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Netanyahu se reúne con líderes militares para abordar la conquista y anexión israelí de Gaza

Palestinos inspeccionan los escombros en la Mezquita Al-Ansar tras un ataque israelí en Deir al-Balah, Franja de Gaza, lunes 2 de junio de 2025 [AP Photo/Abdel Kareem Hana]

Mientras se intensifican los ataques militares asesinos y la muerte por hambre, salen a la luz los detalles del plan del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para la conquista total y anexión de Gaza.

El martes, un día después del anuncio oficial de Netanyahu, se convocó en Tel Aviv una reunión estratégica de alto nivel para finalizar las operaciones militares israelíes. Según un informe detallado del Washington Post, en la reunión participaron Netanyahu, el ministro de Defensa Israel Katz, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Eyal Zamir, el ministro de Asuntos Estratégicos Ron Dermer y el general de división Itzik Cohen, jefe de la Dirección de Operaciones de las FDI.

El tema central discutido fue la aplicación práctica de la orden de ocupar las partes de Gaza que aún no están bajo control israelí. Se presentaron varias opciones militares, incluyendo el cerco total de los principales campos de refugiados, seguido por intensos bombardeos aéreos, operaciones con drones y incursiones de fuerzas especiales para “liquidar a los elementos restantes de Hamas”.

Fuentes anónimas citadas por el Washington Post que estuvieron presentes en la reunión subrayaron que los campos de refugiados palestinos en Gaza, que aún albergan a cientos de miles de civiles desplazados, ahora serán considerados zonas de combate.

El informe señala que el jefe del Estado Mayor, teniente general Zamir, expresó fuertes reservas. Advirtió del riesgo de masacres de civiles, desestabilización en Cisjordania ocupada, desbordamiento del conflicto en la región y el peligro inmediato para los más de 50 rehenes israelíes que aún se cree están en Gaza.

Las fuentes dicen que Zamir le dijo a Netanyahu: “Estamos pavimentando el camino hacia el caos, no hacia la seguridad”. Esta declaración fue recibida con indiferencia según los informes. Netanyahu, decidido a seguir adelante, respondió a los presentes: “El liderazgo político toma la decisión. El ejército la ejecuta”. Katz lo respaldó diciendo: “No habrá más vacilación. Ha llegado el momento de neutralizar completamente a Gaza”.

Si bien hay divisiones profundas dentro del gobierno y ejército israelí sobre este curso de acción, el régimen fascista de Netanyahu ha dejado claro que forzará la obediencia del mando militar o destituirá a quienes se resistan.

Un alto funcionario declaró al Canal 12 israelí: “El ejército debe alinearse. Esto es una cuestión de supervivencia para el Estado de Israel”. Después de 22 meses de genocidio perpetrado por Israel en Gaza, el régimen sionista ahora declara abiertamente lo que siempre se negó a admitir públicamente.

El objetivo es una reestructuración total de la Franja bajo dominio israelí. Se trata de una ocupación indefinida, sin plan de salida, sin posibilidad de autodeterminación palestina y con la limpieza étnica de Gaza como precondición.

Una empresa criminal tan flagrante sería imposible sin el respaldo de Estados Unidos. Hablando en la Radio del Ejército, el analista de seguridad nacional Ehud Etzion fue claro: “Estados Unidos le ha dado a Netanyahu carta blanca para ocupar Gaza. Esto no es solo un respaldo diplomático, es una aprobación activa”.

El martes, aunque evitó respaldar directamente el plan de ocupación israelí, el presidente Trump dijo a periodistas: “Así que Israel va a tener que tomar una decisión… Básicamente esto dependerá de ellos”.

Ese mismo día, Steve Witkoff, enviado especial de Trump para Medio Oriente, se dirigió a las familias de los rehenes israelíes en Tel Aviv. Declaró: “No habrá alto el fuego solo para que regresen algunos. El presidente Trump cree que debe haber un acuerdo de todo o nada”.

Witkoff declaró: “El presidente Trump ahora cree que todos deben regresar a casa al mismo tiempo—no hay lugar para acuerdos parciales. Eso no funciona”. Confirmó que la administración de Trump ha estado colaborando con Netanyahu en un nuevo plan centrado en la “resolución militar y reordenamiento político”.

El Washington Post describió esta política como “una postura maximalista para alcanzar la resolución final”, descartando de hecho los últimos vestigios de diplomacia y protección civil.

Tras la declaración de Netanyahu, la ONU emitió un comunicado calificando de “profundamente alarmante” el plan de Israel de ocupar y anexar completamente Gaza. Expertos en derechos humanos de la ONU advirtieron sobre “una política escalada de transferencia de población, desplazamiento masivo y ocupación permanente”, claras violaciones a tratados internacionales como la Cuarta Convención de Ginebra.

“La devastación, la muerte, el hambre y el desplazamiento de la población palestina—especialmente de los niños—es excepcional en el contexto del derecho moderno”, dice la declaración. La ONU pidió un cese inmediato de las operaciones ofensivas y acceso humanitario sin restricciones.

El secretario general de la ONU António Guterres declaró: “Gaza enfrenta un colapso humanitario con más de 2 millones de personas privadas de alimentos básicos, agua, refugio, combustible y medicamentos. Una ocupación no restaurará la paz—solo perpetuará la violencia”. Sin embargo, estas declaraciones y otras están siendo ignoradas tanto por Tel Aviv como por Washington.

Mientras tanto, las imágenes desde Gaza siguen mostrando un horror indescriptible. En las últimas 24 horas solamente, las FDI han matado al menos a 80 palestinos, según informan Al Jazeera y la Media Luna Roja Palestina. Médicos locales reportaron una cantidad masiva de víctimas por nuevos bombardeos en las cercanías de Deir al-Balah y Rafah, incluyendo la muerte de al menos una docena de trabajadores humanitarios y más de 20 niños.

La población civil está siendo atacada deliberadamente bajo el pretexto de eliminar “infraestructura terrorista”, y los campos de refugiados en torno a Khan Younis y Jabaliya fueron bombardeados repetidamente en un lapso de solo seis horas.

El Ministerio de Salud de Gaza informa ahora de 189 muertes directamente relacionadas con la desnutrición, incluyendo al menos 93 niños menores de 10 años. Se cree que estas cifras subestiman el verdadero número de víctimas, ya que muchas muertes en comunidades aisladas o arrasadas no son registradas.

El núcleo de la crisis alimentaria en Gaza es el control casi total que ejerce el gobierno israelí sobre la distribución de ayuda humanitaria. Desde marzo, toda la entrada de convoyes humanitarios ha sido canalizada a través de corredores asegurados por Israel y procesada por contratistas israelíes, muchos de ellos filiales de empresas que trabajan bajo contratos de seguridad estadounidenses.

La ONU informa que más de 1,2 millones de gazatíes corren ahora un riesgo inmediato de hambruna. El relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, dijo al Guardian:

Israel ha construido la máquina de inanición más eficiente que se puede imaginar. Así que, aunque siempre impacta ver gente muriendo de hambre, nadie debería fingir sorpresa. Toda la información ha estado disponible públicamente desde principios de 2024.

Israel está matando de hambre a Gaza. Es un genocidio. Es un crimen de lesa humanidad. Es un crimen de guerra. Lo he repetido una y otra vez, me siento como Casandra.

Las pruebas visuales de la catástrofe en Gaza siguen circulando a nivel mundial. Durante el fin de semana, el Guardian publicó una amplia recopilación de imágenes tomadas por drones y satélites operados por Human Rights Watch y ONG locales. Muestran a Gaza transformada en un páramo árido.

Barrios enteros han sido reducidos a polvo, interrumpidos solo por los esqueletos ennegrecidos de lo que fueron antes complejos de apartamentos, hospitales, mezquitas o escuelas. El centro de la Ciudad de Gaza se asemeja a Alepo en el apogeo de la guerra en Siria, aunque en solo 22 meses en lugar de años.

Las imágenes muestran a niños escalando escaleras colapsadas buscando a familiares, calles sumidas en escombros y refugios de Naciones Unidas arrasados hasta las bases. Según UNRWA, el 79 por ciento de los edificios de Gaza han sido dañados o destruidos, dejando a más de 1,5 millones de palestinos virtualmente sin hogar.

El derecho internacional prohíbe el castigo colectivo, el hambre y el desplazamiento forzado, pero lo que Netanyahu define como una “victoria militar total” es, en la práctica, la destrucción coordinada de toda una sociedad mediante la guerra, el hambre y la ocupación. Con el respaldo de Estados Unidos, el gobierno israelí no solo tiene permiso para cometer estos actos, sino que está siendo incentivado a hacerlo.

Washington ha vetado múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad que pedían un alto el fuego inmediato. Las potencias europeas se han limitado a declaraciones de “profunda preocupación” mientras continúan exportando armas a Israel. Los gobiernos árabes han cambiado de política en silencio desde principios de 2025, optando por colaborar en privado con Israel en el control fronterizo y la gestión de refugiados.

Las protestas han resurgido en Tel Aviv, encabezadas esta semana por las familias de los rehenes aún capturados por Hamas. Imágenes de los rehenes desnutridos publicadas el fin de semana por Hamas han desatado una oleada de indignación pública. Miles salieron a las calles exigiendo que Netanyahu ponga fin al asalto a Gaza.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 5 de agosto de 2025)

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