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Disparan al primer ministro eslovaco Robert Fico en un intento de asesinato

Ayer por la tarde dispararon al populista primer ministro eslovaco Robert Fico mientras visitaba la ciudad de Handlova tras una reunión de su gobierno.

Rodeado por agentes de seguridad, Fico había ido a reunirse con un puñado de simpatizantes que se habían congregado para verlo, cuando alguien le disparó repetidamente a quemarropa con un arma de mano, identificada como una pistola o rifle de cañón corto. Fico fue trasladado rápidamente a un hospital en Banska Bystrica, a 30 kilómetros, en helicóptero. Tras una operación de tres horas, la condición de Fico se estabilizó, pero todavía se reportaba esta tarde que su vida corría peligro.

El viceprimer ministro y ministro de Defensa de Eslovaquia, Robert Kalinak, hablando durante una rueda de prensa fuera del Hospital Universitario F. D. Roosevelt, donde el primer ministro eslovaco, Robert Fico, quien resultó herido de bala, está siendo tratado en Banska Bystrica, Es-lovaquia central, el jueves 16 de mayo de 2024. (Foto AP/Denes Erdos)

En el lugar de los hechos, los agentes de seguridad de Fico apresaron a un hombre identificado por los medios eslovacos como Juraj Chintula, un antiguo escritor de 71 años de edad que había trabajado como guardia de seguridad y como chófer de taxi. Hoy, la policía eslovaca acusó a Chintula de intento de asesinato con premeditación, lo que acarrea una condena que puede ir de 25 años a cadena perpetua.

El atentado fue un intento de asesinato motivado políticamente. Aunque hay versiones contradictorias sobre los puntos de vista de Chintula, este intento de asesinato está relacionado con las profundas tensiones políticas y de clase en Eslovaquia y en toda Europa del Este, alimentadas por la guerra entre la OTAN y Rusia en la vecina Ucrania. Fico ha criticado la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, que es muy impopular en Eslovaquia, pero está recortando en gasto social para armar al ejército eslovaco.

Actualmente, no hay indicios de que el intento de asesinato haya sido preparado por alguna organización o conspiración más amplia, aunque no se descarta esta posibilidad. Según los medios, Chintula poseía legalmente un arma de mano, ya que había trabajado de guardia de seguridad. Tuvo una trayectoria política errática pero esencialmente de ultraderecha, y criticó la violencia antes de simpatizar recientemente con el partido opositor Eslovaquia Progresista (EP) que es favorable a la OTAN.

Un vídeo colgado en redes sociales y en el sitio web del antiguo periódico estalinista eslovaco Pravda mostraba a Chintula, aparentemente bajo interrogatorio policial, criticando al gobierno de Fico y su restructuración autoritaria de los tribunales y los medios estatales en consonancia con las posiciones del EP. Sin embargo, no se ha informado claramente todavía sobre los puntos de vista de Chintula sobre la guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania.

“No estoy de acuerdo con la política del gobierno”, dijo Chintula, y añadió: “¿Por qué está siendo atacada la RTVS [Radiotelevisión Eslovaca]? ¿Por qué destituyeron al juez Mazak [el antiguo presidente del Consejo de Magistrados Eslovacos]?”

Se informó de que Chintula fundó el Club Literario Duha (“Arcoiris”), publicó poesía y novelas, y se unió a la Asociación de Escritores Eslovacos (SSS) en 2015. Según noticias de prensa, la novela de Chintula de 2015 Efata denuncia a la minoría romaní eslovaca siguiendo una línea ultraderechista, atacando al Estado eslovaco por tolerar el supuesto abuso de los programas sociales que harían los romanís.

Ayer, la SSS publicó una declaración condenando el intento de asesinato de Fico: “Expresamos nuestra indignación por este acto brutal, que no tiene paralelo en la historia de Eslovaquia”.

En 2016, Chintula fundó un pequeño partido, paradójicamente llamado Hnutie proti nasiliu (“Movimiento contra la violencia”). Instaba a estar “descontento, pero no violento” y atacaba al partido socialdemócrata SMER de Fico por no mejorar los valores y la moral: “¿Qué está haciendo el Estado, el partido cuyo nombre proclama que es social? ¡Nada! El Estado no está resolviendo por ley el problema de la mendicidad”.

Al principio se informó, por parte del periodista de investigación húngaro Szabolcs Panyi, de que Chintula se reunió con la milicia prorrusa Slovenski Branci (“Soldados Eslovacos”) en 2016. Esto condujo a varias noticias en los medios europeos según las cuales Chintula apoyaba a Rusia en la guerra. Muchas de estas noticias han sido retiradas entre tanto, sin embargo, y el diario eslovaco Dennik N informa de que Chintula se reunió con Slovenski Branci y les pidió que no emplearan la violencia.

Se informó repetidamente en redes sociales de que últimamente Chintula simpatizaba con el EP, que es favorable a la OTAN. Ayer, el director del EP Michal Simecka se vio obligado a publicar una declaración para negar que Chintula fuera miembro del EP: “Negamos categóricamente que Chintula sea miembro de nuestro movimiento. No hay ningún vínculo entre él y nuestro partido ni sus miembros. Condenamos vehementemente este acto odioso”.

Cualesquiera que sean las opiniones exactas de Chintula, el clima político explosivo en el que decidió actuar es el producto de dos años de guerra entre la OTAN y Rusia en Ucrania. Fico ha criticado la guerra y ha hecho llamamientos a conversaciones de paz, intentando adaptarse a la oposición popular a la guerra, al tiempo que estaba de acuerdo con las iniciativas de la OTAN y de la Unión Europea (UE) para financiar y armar al régimen ultraderechista ucraniano. El EP ha atacado a Fico, exigiendo a la OTAN que libre una guerra agresiva y denunciando a Fico por supuestos vínculos con mafias, así como por sus ataques a los medios estatales y los tribunales.

Las tensiones políticas son altísimas tras las elecciones parlamentarias del año pasado en Eslovaquia y las elecciones presidenciales de abril, ambas ganadas por Fico y sus aliados nacionalistas exestalinistas o ultraderechistas. La respuesta al atentado contra Fico tanto del gobierno de Fico como de la oposición liberal ha sido coincidir en apelar a la calma.

Eslovaquia está “al borde de la guerra civil”, dijo anoche el Ministro eslovaco del Interior, Matus Sutaj-Estok, en una rueda de prensa conjunta sobre el atentado con el Ministro de Defensa Robert Kalinak. Añadió: “Se están haciendo comentarios tan odiosos en redes sociales hoy, así que, por favor, paremos ya esto”.

Hoy, la presidenta eslovaca saliente, Zuzana Caputova (EP) y el presidente entrante Peter Pellegrini, un aliado de Fico, celebraron una rueda de prensa conjunta, apelando a la calma. Criticando un “feroz círculo de odio” y atacando el intento de asesinato como “un ataque al establishment democrático”, Caputova dijo que quería “mandar una señal” en medio de “esta tensa situación”. Instó a los dirigentes políticos eslovacos a “aplacar la situación y rechazar la violencia”.

Pellegrini emplazó a “todos los partidos políticos de Eslovaquia a suspender temporalmente o a reducir considerablemente su campaña electoral europea”, argumentando que Eslovaquia debe evitar “más confrontación”.

El ataque a Fico es indudablemente reaccionario, pero los llamamientos del SMER y el EP a la calma no son menos decadentes que los anteriores arrebatos morales de Chintula contra la violencia. Pellegrini ganó las elecciones presidenciales como aliado de Fico, comprometiéndose a no dejar que Eslovaquia sea arrastrada a la guerra en Ucrania. Sin embargo, Eslovaquia está siendo arrastrada cada ver más profundamente hacia la guerra contra Rusia, porque se unió a la OTAN y a la UE al igual que la mayoría de los otros Estados de Europa del este, en los ’90 o en los 2000 –las organizaciones que ahora dirigen la guerra imperialista contra Rusia en Ucrania.

La única salida progresista en Eslovaquia y en toda Europa es la construcción de un movimiento contra la guerra internacional y socialista, basado en la oposición trotskista al papel contrarrevolucionario del estalinismo.

La restauración del capitalismo por parte de los regímenes estalinistas en Europa del Este en 1989, al igual que la ulterior disolución por parte de los estalinistas de la Unión Soviética en 1991, ha producido una catástrofe. Aunque las potencias imperialistas de la OTAN han puesto a las antiguas repúblicas soviéticas una contra la otra, en última instancia armando a Ucrania para una guerra sangrienta y desastrosa con Rusia, también imponen un brutal diktat de austeridad capitalista en toda Europa del Este. En Eslovaquia, el gasto público va a ser recortado un 30 por ciento para financiar el gasto en defensa, mientras la inflación se dispara y empobrece a los trabajadores.

Esto queda patente en la carrera de Fico, un antiguo estalinista que formó su partido socialdemócrata, SMER, en 1999. Fico continuamente incitaba los odios antiinmigrantes con retórica nacionalista y repetidamente formó alianzas con fuerzas ultraderechistas, tales como el Partido Nacional Eslovaco (PNE), que actualmente forma parte del gobierno de Fico junto al partido Hlas (“Voz”) de Pellegrini.

Aunque los medios europeos todavía se refieren ocasionalmente a Fico como un presidente “izquierdista”, su constante promoción del nacionalismo eslovaco alimentó los prejuicios reaccionarios de tipo fascista y creó las condiciones políticas para el intento de asesinato en su contra.

(Publicado originalmente en inglés el 16 de mayo de 2024)

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