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¡Voten en contra del plan del CTU-CPS para reabrir las escuelas de Chicago! ¡Salvar vidas no es negociable!

El acuerdo tentativo alcanzado este fin de semana entre los líderes del sindicato Chicago Teachers Union (CTU), la alcaldesa demócrata Lori Lightfoot y los funcionarios del consejo de escuelas públicas CPS (por sus siglas en inglés), y que fue aprobado por la Cámara de Delegados en una reunión el lunes por la noche, es una rendición completa que debe ser rechazada.

El Comité de Seguridad de Base de los Educadores de Chicago exige una extensión inmediata del período de votación de todos los miembros durante al menos 48 horas, para que todos los miembros del CTU tengan tiempo de revisar y discutir el acuerdo.

Este plan de reapertura es una decisión deliberada para poner en riesgo la vida de los maestros, estudiantes y sus familias. El presidente del CTU, Jesse Sharkey, y toda la dirección son cómplices de una política de asesinato social. Tomaron esta decisión cuando el número de muertos en los EE. UU. se acerca al medio millón, mientras se propagan rápido variantes más infecciosas y letales del virus por todo el país.

Los líderes del CTU no están pidiéndoles a los maestros que ratifiquen un contrato, sino que firmen sus propias órdenes de ejecución. Han perdido toda credibilidad y han perdido todo derecho a la lealtad de los profesores. Esta propuesta nunca debería haber sido negociada, y mucho menos presentada a los miembros para su ratificación.

Los educadores de Chicago estamos luchando por salvar las vidas de nuestros estudiantes y familias, y las de los educadores y los trabajadores en todos los Estados Unidos e internacionalmente, y no podemos abandonar la lucha ahora.

Es absurdo pensar que se puede negociar con una pandemia. El hecho es que volver a clases presenciales solo conducirá a más muertes y tragedias.

El acuerdo devolvería a decenas de miles de estudiantes y personal de prekínder a octavo grado a los edificios escolares para el 8 de marzo, con ciertos programas [ cluster programs ] de prekínder y educación especial a partir del 11 de febrero. En la reunión de todos los miembros el domingo, el presidente del CTU, Jesse Sharkey, dijo que el distrito no iba a ceder en sus demandas de volver a las clases presenciales. Insistió en que una huelga sería “difícil”, alegando que los maestros actuaran de rompehuelgas de forma remota y que enfrentaremos acciones legales, incluyendo multas y la reducción adicional del pago, si hacemos huelga.

Para ser perfectamente francos, los líderes del CTU están haciendo el trabajo sucio de la alcaldesa Lightfoot y la Administración de Biden, quienes insisten en que los maestros pongan en peligro sus vidas y las vidas de sus estudiantes y familias por una razón: enviar a los padres de regreso al trabajo para obtener mayores ganancias. La verdad es que contamos con el apoyo de millones de padres, estudiantes, educadores y trabajadores, aquí en Chicago, en los EE. UU. y en todo el mundo, que se oponen al sacrificio de vidas humanas por las ganancias corporativas.

¿Cuál es nuestro crimen? ¿Protegernos a nosotros mismos, a nuestros estudiantes, a las familias de CPS y la salud de la región?

Si nos amenazan con demandas, órdenes judiciales y ataques a nuestros trabajos y salarios, podemos reunir la oposición popular de los trabajadores de toda la ciudad y más allá. Un estudio reciente encontró que el 85 por ciento de los trabajadores en las instalaciones de producción, distribución y logística de alimentos en Chicagoland dicen que su empleador no respondió a las quejas sobre COVID-19, tomó represalias contra quienes hablaron o se negaron a tomar medidas para mejorar la situación.

En todo el país, los maestros de Filadelfia, San Francisco, Detroit, Los Ángeles y muchas otras ciudades luchan por lo mismo. Los educadores de todo el mundo también están adoptando una postura. En Río de Janeiro y São Paulo, los maestros brasileños están luchando contra las órdenes de regreso a clases del Gobierno de Bolsonaro, y decenas de miles de maestros de São Paulo comenzaron una huelga el lunes en el distrito escolar más grande de América. Los educadores de Europa, Asia y África también se oponen a la política mortal.

Continuar las clases remotas no es negociable. Las investigaciones son claras: cerrar las escuelas es una de las dos mitigaciones más efectivas, justo detrás de la cancelación de grandes reuniones. La alcaldesa pidió correctamente que la gente no se reuniera en fiestas para el Super Bowl pero, a la misma vez, les dijo a los maestros, el personal de apoyo y los estudiantes que se reunieran en las escuelas en las próximas semanas.

Un editorial reciente del British Medical Journal describió correctamente la respuesta de los Gobiernos del mundo hacia la pandemia como “asesinato social”. Cualquiera que nos obligue a retroceder, en condiciones de la propagación de cepas nuevas y más letales, es verdaderamente culpable de un crimen.

El CTU no tiene el mandato de enviarnos de regreso durante la pandemia. De hecho, es justo lo contrario. Si no hubiera sido por nuestra resistencia decidida, desafiando la orden de regreso “gradual” al trabajo, el CTU nos hubiera enviado de regreso a las aulas hace mucho tiempo, enfermándonos y muriendo, enfermando a nuestras familias, y nuestras escuelas serían focos de contagio para toda la región.

El Comité de Seguridad de Base de los Educadores de Chicago, formado el mes pasado, llama a los maestros a que derroten el plan del CPS-CTU que busca reanudar la educación presencial. Debemos acercarnos a los trabajadores de toda la ciudad, la región, el país y más allá, para apoyarnos en solidaridad y oponernos a todos y cada uno de los esfuerzos de Lightfoot para amedrentarnos con acciones legales.

Nuestra lucha es por la vida y la salud de todos

El nuevo coronavirus no respeta distritos, ciudades, estados ni fronteras internacionales. La propia naturaleza de la pandemia exige una estrategia global de mitigación para detener la propagación, vacunar a la población y requiere una inversión masiva de recursos en atención médica y de salud, apoyo económico para los hogares y para pequeñas empresas, mejoras para el aprendizaje remoto y muchas, muchas otras necesidades básicas.

Pero nada de esto se está implementando porque los costos de salvar vidas para las grandes empresas y los mercados financieros se consideran inaceptables. En cambio, toda la vida humana está subordinada a los intereses de lucro de una pequeña élite gobernante.

La alcaldesa Lightfoot y los líderes del CTU y la central sindical AFT describen nuestra lucha simplemente como un problema “local” o de “Chicago”. Eso no puede ser más lejos de la verdad. Esta es una lucha de los educadores a nivel internacional. Si nos mantenemos firmes, esto alentará a los educadores y trabajadores en los Estados Unidos y el mundo y aumentará el impulso para luchas conjuntas a través de las fronteras.

Las implicaciones son muy entendidas por los educadores, padres y estudiantes y por muchos trabajadores alrededor del mundo.

Las siguientes declaraciones de apoyo a los maestros de Chicago han sido emitidos por la red global de comités de base que luchan por cerrar escuelas y lugares de trabajo no esenciales para contener la pandemia:

* El comité de seguridad de los educadores de Sri Lanka saluda a los maestros de Chicago

* El comité de base de Pennsylvania está con los maestros de Chicago

* El Comité de Educación Pública de Australia apoya la lucha de los maestros de Chicago

* Los educadores de Michigan piden la unidad con los educadores de Chicago en su lucha por cerrar las escuelas

* Los educadores de la ciudad de Nueva York piden la unidad con los educadores de Chicago en su lucha por cerrar las escuelas

* Los educadores europeos apoyan la lucha de los profesores de Chicago contra la apertura insegura de escuelas

“Inmunidad colectiva”, el Partido Demócrata y la AFT

La semana pasada advertimos del inminente acuerdo letal. Explicamos que el CTU y su sindicato matriz, la American Federation of Teachers (AFT), así como la central sindical National Education Association (NEA) y sus filiales locales, son los instrumentos políticos y organizativos para la imposición de un acuerdo que cobrará vidas nuestras y de nuestras comunidades en el interés de una clase dominante rapaz cuya política pandémica ya ha matado a más de 470.000 estadounidenses y más de 2,2 millones en todo el mundo.

La Administración de Biden, que ha estado en el poder solo unas pocas semanas, ya ha dejado en claro que la política de los demócratas difiere solo ligeramente en forma de la de Trump y los republicanos, pero no en el contenido. En Chicago, Lightfoot lidera la carga a nivel nacional para reabrir las escuelas y hacer que los padres vuelvan al trabajo. A diferencia de Trump y los republicanos, los demócratas confían en que los sindicatos pueden ser el “guante de terciopelo” sobre el puño de hierro, el afán de lucro de Wall Street y las grandes corporaciones que impulsan la política asesina de inmunidad colectiva. La semana pasada se desató una avalancha de propaganda oficial para intentar contrarrestar el enorme apoyo popular a nuestra lucha por seguir las clases remotas hasta que se acabe la pandemia.

El CTU, el liderazgo de la AFT y el Partido Demócrata en los niveles más altos, en coordinación directa con la Administración de Biden, están trabajando para sofocar nuestra lucha por mantener las clases remotas mientras los funcionarios de Los Ángeles presionan para reabrir las escuelas, mientras los maestros de Filadelfia se niegan a regresar a clases presenciales el lunes, y mientras San Francisco demanda a su distrito escolar para forzar la reapertura de las aulas. La semana pasada, los funcionarios de Washington DC solicitaron una orden de restricción temporal para obligar a los maestros de DC a dejar de planificar y discutir una huelga. Los gobernantes demócratas de Baltimore y Detroit también están presionando para que las escuelas vuelvan a abrir.

Con cada semana que pasa, queda más claro que la función central del CTU y su sindicato matriz AFT es aislar y reprimir las luchas de los maestros en un área antes de que estalle en otra, para que no surja una ola de huelgas y los maestros y otros sectores de trabajadores se unan con sus luchas. Esto es lo que se hizo en 2018 y 2019, después de que los maestros de West Virginia y Oklahoma hicieran huelga en desafío a los sindicatos en esos estados.

El aislamiento y la derrota de nuestra lucha por mantener el aprendizaje a distancia resultará en enfermedades y muertes evitables. ¡No podemos permitir que eso suceda y estamos decididos a detenerlo! Seguimos comprometidos con brindar una excelente instrucción remota, lo que requiere inversión, ¡no amenazas, cierres patronales y robo de salarios!

¡Lidera la lucha por la vida y la salud! Amplía el Comité de Seguridad de Base de los Educadores

En contraste directo con el CTU y la AFT, el Comité de Seguridad de Base de los Educadores de Chicago es la encarnación política y organizativa de los intereses sociales y de la salud de los educadores y de toda la comunidad. Somos maestros científicamente informados y políticamente educados que comprenden que nuestra lucha es para todos. Por lo tanto, somo inflexibles en nuestra determinación de seguir las clases a distancia hasta que la pandemia se ponga bajo control.

Nuestro comité, el cual forma parte de una red de comités de seguridad de base en los EE. UU. y a nivel mundial, está preparando una huelga general para cerrar escuelas e industrias no esenciales y exigir una compensación total para todos los trabajadores y los recursos necesarios para vacunar a la población, abordar las necesidades sociales críticas de los estudiantes y los padres, y proporcionar aprendizaje remoto de alta calidad hasta que la pandemia esté bajo control.

Animamos a todos los educadores, estudiantes, padres y trabajadores de Chicago y el noroeste de Indiana a unirse a nosotros, adoptar estas demandas y promoverlas en sus escuelas, vecindarios y lugares de trabajo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 8 de febrero de 2021)

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