Israel ha utilizado la incursión 'Inundación de Al-Aqsa' llevada a cabo el 7 de octubre para montar un ataque genocida contra Gaza. La narrativa oficial del primer ministro Benjamín Netanyahu, repetida fielmente por sus partidarios imperialistas, es que Hamas llevó a cabo un asalto inesperado y bárbaro sin precedentes y ahora debe ser aniquilado a cualquier precio.
Esto le da la vuelta a la verdad. Como ha advertido repetidamente el World Socialist Web Site, desde que su gobierno asumió el cargo a finales de 2022, Netanyahu montó una provocación tras otra contra los palestinos con el objetivo de incitar a represalias, como ocurrió el 7 de octubre. La inundación de Al-Aqsa proporcionó el casus belli para una campaña planificada de asesinatos en masa y limpieza étnica de los palestinos, comenzando con Gaza para pasar luego a Cisjordania y que incluye a los 2 millones de ciudadanos árabes de Israel.
La campaña genocida de Israel ya se ha cobrado más de 14.000 vidas, en su mayoría niños, mujeres y ancianos. Ha destruido hospitales, escuelas y bloques de apartamentos, mientras que la negativa de Israel a permitir la entrada de alimentos, combustible, electricidad e incluso agua en Gaza significa que muchos más palestinos indefensos morirán de hambre, sed y enfermedades.
Pero toda la narrativa de Israel en torno a los acontecimientos del 7 de octubre ha comenzado a derrumbarse, con crecientes evidencias de que el gobierno de Netanyahu, el ejército y los servicios de seguridad de Israel sabían que estaba a punto de ocurrir una incursión militar y que una vez que tuvo lugar, un gran número de bajas israelíes se produjeron como resultado de una masiva operación militar llevada a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Estas revelaciones han sido ignoradas en gran medida por los medios de comunicación mundiales, que han repetido hasta la saciedad y de manera obediente las afirmaciones de Israel de que los combatientes de Hamas cometieron atrocidades horribles, incluidos secuestros brutales, bebés decapitados y quemados y mujeres violadas, que se cobraron 1.400 vidas. Los hombres armados, dijeron, habían atacado deliberadamente el festival de música Supernova, matando a cientos de jóvenes, y también masacraron a los residentes de los kibutzim.
Reflejando la opinión generalizada de que Netanyahu es responsable del desastre y no hizo nada para evitarlo, muchas de las familias israelíes de los muertos, heridos y tomados como rehenes el 7 de octubre han pedido una investigación independiente e internacional, a lo que el gobierno se ha negado. Exigen respuestas a dos preguntas básicas:
¿Qué sabía de antemano el aparato militar y de inteligencia de Israel sobre lo que Hamás había planeado? ¿Y qué pasó el fin de semana del 7 y 8 de octubre?
¿Qué sabía Israel sobre el ataque planeado?
La línea oficial sobre el 7 de octubre, repetida sin cesar, era que la infame red de espionaje del Mossad israelí no tenía ni idea de que estaba a la vista un ataque a gran escala, que requería meses de planificación, entrenamiento y coordinación entre varios grupos palestinos, incluidos Hamas, la Yihad Islámica y palestinos sin filiación.
La base secreta de inteligencia militar estadounidense en el desierto israelí del Negev, a sólo 20 millas de Gaza, el 'Sitio 512', también fue sorprendida.
Las autoridades tampoco explicaron cómo su enorme valla electrónica fronteriza pudo ser vulnerada con solo herramientas rudimentarias y sin que se activaran las sirenas ni se alertara a las bases militares, lo que significa que el ejército más sofisticado de Oriente Medio supuestamente tardó horas en llegar al lugar en un país no más grande que el estado estadounidense de Nueva Jersey.
Los comentarios de los medios de comunicación han atribuido en gran medida el fracaso de la seguridad de Israel a su enfoque en Cisjordania. El gobierno de Netanyahu ha promovido la violencia de los colonos contra los palestinos y las provocaciones ultraortodoxas en la mezquita de Al-Aqsa que supuestamente consumieron la atención de las FDI y el Mossad.
Históricamente, lejos de considerar a Hamas como una amenaza, Netanyahu lo ha fortalecido como contrapeso a la Autoridad Palestina (AP) dominada por Fatah. Israel ha trabajado para cimentar las divisiones entre las dos facciones palestinas rivales y evitar el establecimiento de un mini-Estado palestino formado por Cisjordania y Gaza.
Como dijo anónimamente un oficial de inteligencia israelí al Washington Post el mes pasado: “Eso es lo que sucede cuando se olvida que todas las líneas de defensa pueden eventualmente ser rotas y lo han sido históricamente. Eso es lo que pasa cuando subestimas a tu enemigo'.
Netanyahu negó repetidamente haber recibido información de inteligencia militar sobre un posible ataque. El 29 de octubre, tuiteó que 'en ninguna circunstancia y en ningún momento se advirtió al primer ministro Netanyahu sobre la intención de Hamas de ir a la guerra'.
Hace dos días, sus mentiras quedaron al descubierto con la publicación por parte del periódico Ha'aretz de cartas escritas en marzo y de nuevo en julio por el jefe de la división de investigación de la Inteligencia Militar, advirtiendo personalmente a Netanyahu de que la crisis sociopolítica que sacude al país estaba animando a Irán, Hezbolá y Hamás a arriesgarse a actuar contra el país, incluso simultáneamente.
En marzo, el general de brigada Amit Sa'ar escribió: “Estamos viendo deliberaciones sobre si sentarse en la valla y dejar que Israel continúe debilitándose, o tomar la iniciativa y empeorar su situación”, y adjuntó los informes de inteligencia en los que se basaron sus advertencias.
Y añadió: 'A nuestro entender, esta idea es la base de la gran motivación de Hamas para ejecutar ataques desde el norte en este momento, y también estimula a Irán para aumentar los esfuerzos de sus representantes para avanzar en los ataques contra Israel'.
Cuando el ministro de Defensa, Yoav Gallant, llamó la atención sobre esto, Netanyahu lo destituyó rápidamente, reincorporándolo después de grandes protestas.
Sa'ar envió otra carta a Netanyahu en julio, justo antes de que la Knesset aprobara la legislación otorgando al gobierno poderes para anular las decisiones de la Corte Suprema, expresando, “El empeoramiento de la crisis está intensificando la erosión de la imagen de Israel, empeorando el daño a la disuasión israelí y aumentando la probabilidad de una escalada”. El jefe del Estado Mayor de las FDI, Herzl Halevi, trató de informar a Netanyahu sobre la situación de seguridad, pero se le negó una audiencia.
Estas son solo las últimas revelaciones que refutan las afirmaciones de Netanyahu alegando ignorancia sobre el ataque planeado por Hamas.
Apenas dos días después del ataque, el lunes 9 de octubre, Egipto desenmascaró las protestas de Netanyahu de que no tenía conocimiento previo. Un funcionario de inteligencia egipcia dijo a la Associated Press que El Cairo había advertido repetidamente a las autoridades israelíes que se estaba planeando 'algo grande' desde Gaza. Él dijo: “Les hemos advertido de que se avecina una explosión de la situación, y muy pronto, y que sería grande. Pero subestimaron tales advertencias.” Agregó que los funcionarios israelíes habían minimizado la amenaza de Gaza, centrándose en cambio en Cisjordania. Netanyahu ha negado haber recibido tal advertencia, denunciando esta historia como 'noticias falsas'.
Según los informes, los propios soldados de Israel también dieron la alarma. Pero fueron ignorados y amenazados. El 18 de noviembre, en un programa de noticias del Canal 12, al menos dos mujeres soldado describieron cómo habían expresado su preocupación durante semanas antes sobre lo que consideraban una actividad sospechosa a lo largo de la frontera de Gaza. Informaron a sus comandantes sobre 'entrenamiento, anomalías y preparativos' cerca del muro fronterizo, y le dijeron al Canal 12 que habían visto 'gente nueva visitando granjas alrededor de la frontera'.
No solo se ignoraron sus informes, sino que las soldados dijeron que fueron amenazadas con un consejo de guerra por plantear preocupaciones, “Nos dijeron que, si continuábamos insistiendo en este asunto, seríamos llevadas a juicio.' Un oficial les dijo. 'Hamas son solo un grupo de punks; no harán nada”.
Esas amenazas sugieren que, si bien el alcance total de la incursión planeada por Hamas puede no haber estado claro, las autoridades israelíes sabían que un ataque se estaba preparando y permitieron que ocurriera. Dicho sin rodeos, querían una atrocidad y por eso retiraron sus servicios de defensa y rescate. Además, el apoyo incondicional de la administración Biden a Israel, incluido su despliegue de buques de guerra en la región al día siguiente, indica que el 7 de octubre fue aprovechado por funcionarios militares y de inteligencia estadounidenses para activar planes de guerra preparados con mucha anticipación.
¿Qué pasó el 7 de octubre?
El 7 de octubre, al amparo de miles de cohetes lanzados como distracción, al menos 1.500 palestinos emprendieron lo que sólo puede describirse como una heroica misión suicida, atravesando el punto fortificado del cruce de Erez y varios puntos de la valla electrónica entre Gaza e Israel. Su intención declarada era destruir la división militar de Israel en la frontera de Gaza y tomar rehenes que pudieran ser intercambiados por los aproximadamente 5.300 prisioneros palestinos detenidos en prisiones israelíes, unos 1.500 de los cuales estaban bajo detención administrativa por un período indefinido sin cargos ni juicio.
Atacaron la base militar cerca del cruce de Erez y varios puestos militares, destruyeron su equipo técnico e inutilizaron sus sistemas de comunicaciones, impidiendo que los soldados informaran de los ataques. En las batallas que siguieron, los combatientes palestinos mataron a muchos soldados, tomando a algunos como rehenes, antes de trasladarse a las ciudades, aldeas y kibutzim del sur y al festival de música Supernova que solo cinco días antes fue prorrogado por un día hasta el 7 de octubre.
Según informes de la prensa israelí, las FDI, 'tomadas por sorpresa', tardaron en responder a los desesperados gritos de ayuda de las personas atrapadas en los ataques, lo que permitió a los combatientes de Hamas y de los otros grupos palestinos matar a unas 1.400 personas y tomar 240 rehenes, incluidos soldados, civiles, ciudadanos extranjeros y un ciudadano palestino de Israel.
Pasaron dos semanas para que esta historia se desmoronara.
El 20 de octubre, Ha'aretz dio a conocer los nombres y ubicaciones de 683 israelíes asesinados durante la sublevación palestina, o aproximadamente la mitad de la cifra reportada de 1.400 muertos. De ellos, 331 eran soldados y policías, muchos de ellos mujeres, y otros 13 miembros del servicio de rescate. (Desde entonces, esta cifra ha aumentado a 377 militares y policías y a 845 civiles, lo que supone un total revisado a la baja de 1.222. El total inicial incluía a algunos de los palestinos muertos). Ninguno de los mencionados tenía menos de tres años, desacreditando todas las afirmaciones sensacionalistas y mentirosas sobre la matanza, decapitación y, en un caso incluso, la cocción en un horno, de bebés. Se informó que siete víctimas tenían entre 4 y 7 años de edad, y nueve entre 10 y 17.
Que tantos (48 por ciento) de los nombres en esta lista incompleta sean combatientes israelíes significa que tuvieron lugar feroces enfrentamientos armados entre las fuerzas de seguridad israelíes y los palestinos. Según informes, unos 1.500 palestinos fueron asesinados y aparentemente ninguno fue capturado con vida. Pasaron tres días antes de que cesaran los combates y las FDI recuperaran el control.
Numerosas fuentes testifican que un número significativo de civiles israelíes perdieron la vida en el fuego cruzado, o más probablemente debido a la infame Directiva Aníbal formulada durante la ocupación israelí del sur del Líbano en 1986. La Directiva tiene por objeto impedir la captura de israelíes por parte de las fuerzas enemigas, incluso a costa de sus vidas, e implica que las FDI debían matar a israelíes en lugar de permitir que cayeran en manos de Hamás.
El corresponsal militar de Ha'aretz, Amos Harel, detalló cómo la enorme base militar y las instalaciones de Coordinación de Actividades Gubernamentales en los Territorios [Ocupados] (COGAT) en el cruce de Erez, que funciona como centro neurálgico del asedio israelí a Gaza, fueron atacadas por combatientes palestinos. El subcomandante de la unidad describió cómo él y su unidad de tanques “Luchó dentro del kibutz, de casa en casa, con los tanques.” “No teníamos elección”, concluyó. Lo que no dijo fue que hasta hace poco, cuando fueron redesplegados en Cisjordania, los soldados de las FDI estaban estacionados en todos los kibutzim.
Con muchos de sus soldados muertos o heridos, el comandante de la unidad fue “obligado a solicitar un ataque aéreo contra la propia base para repeler a los terroristas.” Los helicópteros Apache de las FDI se utilizaron repetidamente en los días siguientes, matando no sólo a combatientes palestinos, sino también a personal del ejército israelí y a civiles. Los ataques con helicópteros explican los importantes daños a los edificios, muchos de ellos quemados, y el gran número de coches incinerados, así como varios cuerpos quemados, de los que el gobierno había culpado a palestinos armados con rifles y granadas de mano, armas que eran incapaces de causar ese nivel o tipo de daño.

Yediot Aharonoth, un medio de noticias israelí señaló en un reportaje sobre los escuadrones Apache que 'los pilotos se dieron cuenta de que había una tremenda dificultad para distinguir dentro de los puestos y asentamientos ocupados quién era un terrorista y quién era un soldado o civil... La velocidad de disparo contra los miles de terroristas fue tremenda al principio, y solo en cierto momento los pilotos comenzaron a ralentizar los ataques y a seleccionar cuidadosamente los objetivos'.
Yasmin Porat, de 44 años, madre de tres hijos y cuya pareja fue asesinada, explica en una larga entrevista con la emisora pública Kan, publicada en la Intifada Electrónica, cómo, tras huir del festival Supernova, fue capturada y retenida como rehén por militantes palestinos en el kibutz Be'eri. Dijo que fue bien tratada, refutando las afirmaciones de Israel de maltrato y abuso deliberado y grave por parte de los combatientes palestinos, y agregó que los secuestradores la trataron a ella y a otros rehenes 'humanamente', en la creencia de que podrían regresar a salvo a Gaza mientras estuvieran con sus cautivos israelíes.
Sin embargo, los soldados de las FDI dispararon no sólo contra los palestinos sino también contra los rehenes. Ella dijo: 'Eliminaron a todos, incluidos los rehenes. Hubo un fuego cruzado muy, muy intenso'. Y agregó: 'Después de un fuego cruzado demencial, dos proyectiles de tanque fueron disparados contra la casa. Es una casa pequeña de kibutz, nada grande'.
Quique Kierszenbaum, informando en The Guardian sobre su visita al kibutz Be'eri bajo los auspicios de la unidad de propaganda del ejército israelí, escribe: “Edificio tras edificio ha sido destruido, ya sea en el asalto de Hamas o en los combates que siguieron, los árboles cercanos se astillaron y las paredes quedaron reducidas a escombros de cemento desde donde los tanques israelíes atacaron a los militantes de Hamas donde estos se escondían. Los pisos se derrumbaron sobre los pisos. Las vigas del techo estaban enredadas y expuestas como cajas torácicas”.
Los testigos también contaron a los periodistas del New York Times y The Economist lo que ocurrió en el kibutz Be'eri y el kibutz Nir Am. Creados básicamente como puestos defensivos hace años, todos los kibutzim tienen sus propios guardias de defensa armados. Si bien se centraron en lo que habían hecho los palestinos, sus relatos también describieron batallas iniciales entre palestinos armados e israelíes armados, durante las cuales tanto murieron civiles como fueron capturados.
Los videos muestran a palestinos en tiroteos con las fuerzas de seguridad israelíes armadas, junto a israelíes desarmados poniéndose a cubierto entre medias. Otros videos muestran a combatientes disparando hacia las casas y lanzando granadas a áreas fortificadas. Testigos presenciales han declarado que se lanzaron granadas contra los refugios antiaéreos, aunque no se sabe quién las arrojó. Ha habido varios informes de prensa de israelíes muertos por fuego amigo, mientras que varios israelíes han afirmado que fueron atacados por el ejército y la policía israelíes.
El periodista de Ha'aretz, Nir Hasson, informó el 20 de octubre de su entrevista con un residente local de Be'eri llamado Tuval, que estaba fuera del kibutz cuando tuvo lugar el ataque, pero cuya pareja fue asesinada. Escribió: 'Según él, solo el lunes por la noche y solo después de que los comandantes en el campo tomaran decisiones difíciles, incluido el bombardeo de casas con todos sus ocupantes adentro para eliminar a los terroristas junto con los rehenes, las FDI completaron la toma del kibutz. El precio fue terrible: al menos 112 habitantes de Be'eri fueron asesinados. Otros fueron secuestrados. Ayer, 11 días después de la masacre, los cuerpos de una madre y su hijo fueron descubiertos en una de las casas destruidas. Se cree que aún hay más cuerpos entre los escombros”.
En los últimos días, el informe de la policía israelí sobre el ataque al festival de música Supernova, donde se produjo el mayor número de muertes (364 personas, incluidos 17 policías) y donde 40 personas fueron tomadas como rehenes, averiguó que, contrariamente a las afirmaciones del gobierno israelí, el festival no estaba en la lista de objetivos de Hamas. Hamás no podía haber planeado atacarlo, ya que los organizadores del festival se trasladaron al lugar en el desierto del Neguev Occidental sólo dos días antes, después de que la ubicación original en el sur de Israel fallara. Los combatientes palestinos se enteraron por casualidad después de que el festival ampliara su duración un día con poca antelación. La mayoría de los 4.400 asistentes lograron escapar antes de que se produjera el ataque.
Ha'aretz informó que los investigadores de la policía encontraron que un helicóptero de las FDI abrió fuego contra los atacantes, alcanzando a algunas personas que asistían al festival. ABC News había informado anteriormente que un tanque israelí se dirigía al sitio del festival, mientras que videos parecían mostrar a las FDI abriendo fuego contra combatientes palestinos a través de una multitud de civiles desarmados.
Estos testimonios de testigos presenciales desmontan completamente la narrativa oficial israelí. Demuestran que:
- Las FDI actuaron como asesinos en masa brutales y de gatillo fácil tanto de palestinos como de israelíes.
- Muchos cautivos israelíes seguían vivos el lunes, dos días después de los acontecimientos del 7 de octubre.
- Los rehenes no solo murieron en el fuego cruzado que tuvo lugar entre las FDI y las milicias palestinas el sábado. Muchos murieron como consecuencia de la decisión deliberada de las FDI de atacar el kibutz con proyectiles de tanque y otras armas pesadas a corta distancia, a sabiendas de que los rehenes y sus captores estaban allí.
- Las FDI, no los palestinos, causaron muchas de las muertes de civiles israelíes que se utilizaron para justificar la guerra genocida de Israel contra Gaza y el despliegue de buques de guerra estadounidenses en Oriente Medio. La cantidad exacta solo se puede confirmar mediante la divulgación de los resultados de las autopsias, que mostrarían el tipo de balas utilizadas.
- Finalmente, esto explica por qué el portavoz del ejército, Daniel Hagari, encontró que un 'número sustancial' de los rehenes tomados por Hamas son oficiales militares.
Lejos de proteger a los civiles israelíes, el gobierno de Netanyahu y las FDI los utilizaron como carne de cañón en pos de una política de expansionismo israelí y supremacía judía.
Netanyahu ha acordado en parte una 'pausa operativa' temporal en su ataque genocida contra Gaza, a cambio de que Hamas libere a 50 rehenes, para tratar de contener la creciente ira dentro de Israel por su responsabilidad en el 7 de octubre. Pero no hay razón para creer que esto funcionará.
Se avecina una confrontación política con Netanyahu y sus aliados fascistas. Pero esto requiere algo más que repulsión por lo que hicieron el 7 de octubre y preocupación por el destino de los rehenes. No se trata, como dijo la oposición sionista de Israel a Netanyahu, de entregar las riendas a alguien que es más 'competente' militar y políticamente para llevar a cabo los asesinatos en masa y la limpieza étnica como el ministro de Defensa Gallant.
La demanda debe ser el fin inmediato del genocidio de los palestinos, el repudio al sionismo y la defensa de la creación de un Estado multinacional con plena igualdad para sus ciudadanos palestinos y judíos como parte de unos Estados Unidos Socialistas de Oriente Medio.
Las mentiras utilizadas para sancionar el asesinato en masa y la limpieza étnica de los palestinos son regurgitadas por Washington, Londres, París y Berlín en apoyo de sus propios planes para controlar un Oriente Medio rico en recursos como parte de una guerra global contra Irán, Rusia y, en última instancia, China. Para los millones de trabajadores y jóvenes que están entrando en lucha contra sus propios gobiernos podridos por su connivencia con los carniceros sionistas, esto significa emprender una lucha política por el socialismo y contra el impulso del imperialismo hacia la guerra.
(Publicado originalmente en inglés el 23 de noviembre de 2023)
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