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Cuatro semanas después del anuncio del cierre de Ford Saarlouis, el comité de empresa y el sindicato exigen a los trabajadores que mantengan la calma

Ha pasado casi un mes desde que Ford anunció oficialmente que cesaría la producción en la planta de Saarlouis. En este tiempo, el comité de empresa y el sindicato IG Metall han hecho todo lo que está en su mano para sabotear la lucha por defender todos los puestos de trabajo. Cualquiera que se rebele contra esto es etiquetado como alguien que causa división y acusado de asegurar un mal resultado en las próximas negociaciones.

Trabajadores de Ford se manifiestan tras el anuncio del cierre de la planta de Saarlouis, 22 de junio de 2022

Una cosa debe quedar clara desde el principio: Nadie más que IG Metall y su comité de empresa bajo Markus Thal tienen la responsabilidad principal de la situación catastrófica que ahora enfrentan los más de 6,000 trabajadores en Ford y en el parque de proveedores adyacente.

Desde 2019, el comité de empresa ha acordado todos los recortes de empleos y, a cambio, exigió que Ford garantizara la planta. Aunque Ford nunca correspondió con tales promesas, se han eliminado 2,600 empleos en los últimos tres años.

Cuando Ford lanzó una guerra interna de ofertas el año pasado entre las plantas de Saarlouis y Almussafes (Valencia) en España, el comité de empresa de Thal y el comité de empresa español de José Luís Parra dividieron a las dos plantillas. Participaron voluntariamente en la guerra de ofertas y trataron de socavarse mutuamente.

Durante meses, un pequeño grupo alrededor de Thal y el presidente del Comité de Empresa General de Ford, Benjamin Gruschka, elaboraron planes junto con la gerencia en Colonia para reducir drásticamente los costes de producción a expensas del personal. La demanda del Comité de Acción de Ford de una interrupción inmediata de las negociaciones fue rechazada.

Dado que el final de la producción en Saarlouis está programado para 2025 como muy tarde, el comité de empresa ha estado haciendo todo lo posible para evitar el desarrollo de una auténtica lucha industrial. El día en que se dieron las malas noticias -el comité de empresa lo sabía de antemano- organizó una inocua manifestación lejos de la planta para evitar cualquier ocupación espontánea de las puertas y el desarrollo de una huelga.

Durante más de un mes, el comité de empresa ha mantenido a la plantilla en completa oscuridad sobre el futuro de la factoría, se ha asegurado de que nadie pueda obtener una indemnización por despido y, por lo tanto, abandone la planta antes de tiempo, y también de que las cifras de producción aumenten. Esta sumisión cobarde a los intereses de la empresa en obtener beneficios ha creado la situación miserable en la que se encuentra hoy la plantilla.

En sus dos últimos folletos informativos, el comité de empresa ha anunciado que quiere continuar de la misma manera. Los folletos son una declaración de quiebra por parte del comité de empresa y deben ser tomados por la plantilla como un llamamiento a oponerse a esta situación y no permitir que se les traicione.

En su folleto del 12 de julio, Thal y los miembros de su comité de empresa enumeran todas las cosas que dicen no saber: si había un inversor potencial para la planta, cómo se estructuraría una posible venta, qué estaba planeando Ford, qué estaba planeando el gobierno estatal socialdemócrata del Sarre (SPD), 'desde cuándo y en qué medida sería necesario un plan social, ' y 'mucho, mucho, más'.

En lenguaje sencillo, el comité de empresa considera que el cierre de la planta es inevitable y sólo se ocupa de la cuestión de cómo debería ser y cómo debería llevarse a cabo; porque se siente responsable de organizar la liquidación de la factoría.

Ambos folletos de la semana pasada enfatizan que la gerencia de Ford estaba 'absolutamente obligada a demostrar sus propias y sólidas perspectivas para el futuro y no a transferir la responsabilidad a terceros'. En el folleto del 15 de julio, el comité de empresa incluso afirma con toda seriedad que la dirección de Ford, que acababa de decidir parar la producción, estaba preocupada por la plantilla.

Según el comité de empresa, había 'obtenido una imagen en Saarlouis de lo que mueve a la plantilla y cómo es el estado de ánimo.” Representantes de la dirección europea de Ford, así como el presidente de la dirección alemana, Martin Sander, habían estado en Saarlouis y habían 'mantenido reuniones informativas y discusiones con parte del personal directivo (administración, AT, encargado, recursos humanos)'. En el futuro, el comité de empresa y tres gerentes celebrarían 'reuniones semanales y en fechas fijas' como el grupo de trabajo 'Future Saarlouis'.

Mientras tanto, el comité de empresa ha anunciado que no participará en este grupo de trabajo, citando el 'estado de ánimo parcialmente explosivo en la planta'. Pero esto no cambia el hecho de que sigue confiando en la colaboración con la gerencia.

Esta completa sumisión a la gerencia de Ford llevará a la liquidación de la planta. El comité de empresa e IG Metall pueden pintar tan de color de rosa como quieran las intenciones de la dirección europea, pero bajo el capitalismo, la gerencia está en deuda con los propietarios -los accionistas- y no con la plantilla.

Aparte de Ford, todos los demás fabricantes internacionales de automóviles están en el proceso de abolir los logros tan duramente ganados por los trabajadores en el pasado. El reloj debe retroceder cien años. La jornada de ocho horas, los salarios suficientes, las vacaciones renumeradas, las bajas pagadas por enfermedad, la seguridad ocupacional y muchos más están bajo ataque. En los Estados Unidos, las compañías automotrices y el sindicato United Auto Workers (UAW) ya han eliminado muchas de estas conquistas.

En la pandemia, muchos trabajadores han pagado la política de 'beneficios antes que vidas' de las corporaciones con sus vidas, su salud y graves pérdidas salariales. Ahora, con el aumento de la inflación, se avecinan cargas más dramáticas. La inflación es la forma en que los regalos de billones de dólares a los mercados financieros, los costos del rearme militar y las consecuencias de la ofensiva de la OTAN contra Rusia se están transfiriendo a la clase trabajadora.

Mientras los trabajadores pierden sus medios de vida, la fortuna de los accionistas y los salarios multimillonarios de los gerentes crecen sin cesar. Esto también es cierto para Ford. Desde que Jim Farley asumió el cargo de presidente global en octubre del año 2020, todo el proceso de producción se ha reorganizado y hasta el último gramo de beneficio se ha exprimido de los trabajadores. Las ganancias están aumentando, y a partir de 2026, es decir, después de que se cierre la planta de Saarlouis, Farley quiere lograr un rendimiento operativo del 10 por ciento.

IG Metall y sus comités de empresa en Saarlouis y Colonia siempre han apoyado a Ford para lograr sus objetivos en Alemania. Cuando 20.000 trabajadores de la planta de Ford en Colonia abandonaron el trabajo en 1973 y se manifestaron en los terrenos de la fábrica para defender a 300 compañeros que habían sido despedidos sumariamente y para lanzar una lucha por mejores condiciones de trabajo, IG Metall y el comité de empresa los apuñalaron por la espalda.

Desde entonces, la compañía siempre ha podido confiar en IG Metall y sus representantes del comité de empresa a la hora de planificar nuevos ataques a la plantilla. Si prevalecen, seguirá siendo así. Ese es el verdadero significado de su queja de que la gerencia no está proporcionando respuestas a sus preguntas. Quieren seguir sentándose a la mesa con la dirección y trabajar con ellos. No pueden imaginar nada más que esta colaboración de clases.

Los derechos de los trabajadores y los logros sociales, sin embargo, no se obtuvieron a través de conversaciones de trastienda en la mesa de los directivos, sino en una lucha conjunta y solidaria contra los capitalistas. Debido a que esto está arraigado profundamente en la conciencia de la plantilla, el comité de empresa en Saarlouis difama ahora cualquier oposición contra el con la acusación de 'no mostrar solidaridad' y causar 'división'.

En el folleto del martes pasado, dice que la plantilla no debe permitir ser 'dividida'. Es más importante que nunca “que nos mantengamos unidos y que no nos dejemos dividir por influencias externas o internas y que nos tratemos entre nosotros de manera razonable y decente”. Una 'ruptura de la solidaridad interna', dice, significará que el resultado de las próximas semanas y meses 'será peor para todos'. '¡Todos deberíamos saberlo!', advierte el comité de empresa. 'El oponente tiene su sede en Colonia y se llama FORD EUROPE MANAGEMENT'.

¿Cuál es la traducción de esto? El comité de empresa exige a la plantilla que apoye su servilismo ante la corporación. Deben confiar en las conversaciones conjuntas entre el comité de empresa y Ford Europe Management. Aquellos que no están de acuerdo están dividiendo a los trabajadores y deben guardar silencio. De lo contrario, les irá mal.

Pero es el comité de empresa el que está dividiendo a la plantilla. Porque es obvio que solo la cooperación internacional entre los trabajadores de todas las plantas puede defender los empleos, los salarios y los logros sociales contra una corporación que opera a nivel mundial. Pero IG Metall y el comité de empresa lo rechazan expresamente. Su participación en la guerra de ofertas es sólo la última y peor prueba de ello.

Tras muchos años de experiencia, los trabajadores de Ford en Saarlouis conocen los métodos sutiles y menos sutiles de intimidación y castigo con los que el comité de empresa ha subordinado a la plantilla a la corporación. Por lo tanto, la seguridad y la protección contra las maquinaciones del comité de empresa son las primeras cosas que los miembros del Comité de Acción de Ford deben asegurar a los compañeros interesados.

Para los trabajadores de Ford-Saarlouis, no hay otra alternativa que organizarse independientemente de IG Metall y el comité de empresa. Sus aliados no son la gerencia de Ford, sino sus compañeros de trabajo en España, India, Turquía, Rumania, Estados Unidos y muchos otros países. Se debe establecer contacto con ellos para defender todos los puestos de trabajo y las condiciones laborales.

Por lo tanto, hacemos un llamamiento a todos los trabajadores de Ford en Saarlouis que están preparados para luchar por su fábrica: en la próxima reunión de trabajadores del 28 de julio, revocad el mandato del comité de empresa para hablar en vuestro nombre. El comité habla por sí mismo, por el sindicato y la empresa, no por vosotros. Elegid vuestra propia representación independiente que no busque el diálogo con la dirección, sino que busque unir fuerzas con otros trabajadores de Ford a nivel internacional para preparar acciones conjuntas y medidas de lucha.

Póngase en contacto con el Comité de Acción de Ford a través de WhatsApp en +491633378340.

(Publicado originalmente en inglés el de julio 27 de julio de 2022)

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