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Maestros en EE.UU. se resisten a la demanda de que acepten un “riesgo razonable” de morir

A medida que las muertes por COVID-19 alcanzan la horrible cifra de medio millón en los Estados Unidos, la Administración de Biden y los medios corporativos están intensificando su campaña para exigir que los educadores y estudiantes reanuden las clases presenciales a pesar de las advertencias científicas de un nuevo repunte importante de la pandemia cuando el invierno se convierta en primavera.

Los mismos educadores que fueron aclamados como “héroes” en los primeros meses de la pandemia el año pasado ahora están siendo denunciados como egoístas e irracionales porque se niegan a ponerse en peligro a ellos mismos, a sus estudiantes y las comunidades a las que sirven. Aunque una encuesta reciente de la Unión Nacional de Padres mostró que el 42 por ciento de los padres quiere que sus hijos asistan a clases de forma remota durante el resto del año escolar, y solo el 27 por ciento quiere clases totalmente presenciales, los medios de comunicación han afirmado falsamente que hay una oleada de apoyo popular para reabrir completamente las escuelas.

La Administración de Biden está encabezando esta campaña, y el presidente demócrata reiteró su demanda de que las escuelas abran “cinco días a la semana” antes del 1 de abril durante un cabildo abierto en CNN la semana pasada. Cuando una estudiante de segundo grado le preguntó si podía contraer el COVID-19 y posiblemente infectar a sus padres, Biden mintió rotundamente y dijo: “No es probable que puedas exponerte a algo y contagiárselo a mamá o papá”.

Estudiantes en una clase en Omaha [crédito: Facebook de Omaha Public Schools]

Los gobernadores y funcionarios locales demócratas han llevado a cabo esta campaña a nivel estatal y municipal. Las escuelas se abrirán esta semana en Detroit, a pesar de que el estado de Michigan tiene el tercer mayor número de casos conocidos en EE.UU. de la variante más transmisible B.1.1.7, proveniente de Reino Unido. En Chicago, la siguiente etapa en la reapertura gradual del tercer distrito más grande de la nación comienza el lunes, con el regreso de decenas de miles de educadores de kínder a quinto grado, luego que regresaran los maestros de prekínder y educación especial la semana pasada. Unos 62.000 estudiantes de secundaria en la ciudad de Nueva York regresarán el 25 de febrero, luego del regreso de los estudiantes de prekínder a quinto grado en diciembre.

En Filadelfia, la oposición de los maestros ha obligado al Gobierno de la ciudad a retrasar las aperturas por tercera vez, ahora hasta el 1 de marzo. Los maestros en Fairfax, Virginia y Montclair, Nueva Jersey también se resisten a los esfuerzos de regreso a las aulas.

La oposición entre educadores ha encontrado su expresión más avanzada en la creciente red de comités de seguridad base de educadores, que incluye a maestros y personal de apoyo en Pensilvania, Michigan, Texas, Alabama, la ciudad de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y otras ubicaciones. Estos comités luchan por movilizar a los educadores y otros trabajadores para preparar una huelga general y cerrar tanto las escuelas como toda la producción no esencial hasta que se vacune a la población y se contenga la pandemia.

En California, el gobernador Gavin Newsom ha denunciado a los maestros por resistirse a sus esfuerzos por abrir escuelas, incluso en Los Ángeles, que permanece en el “nivel púrpura” más alto del estado, lo que indica que la tasa de infecciones es “generalizada”, con más de siete casos por 100.000 habitantes.

El sábado, maestros, padres y estudiantes de Los Ángeles participaron en una caravana de automóviles en protesta contra la prematura reapertura de las escuelas. El condado de Los Ángeles ya tiene el número de muertos más alto de todos los condados del país, y la tragedia se magnificaría si los estudiantes, muchos de familias de bajos ingresos e inmigrantes que viven en hogares multigeneracionales, regresaran a las aulas. El sindicato United Teachers Los Angeles (UTLA), que organizó la protesta, ha dicho que convocará una votación de huelga para determinar si sus 30.000 miembros se negarán a regresar si el distrito abre “demasiado pronto”. La UTLA sigue el mismo patrón que el sindicato Chicago Teachers Union (CTU), que el mes pasado convocó una votación de autorización de huelga bajo la creciente presión de los maestros, solo para negociar un miserable acuerdo de regreso a la escuela con la alcaldesa demócrata Lori Lightfoot.

La UTLA y la California Teachers Association (CTA) buscan llegar a un acuerdo mortal similar con Newsom. Los sindicatos elogiaron como un “paso adelante” la decisión del gobernador el viernes de reservar el 10 por ciento de todas las dosis de la primera ronda de la vacuna para los maestros, educadores y trabajadores de cuidado infantil en el estado.

En todos los niveles, los sindicatos apoyan plenamente la campaña para reabrir escuelas. La presidenta de la central American Federation of Teachers (AFT), Randi Weingarten, quien también forma parte del Comité Nacional del Partido Demócrata (DNC, siglas en inglés), estuvo presente en los programas de noticias durante el fin de semana.

Durante una entrevista con MSNBC el viernes, Weingarten afirmó falsamente que las pautas de reapertura de escuelas emitidas el 12 de febrero por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) “tenían una base científica” y acordó que los maestros no tenían que vacunarse antes de regresar a las escuelas. Si bien reconoce que “todo el riesgo está en los adultos que imparten las clases”, declaró Weingarten, “sabemos que los beneficios son enormes para los niños, por eso estamos tratando de correr este riesgo”.

Huelga de los maestros de Los Ángeles en enero de 2019, frente al ayuntamiento [crédito: WSWS]

Es cierto que Weingarten no correrá el mismo riesgo que sus miembros, unos 530 de los cuales ya han muerto a causa del virus. Después de aprobar el trato para abrir escuelas en Chicago a principios de este mes, Weingarten, una multimillonaria con un salario anual de más de $500.000, se jactó ante el New York Times de que pasa 15 horas al día hablando por teléfono desde la seguridad de su casa en Manhattan con la Casa Blanca, los CDC, los alcaldes locales y los líderes sindicales para abrir las escuelas.

Durante una entrevista en Meet the Press de NBC el domingo por la mañana, se le preguntó a Weingarten cuál “riesgo razonable” hará valer entre sus miembros. Ella respondió agradeciendo al anfitrión Chuck Todd por la “oportunidad de desacreditar el mito” de que “nuestro sindicato no quiere reabrir escuelas”, y agregó que las pautas de los CDC describen los “riesgos”. Weingarten señaló el acuerdo entre la United Federation of Teachers (UFT) y el alcalde demócrata de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, como un modelo para supuestamente “abrir escuelas de manera segura”.

De hecho, las escuelas de la ciudad estuvieron abiertas durante menos de dos meses antes de que el distrito se viera obligado a cerrar en noviembre debido al aumento de las infecciones. En total, hubo 15.628 infecciones en el distrito escolar más grande del país entre el 14 de septiembre y el 21 de febrero, incluidos 7.253 estudiantes y 8.375 trabajadores de educación, según el Departamento de Educación.

Aunque reconoció que la AFT no insistía en que los maestros tengan que ser vacunados antes de que las escuelas volvieran a abrir, Todd dijo que muchos sindicatos locales lo estaban haciendo y que en Fairfax, los maestros de Virginia incluso querían que los niños fueran vacunados primero. Están “moviendo los postes de la portería”, se quejó amargamente Todd.

Weingarten respondió insinuando que los maestros en resistencia estaban impulsados por temores irracionales e infundados y que la AFT los corregiría. “Lo que escuchas cuando escuchas eso es que la gente está asustada, y lo que tenemos que hacer es enfrentar el miedo con hechos, que es lo que estamos tratando de hacer. Entonces, hemos tenido al Dr. Fauci en dos reuniones públicas, tuvimos una reunión pública sobre vacunas con expertos, así que al igual que estamos enfrentando la vacilación de las vacunas con hechos, la evidencia y los datos, tenemos que hacer lo mismo en términos de educadores”.

Según Weingarten, las preocupaciones de los profesores que han visto morir a medio millón de personas no son más racionales que las de los activistas antivacunas.

El impulso para reabrir las escuelas no está motivado por la ciencia, que ha proporcionado pruebas indiscutibles en todo el mundo de que las escuelas son un vector importante de transmisión de la enfermedad mortal. Tampoco lo impulsa la preocupación por los niños. Los mismos políticos demócratas y republicanos, incluido Biden, que están fingiendo preocupación por el destino de los estudiantes, han pasado las últimas cuatro décadas destruyendo los fondos de las escuelas públicas y desviando recursos públicos hacia escuelas concertadas con fines de lucro y otros esquemas de privatización de escuelas.

Por el contrario, la reapertura de las escuelas, que cuenta con el apoyo de los dos partidos de las grandes empresas y el respaldo de todos los medios corporativos, desde el Wall Street Journal y el Washington Post, propiedad de Jeff Bezos, hasta el New York Times y la revista Nation de izquierda liberal, es impulsado únicamente por los imperativos económicos y políticos de la élite empresarial y financiera. Los niños deben regresar a las escuelas, insisten, para que sus padres puedan regresar a lugares de trabajo inseguros y producir las ganancias necesarias para apuntalar la burbuja especulativa en Wall Street y los niveles insostenibles de deuda corporativa.

Los maestros ven cada vez más a través de las mentiras de las fuerzas procapitalistas que se alinean contra ellos. Un maestro de San Francisco le dijo al WSWS: “Los CDC y los políticos continúan usando la palabra 'regreso seguro' a la escuela. Esto es imposible durante una pandemia. ‘De forma segura’ implica esfuerzos de mitigación que prevengan con éxito los contagios. En realidad, en el mejor de los casos, solo están reduciendo las transmisiones. Incluso los dos informes citados por los CDC para respaldar su plan de regreso a la escuela mostraron que todavía se produce cierta transmisión, a pesar de los esfuerzos de mitigación.

“Lo que los CDC, los políticos y los expertos están pidiendo REALMENTE no es un regreso 'seguro' a la escuela, sino uno que saben que resultará en algún grado de transmisión, enfermedades graves y la muerte. Por lo tanto, no les están diciendo a los maestros, las familias y el público que es realmente seguro regresar. Nos están diciendo que, si seguimos su plan, habrá una cantidad ACEPTABLE de hospitalizaciones y muertes que son DELIBERADAMENTE parte del plan.“Por supuesto, no lo dirán públicamente porque es tan horrible y condenatorio, y muestra su absoluto desprecio por la vida humana. Pero nosotros sí lo podemos hacer, tanto en el WSWS como con nuestros compañeros y colegas. Y es importante hacerlo porque no creo que el público apoye ninguna cantidad de muertes deliberadas”.

Los profesores luchan por la ciencia y la vida y se oponen a la pandilla de los grandes políticos empresariales, los medios corporativos y los sindicatos, que quieren sacrificar vidas humanas por lucro. Para luchar, los educadores necesitan nuevas organizaciones de lucha, que sean independientes de los sindicatos corporativistas, así como de los demócratas y republicanos. Instamos a los educadores a que se unan y formen comités de seguridad de base en cada distrito y se unan con los educadores y toda la clase trabajadora en todos los estados en preparación para una huelga general política a nivel nacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de febrero de 2021)

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