El mundialmente conocido cantante español de ópera Plácido Domingo hizo un regreso triunfal a los escenarios en España en junio después de una ausencia de casi dos años, recibiendo de un público en pie una larga ovación. El barítono/tenor de 80 años cantó por última vez en su país natal en 2019, antes del lanzamiento en su contra, al estilo #MeToo, de una caza de brujas por acoso sexual ese año.

El entusiasmo popular por el regreso del cantante contrasta fuertemente con la actitud adoptada por el partido 'populista de izquierdas' Podemos, que gobierna en España en coalición con el socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Los políticos de Podemos lanzaron una campaña despiadada denunciando la aparición de Domingo y la acogida positiva de la que gozó como un insulto a las mujeres.

En Twitter, Irene Montero —ministra de Igualdad dentro del Gobierno PSOE-Podemos y pareja del exlíder de Podemos y exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias— condenó los aplausos para Domingo, escribiendo: ' ¿Por qué hay quienes necesitan aplaudir con estruendo a un hombre que ha confesado haber abusado sexualmente de varias mujeres?'. Esto es una referencia a una 'disculpa' que el cantante emitió a principios del año pasado.

“Incluso quienes piensan que la respuesta no puede ser el escarnio público deberían entender que la [respuesta] menos aún ser una ovación,” Montero continúa. “Sobre todo me gustaría que se preguntasen [los partidarios de Domingo] qué mensaje les mandan a esas mujeres y a las que son agredidas sexualmente cada día en nuestro país. Porque son los mismos que luego se sorprenden de que las mujeres no denuncien por miedo a no ser creídas”.

Domingo cantó en un concierto benéfico con entradas agotadas en el Auditorio Nacional de Madrid el 9 de junio, titulado '#VoicesRespond'. El evento fue organizado por Domingo y la asociación cultural sin ánimo de lucro Fundación Excelentia, para ayudar a la Cruz Roja. Los fondos recaudados en la gala se destinaron al programa de respuesta a la pandemia de la Cruz Roja.

El cantante interpretó 'Nemico della patria' de la ópera Andrea Chénier de Umberto Giordano, 'Madamigella Valéry' de La Traviata de Giuseppe Verdi y 'El dúo de La Africana' de Manuel Fernández Caballero, entre otras piezas, con grandes ovaciones.

Al final de su actuación, el claramente emocionado Domingo recibió una ovación de casi ocho minutos en pie de la audiencia de 1.620 personas, y concluyó el concierto con alrededor de cinco bises, a petición popular, según informes de los medios. El teatro estaba al máximo aforo permitido por las actuales restricciones por el coronavirus en la comunidad madrileña.

Un día después, Domingo recibió un prestigioso galardón en el Teatro Real, el principal teatro de ópera de Madrid. El título de 'Embajador Honorífico del Patrimonio Mundial de España' le fue concedido al cantante por la Asociación para la Difusión y Promoción del Patrimonio Mundial de España (ADIPROPE).

A pesar de los intentos de los medios de comunicación y la clase media alta obsesionada con la identidad de crear un clima de linchamiento contra Domingo, la cálida recepción que encontró en Madrid demuestra el fracaso de la campaña de #MeToo para ganar un mayor apoyo entre los trabajadores y sectores significativos de la clase media tanto en España como internacionalmente. Los métodos antidemocráticos y destructivos de este movimiento son ampliamente recibidos con desconfianza o repulsa.

La campaña por acoso sexual contra Domingo se lanzó en 2019 con dos artículos de Associated Press (AP), en los que 20 mujeres, 18 de ellas de forma anónima, acusaron al cantante de comportamiento inapropiado. Algunas de las afirmaciones, que iban desde demostraciones indebidas de afecto hasta tocamientos no deseados, solicitudes repetidas de encuentros y llamadas telefónicas nocturnas, se remontaban a casi 30 años atrás.

Cuando se le preguntó en una entrevista de NPR si sufrió 'alguna desventaja profesional' porque 'rechazó repetidamente a Domingo', la cantante de ópera retirada Patricia Wulf, la única persona citada por su nombre en el primer artículo de AP, respondió: 'No, no lo hice. No sufrí nada profesionalmente. De hecho, fue interesante: él y la compañía siguieron contratándome. Y eso fue genial'.

No hay nada legítimo ni progresista en la campaña de escándalos contra Domingo. Las acusaciones en su contra son totalmente infundadas y, hasta la fecha, el cantante no ha sido acusado de ningún delito. Pero únicamente sobre la base de estas acusaciones anónimas, no probadas y espurias, muchas de las cuales equivalen a poco más que acusaciones de coqueteo continuado, Domingo se transformó en una persona non grata casi de la noche a la mañana.

Numerosas instituciones culturales estadounidenses, incluyendo la Metropolitan Opera de Nueva York, la Orquesta de Filadelfia, la Ópera de San Francisco y la Ópera de Los Ángeles, cancelaron inmediatamente las actuaciones programadas de Domingo en sus lugares y cortaron todas las relaciones con el cantante. Ninguno de ellos se moleste en llevar a cabo ninguna investigación sobre las acusaciones antes de tomar estas medidas.

Si bien la caza de brujas contra Domingo en gran medida no ha tenido tanto efecto en Europa, con el cantante continuando a actuar en ciudades como Berlín, Viena y Verona en Italia, con una aclamación pública generalizada, en el país natal de Domingo, España, varios eventos musicales también incluyeron a Domingo en su lista negra por orden del gobierno del PSOE-Podemos.

Tras las conclusiones de febrero de 2020 del American Guild of Musical Artists (AGMA) de que Domingo había 'participado en actividades inapropiadas' y la posterior 'disculpa' del cantante, el ministro de Cultura del PSOE, José Manuel Rodríguez Uribes, canceló el papel de Domingo en la ópera ligera “Luisa Fernanda” de Federico Moreno Torroba en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, que había sido programada para mediados de mayo de 2020.

El pasado mes de marzo, otra destacada institución artística española, el Palau de les Arts Reina Sofia de Valencia, eliminó el nombre de Domingo de su centro de formación para jóvenes artistas. El Palau de les Arts añadió que 'ha determinado desistir en posibles relaciones contractuales futuras [con Domingo]” en respuesta al informe de AGMA. Una asociación musical en Úbeda, en el sur de España, también canceló una actuación prevista para mayo de Domingo.

En respuesta al informe de AGMA, Domingo emitió una 'disculpa', expresando su pesar por cualquier dolor que pudiera haber causado a las presuntas víctimas. “Acepto toda la responsabilidad de mis acciones', explicó el cantante, 'y he crecido a partir de esta experiencia'.

“Entiendo ahora que alguna de esas mujeres pudiera tener miedo para expresarse honestamente porque les preocupaba que sus carreras se vieran afectadas. Aunque no fue mi intención, nunca nadie debería sentirse de esa forma”. Domingo también se vio obligado a retirarse de cinco funciones previstas en La Traviata de Verdi en el Teatro Real a raíz del informe de AGMA.

El ministro de Cultura, Uribes, usó la declaración de Domingo como excusa para intensificar la ofensiva en su contra, afirmando cínicamente: 'ha querido asumir las responsabilidades, nuestra obligación era dar cumplida cuenta de eso. No es el momento de que participe en la programación [en el Teatro de la Zarzuela], y es lo que hemos decidido en coherencia con unos hechos reconocidos por él'.

Ante la escalada de la campaña en su contra, Domingo se retractó más tarde de su 'disculpa', insistiendo en que sus palabras habían sido sacadas de contexto y que no era culpable de abuso o maltrato. “No fue un mea culpa”, aclaró Domingo en septiembre. “Esta disculpa fue publicada por un periódico americano … con falsas acusaciones que no apreciaron en el reporte oficial', dijo el cantante, en referencia a una investigación que había sido realizada por la Ópera de Los Ángeles.

La caza de brujas de #MeToo contra Domingo y muchos otros no tiene nada que ver con la oposición de principios al abuso sexual. El lanzamiento de esta caza de brujas está ligado a la aguda competencia entre las capas de clase media alta por puestos y privilegios en las universidades, los medios de comunicación y las instituciones culturales. La propia Montero es un ejemplo ilustrativo de esto, después de haber posado para Vanity Fair exhibiendo la ropa de lujo y los lugares a los que ha tenido acceso como ministra de 'igualdad'.

Además, la política de género pequeñoburguesa de #MeToo sirve para forjar un barniz 'progresista' fraudulento para las políticas de derechas del Gobierno PSOE-Podemos. Montero y sus colegas ministros han ejecutado una desastrosa respuesta a la pandemia que ha provocado más de 100.000 muertes innecesarias, al tiempo que han intensificado las medidas de austeridad contra la clase trabajadora. También han reprimido brutalmente las protestas contra sus políticas antidemocráticas y han intensificado la censura en Internet.

El PSOE y Podemos también implementaron una política fascista contra los inmigrantes, lo que llevó a un aumento de la violencia contra los mismos en España y a las denuncias de abusos sexuales a decenas de menores en los campos de concentración de inmigrantes administrados por PSOE-Podemos. A pesar de toda su indignación por el mensaje que la actuación de Domingo 'envía a las mujeres', Podemos no derrama ni una lágrima por estas víctimas de violencia sexual y física. Y es que, al igual que la caza de brujas de Domingo, la detención masiva y el abuso sobre inmigrantes sirve a los intereses de clase privilegiada de las capas medias para las que habla Podemos.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 5 de julio de 2021)