El 11 de julio, Tom Barrack, embajador de Estados Unidos en Ankara y enviado especial para Siria, propuso en una reunión informativa en Nueva York que la operación del planeado 'Corredor Zangezur', que atravesaría territorio armenio entre Azerbaiyán y Turquía, se arrendara a Estados Unidos por 100 años. Según Middle East Eye, la propuesta de adjudicar la operación del corredor a una 'empresa privada' provino de Turquía.

En la sesión informativa, Barrack declaró: “[Armenia y Azerbaiyán] están discutiendo por 32 kilómetros de carretera [en realidad, 43 kilómetros], pero no es broma. Lleva una década así: 32 kilómetros de carretera. Así que lo que ocurre es que Estados Unidos interviene y dice: ‘De acuerdo, nos encargamos. Dennos los 32 kilómetros de carretera con un contrato de arrendamiento de 100 años y podrán compartirlos’”.

El “Corredor Zengezur”, que se ubicará en la región armenia de Syunik, se encuentra al sur del país, en la frontera con Irán. El corredor conectará Azerbaiyán con su enclave interior de Najicheván y, en consecuencia, con Turquía. Turquía, miembro de la OTAN, y Azerbaiyán, aliado de Estados Unidos e Israel, exigen que el control del corredor no permanezca en manos de Armenia y que se les conceda libre paso. El corredor es un componente crucial de los planes de la élite gobernante turca para un “Corredor Medio” que se extienda hasta China.

Tanto Rusia como Irán consideran la creciente influencia y la posible presencia militar de Estados Unidos en la región como una seria amenaza. Esta iniciativa surge en un momento en que Armenia está reduciendo la presencia militar rusa en el país.

El gobierno del primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, suspendió la membresía de su país en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC, siglas en inglés), liderada por Rusia, en febrero de 2024. A finales de 2024, las fuerzas rusas se retiraron del paso fronterizo de Agarak, entre Armenia e Irán, a petición de Ereván. Los guardias fronterizos rusos llevaban desempeñando esta función desde 1992. En 2024, las fuerzas rusas también se retiraron del principal aeropuerto de Armenia y de Nagorno-Karabaj. Rusia ahora solo tiene presencia militar en el país en su base de Gyumri, en la frontera norte con Turquía.

Irán, inquieto por el fortalecimiento de los lazos de Azerbaiyán con Estados Unidos e Israel, y con aproximadamente 20 millones de azeríes viviendo en el norte del país, ha reaccionado con firmeza al plan estadounidense de entrar en la región bajo la apariencia de una 'empresa privada'.

Según The Cradle Turkiye, Ali Akbar Velayati, asesor del líder religioso iraní, el ayatolá Alí Jamenei, declaró: 'El objetivo principal de estos proyectos es debilitar el Eje de la Resistencia, romper los lazos de Irán con el Cáucaso y cercar a Irán y Rusia desde el sur de la región a lo largo de sus fronteras terrestres'. Añadió: 'Este proyecto no solo forma parte del plan estadounidense para preparar el Cáucaso como un nuevo frente de presión sobre Rusia e Irán en lugar de Ucrania, sino que también se lleva a cabo con el apoyo de la OTAN y ciertos círculos panturcos'.

El Tehran Times escribió el lunes: “Parece que una confrontación militar sería inevitable si Azerbaiyán, Turquía y Estados Unidos persisten en estos planes. En su declaración, Velayati indicó que Teherán ha redesplegado fuerzas en la frontera y pretende aplicar una política de «prevención activa» en lugar de medidas reactivas”.

Los trabajadores del Cáucaso y de todo el mundo deben estar alerta: bajo el pretexto de un “corredor económico”, se están realizando preparativos para guerras sangrientas que devastarán a los pueblos de la región a medida que el imperialismo estadounidense avanza con sus planes depredadores. Los regímenes de Turquía y Azerbaiyán apoyan estos planes.

La semana pasada, Periodista Digital, publicado en España, afirmó haber obtenido un acuerdo secreto aprobado por Estados Unidos, Azerbaiyán y Armenia de fuentes «anónimas» de la diáspora armenia en Francia. Según el acuerdo, el corredor planificado se conoce como el 'Puente Trump', y los editores del sitio web afirman que este acuerdo ha provocado que Armenia se aleje de la influencia de Francia y el resto de la Unión Europea y quede bajo el control de Estados Unidos y Turquía.

Según el informe, el corredor será operado por una 'empresa privada' estadounidense durante 100 años. Además, se desplegarán 1.000 mercenarios estadounidenses en la región con el pretexto de 'garantizar la seguridad'. Añade:

Esta empresa militar privada, que actualmente se estima cuenta con 1.000 combatientes, será responsable de asegurar el corredor de transporte. ...

Inicialmente, la frontera estará controlada por soldados desarmados. Sin embargo, para el ejército, esto significará que ya no habrá distancia entre Irán y Estados Unidos, el archienemigo de esta república islámica. Esta situación conlleva el peligro de que estalle una guerra a gran escala en la región que se extiende desde el Mediterráneo hasta el Cáucaso Sur.

La declaración de Barack se produjo después de que el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev y Pashinyan se reunieran en Abu Dabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), el 10 de julio. El statu quo en el conflicto de Nagorno-Karabaj entre Armenia y Azerbaiyán, dos exrepúblicas soviéticas, se rompió a favor de Azerbaiyán en 2023. Este conflicto se remonta a la disolución de la Unión Soviética por la burocracia estalinista. Con el apoyo del gobierno del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan y armados con vehículos aéreos no tripulados (UAV), las fuerzas azerbaiyanas derrotaron a las fuerzas armenias que controlaban Nagorno-Karabaj y tomaron el control de la región en una ofensiva relámpago.

Según el acuerdo de alto el fuego negociado por Moscú tras la guerra de 2020, Rusia debía garantizar la seguridad del planeado 'Corredor Zengezur'. Sin embargo, la toma del control total de Nagorno-Karabaj por parte de Azerbaiyán en 2023, con el apoyo de Turquía, se consideró una oportunidad para marginar a Rusia, preocupada por el conflicto entre Estados Unidos y la OTAN en Ucrania.

El 19 de julio, el presidente Donald Trump declaró que Estados Unidos había 'logrado un milagro' en las conversaciones de paz entre Armenia y Azerbaiyán y que 'está muy cerca de lograrlo, si es que no lo ha hecho ya'.

A medida que la guerra de Estados Unidos y la OTAN contra Rusia en Ucrania y el genocidio de Israel en Gaza, con el apoyo de ambos países, son seguidos por un ataque imperialista contra Irán, los preparativos para una guerra contra China se aceleran. Mientras Rusia se centra en la guerra con la OTAN en Ucrania, su aliado, el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad, fue derrocado en diciembre de 2024; otro aliado, Irán, fue atacado por Estados Unidos e Israel en junio, y Rusia ahora enfrenta la amenaza de un cerco desde el Cáucaso.

Mientras tanto, el 25 de junio, el encarcelamiento por parte del gobierno de Pashinyan del arzobispo armenio Bagrat Galstanyan y otras 14 personas, acusados de intento de golpe de estado, puso de relieve la creciente tensión entre Moscú y Ereván.

Tras los arrestos, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, expresó su profunda preocupación por los ataques contra la Iglesia armenia, mientras que su homólogo, Ararat Mirzoyan, afirmó que Rusia no debería interferir en los asuntos internos de Armenia.

Pashinyan afirmó que esta operación se dirigía contra una camarilla que preparaba un golpe de Estado, entre la que se encontraban los expresidentes Robert Kocharyan y Serzh Sargsyan, quienes estaban a favor de estrechar las relaciones con Rusia. Durante algún tiempo, la Iglesia había desempeñado un papel importante en la organización de protestas contra los planes de entregar oficialmente aldeas de la región de Nagorno-Karabaj a Azerbaiyán.

En cuanto a Azerbaiyán, el 25 de diciembre de 2024, un avión de Azerbaiyán Airlines fue derribado por Rusia con un misil lanzado desde tierra, lo que tensó las relaciones entre ambos países. La disculpa del presidente ruso, Vladímir Putin, por el incidente no propició una distensión en las relaciones. Bakú clausuró la Casa Rusa en el país en febrero de este año por cargos de espionaje y revocó la acreditación de la agencia de noticias rusa Sputnik.

El 27 de junio, la muerte de dos ciudadanos azerbaiyanos durante una operación policial en Rusia impulsó a Azerbaiyán a intensificar sus medidas antirrusas. Todos los eventos culturales rusos en el país fueron cancelados y dos empleados de Sputnik fueron detenidos.

El régimen de Aliyev intenta consolidar su poder con el apoyo externo que ha obtenido a cambio de los servicios geoestratégicos que presta a las potencias imperialistas miembros de la OTAN. Azerbaiyán, situado al sur de Rusia, al norte de Irán y al oeste del mar Caspio, es considerado un país crucial en los planes de Washington para dominar Oriente Medio y el Cáucaso y librar una guerra contra Moscú y Teherán.

El gas natural azerbaiyano se perfila como una alternativa importante a la dependencia europea del gas natural ruso. La empresa energética estatal ucraniana, Naftogaz, anunció el 28 de julio la firma de su primer acuerdo de importación de gas natural con Azerbaiyán.

El país, que ha incrementado su cooperación militar y estratégica con Israel en los últimos años, es cómplice del genocidio en Gaza al alimentar la maquinaria de guerra sionista con petróleo enviado a través de Turquía. Según un informe de agosto de 2024 de Oil Change International, Israel importa casi el 99 por ciento del petróleo que utiliza, siendo Azerbaiyán el principal proveedor, que aporta el 28 por ciento del crudo que llega a Israel.

Tras el ataque imperialista de Estados Unidos e Israel contra Irán en junio, el embajador de Irán en Armenia, Mehdi Sohbani, solicitó una investigación sobre las acusaciones de que drones israelíes podrían haber entrado en el país a través de Azerbaiyán. Bakú negó las acusaciones, afirmando que eran una “provocación”.

Los planes que se desarrollan en el Cáucaso Sur, en medio de la agresión imperialista contra Rusia e Irán, demuestran cómo esta región también podría convertirse en un campo de batalla en el emergente conflicto global. Los regímenes capitalistas de Rusia e Irán, que buscan acuerdos con el imperialismo estadounidense, son incapaces de ofrecer una respuesta progresista a este cerco. La única salida es unir y movilizar a las clases trabajadoras del Cáucaso, Oriente Medio y otras partes del mundo en un movimiento revolucionario por el poder obrero contra el imperialismo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 30 de julio de 2025)