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Perspectiva

Estallan protestas masivas internacionalmente contra la guerra israelí en Gaza

Protesta en Bangladés contra las operaciones militares de Israel en Gaza y en apoyo al pueblo palestino, frente a la mezquita Baitul Mukarram, Daca, Bangladés, 13 de octubre de 2023 [AP Photo/Mahmud Hossain Opu]

Una semana después de que los palestinos iniciaran un levantamiento armado contra el bloqueo israelí de la Franja de Gaza, han estallado protestas a nivel internacional contra la guerra de Israel contra Gaza.

El régimen fascistizante de Benjamín Netanyahu ha ordenado a 1,1 millones de palestinos evacuar la ciudad de Gaza y viajar al sur, utilizando caminos bombardeados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), las cuales cortaron los suministros de agua, combustible y electricidad, y cuyos líderes están llamando a los palestinos “animales humanos”. Están llevando a cabo un genocidio de los palestinos.

A medida que se expone la magnitud de los crímenes perpetrados por el régimen israelí y sus aliados de la OTAN, se han producido protestas en todo el mundo desafiando audazmente tanto las denuncias de la prensa contra los palestinos como la intimidación policial y las prohibiciones a manifestarse.

La concentración más importante el viernes se produjo en la ciudad de Nueva York, donde miles se movilizaron en oposición a la embestida contra Palestina, en un desafío abierto a la propaganda proisraelí sin tregua de toda la élite política y los medios corporativos en EE.UU. En el corazón del imperialismo mundial, que alberga la mayor población judía de cualquier ciudad estadounidense, masas de personas que incluían más de 1.000 judíos manifestaron su rechazo a los crímenes en marcha en Gaza.

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Hubo más protestas el viernes involucrando a cientos de personas en Pittsburgh, Portland y Washington D.C., y hay manifestaciones más grandes planeadas en todo EE.UU. para el fin de semana. A pesar de los intentos de los medios de comunicación y los políticos de demonizar todas las protestas contra las políticas israelíes, tildándolas de “antisemitas”, y de aislar a aquellos que apoyan a los palestinos, la oposición está aumentando entre los trabajadores y jóvenes de todos los orígenes. Una encuesta de 2021 descubrió que una cuarta parte de los judíos estadounidenses considera Israel un “Estado apartheid” hostil a los palestinos, una cifra que sin duda seguirá aumentando.

Miles también tomaron las calles en Londres por segunda vez el viernes, desafiando una propaganda similar y las amenazas de los medios de comunicación y la élite política en Reino Unido.

En Oriente Próximo también se produjo una serie de manifestaciones de mayor envergadura, en las que participaron cientos de miles de personas. En Jordania, las protestas masivas en Ammán exigieron la apertura de la frontera jordana con Cisjordania, ocupada por Israel. Los manifestantes marcharon hacia la frontera con Israel, pero fueron rechazados por la policía jordana.

Un mapa de Israel, los Territorios Palestinos (en verde) y los Altos del Golán ocupados por Israel [AP Photo]

En Saná y Teherán se produjeron grandes protestas. En El Cairo, decenas de miles de personas se manifestaron frente a la mezquita de Al Azhar al grito de 'Palestina libre'. Miles de personas desafiaron una prohibición estatal para marchar en apoyo de Gaza en Túnez. En Irak, que ha perdido más de un millón de vidas tras décadas de sanciones, guerras y una ocupación dirigidas por Estados Unidos desde la guerra del golfo Pérsico de 1991, cientos de miles de personas se manifestaron en Bagdad.

Los manifestantes de Oriente Próximo de hecho no solo se oponen al régimen israelí, sino también a sus propios Gobiernos, que han traicionado a los palestinos durante décadas. El papel de la burguesía árabe queda ejemplificado por la traición de la dictadura militar egipcia. Tras haber firmado un tratado con Israel en 1978, Egipto ha cerrado sus fronteras a los palestinos que intentan huir de Gaza.

En el propio Israel, a pesar del ambiente político ultrarreaccionario fomentado por el Gobierno de Netanyahu, al que ahora se ha unido la oposición oficial, existe un descontento explosivo. Millones de personas se sumaron a las protestas a principios del año contra el intento de Netanyahu de socavar la independencia del poder judicial. El ataque contra el poder judicial, como dejó claro una carta titulada 'El elefante en la habitación' de 3.000 intelectuales predominantemente judíos, está íntimamente ligado a las condiciones que condujeron al levantamiento de Hamás.

La carta afirma:

(Existe una) relación directa entre el reciente ataque de Israel contra el poder judicial y su ocupación ilegal de palestinos en el Territorio Palestino Ocupado. Los palestinos carecen de casi todos los derechos básicos, incluido el derecho al voto y a la protesta. Se enfrentan a una violencia constante: solo este año, las fuerzas israelíes han matado a más de 190 palestinos en Cisjordania y Gaza y demolido más de 590 estructuras. Los grupos parapoliciales de colonos queman, saquean y matan impunemente...

No puede haber democracia para los judíos en Israel mientras los palestinos vivan bajo un régimen de apartheid, como lo han descrito expertos legales israelíes. De hecho, el objetivo último de la reforma judicial es endurecer las restricciones sobre Gaza, privar a los palestinos de la igualdad de derechos tanto más allá de la Línea Verde como dentro de ella, anexionarse más tierras y limpiar étnicamente de los palestinos todos los territorios bajo dominio israelí.

Un mapa de la Franja de Gaza. La línea roja es el río Wadi Gaza. El Gobierno israelí ordenó a todos los que vivan al norte evacuar hacia el sur del río. [Photo: www.openstreetmap.org/WSWS]

Todas las grandes potencias imperialistas quedan en evidencia por su apoyo a Netanyahu y a su guerra contra los palestinos. El domingo 8 de octubre, los jefes de Estado de Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos prometieron 'un apoyo firme y unido al Estado de Israel' y una 'condena inequívoca de Hamás'. En una conferencia de prensa celebrada el viernes en Qatar, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, reafirmó en su apoyo a los crímenes israelíes.

Cuando un periodista le preguntó si Israel está 'tomando represalias con saña' y si Estados Unidos lo apoya, Blinken respondió con total hipocresía y doblez: 'Lo que Israel está haciendo no son represalias. Lo que Israel está haciendo es defender la vida de su pueblo... Creo que cualquier país probablemente respondería de la misma manera a lo que ha sufrido Israel'.

¿Qué mensaje están enviando las potencias de la OTAN? Pretenden crear, a escala mundial, una nueva era de dominio colonial imperialista. No toleran ninguna resistencia al bloqueo ilegal de Gaza impuesto por el Estado israelí desde hace 16 años, a la denegación de alimentos y medicinas al empobrecido enclave y a los asesinatos selectivos de residentes de Gaza. Si este frente común de gángsteres imperialistas tuviera que resumir su política hacia el pueblo palestino en una frase, sería: 'Fueron esclavos y esclavos se quedan'.

En un vídeo publicado el viernes, que casi no se ha reportado en los medios de comunicación occidentales, el funcionario de Hamás, Basim Naim, resumió el trasfondo de la opresión israelí, que condujo a la rebelión del 7 de octubre.

Dijo:

Hablamos de una ocupación de 75 años que despreció e ignoró todos los medios políticos y legales para resolver el conflicto, en el que el enemigo israelí continuó su política de negación de la existencia del pueblo palestino y de sus derechos nacionales. Hemos advertido repetidamente durante los últimos meses y años que la situación sobre el terreno no era sostenible y que una explosión era solo cuestión de tiempo.

Hemos advertido repetidamente sobre las continuas violaciones israelíes en la mezquita de Al-Aqsa y su intento de cambiar su statu quo en un aparente plan para dividir espacial y temporalmente la mezquita sagrada. También hemos advertido sobre el terrorismo de Estado aplicado por los colonos fascistas en toda la Cisjordania ocupada. Hemos advertido sobre la expulsión forzosa de nuestro pueblo de Jerusalén. También hemos advertido sobre los crímenes sistemáticos contra nuestros prisioneros, incluidos mujeres y niños, en las cárceles israelíes.

Y, por último, hemos advertido sobre el asedio israelí a Gaza durante más de 17 años, que es un crimen de guerra que ha convertido a Gaza en la mayor prisión al aire libre del planeta, donde toda una generación ha perdido todo tipo de esperanzas. Pero, por desgracia, nadie escuchó estas advertencias, y la comunidad internacional, especialmente los países occidentales, siguen dando cobertura a Israel a todos los niveles para que siga cometiendo sus crímenes.

Al proseguir su guerra contra Gaza, el Gobierno israelí y las potencias imperialistas occidentales pretenden borrar este trasfondo histórico y poner a dormir a la población mediante un bombardeo de propaganda sobre atrocidades.

Si bien las muertes de civiles israelíes son sin duda trágicas, la violencia que tuvo lugar se produjo en el contexto de un pueblo masivamente oprimido que se rebelaba contra un opresor fuertemente armado. Incluso si se aceptaran todos los relatos sobre la violencia palestina, esto solo plantea la pregunta: ¿qué pudo llevar a tal violencia?

La historia juzga de forma diferente la violencia de una población que se levanta contra la opresión y el uso calculado de los asesinatos en masa por parte de máquinas estatales capitalistas armadas con vastos recursos militares y financieros. Los imperialistas siempre han afirmado que la resistencia de los oprimidos al colonialismo justifica sus salvajes represalias. Para imponer este castigo, siempre han presentado a los oprimidos como salvajes y asesinos.

En 1899, los bóxers se rebelaron contra la división de China en esferas de influencia imperialistas. Alegando que los bóxers habían matado a misioneros cristianos y se habían apoderado de propiedades extranjeras, ocho potencias imperialistas enviaron ejércitos para saquear Beijing y masacrar a los bóxers. Los crecientes conflictos entre estas potencias por el reparto del botín en China desembocaron finalmente en la sangrienta ocupación japonesa de China en las décadas de 1930 y 1940, que costó casi 20 millones de vidas y provocó la revolución de 1949 que puso fin al dominio colonial sobre China.

En 1904, los hereros de Namibia se sublevaron contra el dominio colonial alemán y mataron a más de 100 colonos alemanes. El ejército alemán respondió llevando a cabo el primer genocidio del siglo XX contra los hereros, obligándolos a escapar a los desiertos, donde murieron de sed, o deteniéndolos en campos de concentración que anticiparon los campos de exterminio del régimen nazi. En 2015, los funcionarios alemanes reconocieron formalmente el genocidio y ofrecieron una disculpa oficial.

El régimen de Netanyahu y sus aliados imperialistas están recurriendo a métodos similares contra Gaza. Sin embargo, las grandes luchas anticoloniales del siglo XX que estallaron tras las revoluciones rusas de 1905 y octubre de 1917 no se produjeron en vano. Entre las masas de trabajadores y jóvenes de todo el mundo, los bárbaros métodos de Netanyahu provocan indignación. Esta oposición crecerá a medida que la escala monumental de los crímenes que se están planeando y cometiendo contra Gaza se haga evidente a los ojos de cada vez más amplias de trabajadores y jóvenes de todo el mundo.

La otra justificación de las potencias de la OTAN para respaldar los crímenes de Netanyahu –que están defendiendo a los judíos y oponiéndose al antisemitismo— se está derrumbando. En realidad, están apoyando la campaña genocida de Netanyahu contra los palestinos en una estrecha alianza con los descendientes políticos de las fuerzas que llevaron a cabo el Holocausto.

Durante casi dos años, han librado una guerra contra Rusia en Ucrania en alianza con neofascistas como el Batallón Azov, que veneran la memoria del colaboracionista nazi y antisemita Stepan Bandera. Los intentos de la OTAN de negar este hecho o tacharlo de propaganda rusa se han venido abajo. El mes pasado, todo el Parlamento canadiense ovacionó al criminal de guerra nazi ucraniano de 98 años y antiguo miembro de las Waffen-SS, Yaroslav Hunka.

Mientras las élites gobernantes capitalistas se hunden en la barbarie, está surgiendo un movimiento de masas en la clase obrera internacional. Las protestas contra el imperialismo y el sionismo están estallando en medio de un aumento de las luchas de la clase obrera a nivel global. Las huelgas contra la explotación, austeridad, inflación y violencia policial han estremecido a todas las potencias imperialistas este año y solo se intensificarán en las próximas semanas y meses.

La liberación de Palestina solo es posible en el contexto del crecimiento de un poderoso movimiento socialista de la clase obrera internacional, incluso dentro del propio Israel. Esto creará las condiciones para el derrocamiento del chauvinismo sionista y la unidad de los trabajadores palestinos e israelíes. La lucha contra la guerra en Gaza debe adquirir un claro carácter antiimperialista y anticapitalista, movilizando a la clase obrera en una lucha por el socialismo en toda Palestina y Oriente Próximo y a nivel internacional.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 13 de octubre de 2023)

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