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El impacto del cambio climático en las enfermedades humanas

Epidemia de dengue arrasa América Latina

La ola sin precedentes de dengue continúa azotando América Latina y el Caribe, con casi cinco millones de personas infectadas hasta ahora en 2024, casi dos tercios de ellas en Brasil, que es el epicentro de la epidemia.

Argentina es el segundo país más afectado en el hemisferio, con más de 233.000 casos registrados en su verano, una cifra ocho veces mayor que el año pasado. Otros países con cifras altas incluyen Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guadalupe, Guayana Francesa, Martinica, México, Paraguay y Perú. A finales de marzo, incluso Puerto Rico declaró una emergencia de salud pública cuando los casos superaron los máximos vistos en el año anterior completo.

Hasta ahora, Brasil ha registrado un récord de 3,14 millones de casos. Los expertos en salud señalan sobriamente que la cifra podría superar los 4,2 millones, una cifra que se aproxima al número total de casos de dengue en todas las Américas en todo el año 2023. El Ministerio de Salud del país, en su tablero de dengue, indica que ya han muerto 1.344 personas y que otras 1.872 muertes están en investigación. En comparación, en 2023 se atribuyeron 1.094 muertes al dengue.

Casos semanales de dengue en Brasil, 2023 y 2024 [Photo: Brazil Health Ministry]

Hay cuatro serotipos de virus del dengue (DENV 1-4) que causan la enfermedad transmitida por mosquitos conocida como fiebre del dengue (dengue) que está circulando actualmente en las Américas este año.

Aproximadamente la mitad de la población mundial (en 129 países) vive en áreas, tropicales y subtropicales, en riesgo de dengue. Los expertos en salud estiman que hasta 400 millones de personas se infectan cada año de dengue. Más de 100 millones tienen infecciones sintomáticas y 40.000 mueren por complicaciones causadas por infecciones graves, que incluyen shock hemorrágico.

En las regiones del Sur y Sureste de Asia, Bangladesh y Tailandia, entre otros, informaron aumentos similares en los casos de dengue. Para noviembre de 2023, las autoridades sanitarias informaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que los casos para el año habían superado casi los 310.000 en comparación con solo 62.400 en 2022. Tailandia vio un aumento de tres veces en comparación con el año anterior con 136.655 infecciones de dengue en 2023. Como señaló la OMS, India, Indonesia, Myanmar, Sri Lanka y Tailandia se encuentran entre los 30 países más afectados en el mundo por el dengue endémico.

Mapa global de brotes de fiebre del dengue [Photo: WHO and CDC]

Entre la Región del Pacífico Occidental de la OMS, Vietnam (150.000 casos y 36 muertes) y Filipinas (167.000 infecciones y 575 muertes) fueron los más afectados por la enfermedad. Australia, Camboya, China, República Democrática Popular Lao, Malasia y Singapur son otros países que reportan impactos del dengue. Como señala el informe, “Los estados miembros con transmisión endémica continúan reportando epidemias de dengue estacionales más largas con una magnitud y extensión geográfica crecientes. Sin embargo, la incidencia de la enfermedad es menos confiable debido a la subnotificación de casos, particularmente en los países y territorios insulares del Pacífico …”.

El invierno tiende a prevenir infecciones durante todo el año con enfermedades transmitidas por mosquitos. Sin embargo, el aumento de las temperaturas globales ha hecho que los climas templados sean más susceptibles a la transmisión del virus del dengue, ya que las mayores tasas de precipitación de las lluvias torrenciales conducen a inundaciones y charcos de agua estancada, condiciones favorables para estos mosquitos.

Como observó el informe de la OMS del 21 de diciembre de 2023, “La incidencia global de dengue ha aumentado significativamente en las últimas dos décadas, lo que representa un desafío sustancial para la salud pública. De 2000 a 2019, la OMS documentó un aumento de diez veces en los casos reportados en todo el mundo, aumentando de 500.000 a 5,2 millones. El año 2019 marcó un pico sin precedentes, con casos reportados en 129 países”.

Después de una pequeña caída durante el inicio de la pandemia de COVID, la fiebre del dengue comenzó a propagarse aún más ampliamente en 2023, y el brote en 2024 en las Américas eclipsa cualquier epidemia anterior.

En su evaluación del desarrollo sin precedentes, la OMS destacó varios factores que incluyen cambios inducidos por el cambio climático en los patrones climáticos, la distribución y adaptación de los mosquitos, la urbanización no planificada y las actividades humanas, los sistemas de salud frágiles en medio de la inestabilidad política y financiera, la cocirculación de múltiples cepas de los virus del dengue, la falta de tratamientos específicos y “brote concurrentes en curso prolongados, incluido el COVID-19”.

La enfermedad no es contagiosa. Los mosquitos que portan los virus transmiten el patógeno a los humanos. Los síntomas suelen comenzar desde unos días hasta dos semanas. Estos incluyen fiebres altas, fuertes dolores de cabeza, vómitos, dolores musculares y articulares, y una erupción e comezón características. Estos generalmente duran hasta siete días y el tratamiento es de apoyo. En casos raros, la enfermedad puede progresar a una condición conocida como shock hemorrágico de dengue, con tasas de mortalidad del 10 al 25 por ciento, incluso con apoyo médico intensivo.

Actualmente hay dos vacunas disponibles para proteger contra la infección por dengue. Dengavaxia, una vacuna basada en virus atenuados en vivo que es adecuada contra los cuatro serotipos de dengue y fabricada por Sanofi Pasteur, estuvo disponible en 2015. La vacuna se administra en tres dosis con intervalos de seis meses. Está aprobado para su uso en personas de seis a 45 años que han tenido una infección previa por dengue confirmada en laboratorio y que viven en áreas endémicas. Debido a un ampliación dependiente de anticuerpos, la vacuna puede hacer que las futuras infecciones por dengue sean más graves en los receptores náive al dengue.

Una segunda vacuna para el dengue, Qdenga, fabricada por Takeda Pharmaceuticals Vaccine que completó los ensayos clínicos en 2022, ha sido recomendada por la OMS para la prevención del dengue en personas de cuatro años de edad o más sin una infección previa por dengue. También es una vacuna atenuada en vivo contra los cuatro serotipos del virus del dengue que se administra en dos dosis con tres meses de diferencia.

Sin embargo, la oferta limitada y los costos de la vacuna la han hecho prohibitiva. En Europa, la vacuna se puede comprar por $115 por dosis. En Indonesia cuesta $40. En enero, según el informe del New York Times, Brasil compró todo el stock global de Qdenga, pagando $19 por dosis para la compra a granel. Aun así, solo quedan suficientes vacunas para tratar a 3,3 millones de los 220 millones de personas en Brasil. Se están priorizando a los niños de seis a 16 años.

El aumento de la prevalencia del dengue y su expansión hacia los polos es indicativo del masivo desplazamiento de la biodiversidad mundial causado por el cambio climático. 2023 ha sido el año más cálido desde que se comenzaron a registrar los datos globales en 1850 y está 1,35 grados Celsius por encima de los promedios preindustriales de 1850 a 1900. Los procesos globales en aceleración solo pueden agravar estos procesos para las poblaciones humanas.

Según un informe publicado en febrero de 2023 por la Royal Society, “Uno de los metaanálisis más fundamentales estimó que, hasta la fecha, las especies terrestres han estado subiendo a un ritmo de 1,1 metros por año y a latitudes más altas a un ritmo de 1,7 kilómetros por año. Entre los millones de especies en movimiento, se incluyen algunos de los patógenos, vectores de enfermedades y reservorios de vida silvestre más relevantes que afectan la salud humana y el desarrollo económico”.

Continuaron: “En los últimos años, enfermedades transmitidas por mosquitos como la malaria, el dengue y el virus del Zika también se han expandido a nuevas latitudes y altitudes, y continuarán haciéndolo en el futuro, siguiendo los límites térmicos de transmisión establecidos por sus vectores ectotérmicos. Parte de esta expansión ha sido facilitada por las invasiones globales paralelas de Aedes aegypti y Aedes albopictus, que han avanzado aproximadamente 250 y 150 kilómetros por año, respectivamente”.

En otro informe científico de 2022 publicado en Nature, los autores intentaron cuantificar la totalidad del impacto del cambio climático en las enfermedades patogénicas humanas. En su exhaustivo trabajo, escribieron: “La compilación de enfermedades patógenas agravadas por los peligros climáticos representa el 58 por ciento de todas las enfermedades infecciosas que se ha informado que han impactado a la humanidad en todo el mundo, es decir, de una lista autorizada de 375 enfermedades infecciosas documentadas que han impactado a la humanidad, 218 se encontró que estaban agravadas por peligros climáticos”.

En su resumen, advierten: “Las vías de transmisión de enfermedades patogénicas y humanas agravadas por los peligros climáticos son demasiado numerosas para las adaptaciones sociales integrales, resaltando la urgente necesidad de trabajar en la fuente del problema: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero”.

Sin embargo, las emisiones de gases de efecto invernadero y el cambio climático en curso son un subproducto de la anarquía de la producción capitalista que deja por encima de las problemáticas más amplias que están haciendo inhóspita la vida en el planeta, la inmediata acumulación de beneficios. Exacerba los ya criminales niveles de desigualdad que han visto la acumulación de obscena riqueza en un extremo y el empobrecimiento de miles de millones de personas por otro. Pobreza extrema, vivienda inadecuada y alimentación, falta de acceso a servicios de salud de calidad, agravan los peligros que representan estas enfermedades que están aumentando en incidencia y virulencia.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 14 de abril de 2024)

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