió que fuera de este partido “no existe una sola corriente revolucionaria en este planeta que merezca realmente ese nombre”. Lo mismo se puede concluir sobre el papel del Comité Internacional de la Cuarta Internacional en la lucha de clases mundial y en la preparación de la clase obrera para la revolución socialista mundial. El Comité Internacional de la Cuarta Internacional no es una de las muchas “facciones” que pretenden ser trotskistas. El CICI es el único partido político que sigue la tradición marxista y defiende la continuidad histórica de la Cuarta Internacional como el Partido Mundial de la Revolución Socialista. Esto no es un alarde vacío. Es una afirmación fundamentada en la teoría, el programa y la práctica del CICI.

86. El 14 de febrero de 2023, el World Socialist Web Site celebrará el 25 aniversario de su fundación en 1998. Utilizando la nueva tecnología de comunicaciones del Internet, el CICI creó el WSWS como la primera publicación genuinamente global del movimiento socialista internacional. Esta tecnología revolucionaria proporcionó la posibilidad y los medios para el desarrollo de dicha publicación. Pero la base esencial del WSWS, que han hecho posible su publicación diaria durante un período de 25 años, consiste en sus raíces en todo el patrimonio teórico y político de la Cuarta Internacional. El alcance de la cobertura del World Socialist Web Site de los acontecimientos y procesos políticos, sociales, culturales e intelectuales ha dado testimonio del poder del método marxista de análisis y de la perspectiva histórica del trotskismo.

87. Arrancando de las lecciones de las experiencias revolucionarias y contrarrevolucionarias más importantes del siglo veinte, el WSWS ha informado y analizado todos los acontecimientos políticos centrales del siglo veintiuno. Contrarrestando la propaganda embrutecedora y engañosa de los medios de comunicación capitalistas, ha proporcionado una orientación intelectualmente liberadora y revolucionaria a toda una generación de trabajadores, estudiantes y jóvenes. Al tiempo que ha proporcionado el análisis más políticamente avanzado de los acontecimientos, el WSWS ha combatido sin tregua el entorno social, que se caracteriza por el atraso cultural, el engaño y la charlatanería intelectual.

Miembros de la Oposición de Izquierda en 1927 (de izquierda a derecha): Leonid Serebryakov, Karl Radek, León Trotsky, Mijaíl Boguslavski, Yevgueni Preobrazhenski, Christian Rakovski, Jacob Drobnis, Aleksander Beloborodov y Lev Sosnovski

88. En otoño iniciará la celebración de otro aniversario. El mes de octubre de 2023 será el centenario de la fundación de la Oposición de Izquierda bajo la dirección de León Trotsky. Esto marcó el inicio de la oposición trotskista a la burocracia estalinista y al régimen cuyas traiciones a los principios de la Revolución de Octubre propiciaron derrotas históricas para la clase trabajadora internacional y, en última instancia, la destrucción de la Unión Soviética y la restauración del capitalismo.

89. Cien años después de la fundación de la Oposición de Izquierda, la perspectiva y el programa del movimiento trotskista han sido confirmados por la historia. El papel de Stalin y el estalinismo como los “sepultureros de la revolución” ha quedado registrado en sus incontables crímenes contra el movimiento socialista y la clase obrera.

90. El Comité Internacional de la Cuarta Internacional, el movimiento trotskista mundial, es el único representante del marxismo revolucionario en el siglo veintiuno. Todas las organizaciones pablistas, capitalistas de Estado y otras pseudoizquierdistas han quedado expuestas como agentes del imperialismo, defensores del aparato sindical y oponentes de la clase trabajadora.

91. El marxismo se basa en un entendimiento materialista histórico de las leyes y procesos objetivos que dan origen a los movimientos revolucionarios de masas. La teoría de la revolución permanente, que fue elaborada por Trotsky, sigue siendo la base estratégica esencial de la revolución socialista mundial. La perspectiva del CICI está empapada con optimismo político, que a su vez está arraigado científicamente en el entendimiento de la capacidad revolucionaria de la clase trabajadora para poner fin al capitalismo. Pero este optimismo no corresponde al de un espectador pasivo que se ha vuelto complaciente por la idea de que “la historia está de nuestro lado”. Es cierto que la crisis del capitalismo conduce a la revolución. Pero hay que preparar y luchar por esa revolución. La resolución socialista de la crisis del capitalismo exige la resolución de la crisis de dirección de la clase trabajadora.

92. Iniciando el año, llamamos a los trabajadores y jóvenes a que extraigan las lecciones del último año y de la historia y reconozcan que el capitalismo ha llegado a un callejón sin salida. El futuro de la humanidad depende del triunfo del socialismo. Te urgimos a unirte a esta lucha por construir la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base, a participar en la Investigación Global de los Trabajadores sobre la Pandemia de COVID-19, a aumentar la circulación del World Socialist Web Site y, ante todo, a unirte al Partido Socialista por la Igualdad en tu país y a trabajar para construir el Comité Internacional de la Cuarta Internacional como el partido mundial de la revolución socialista.

(Publicado originalmente en inglés el 3 de enero de 2023

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